Te quiero en mi vida

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Manchester

Cuando Eric salió del vestuario, cogió mi mano y salimos rápidamente.

- ¿Porque tanta prisa?

El solo miraba hacia delante seriamente, hasta que alguien más habló.

- ¿Podemos hablar Val?

Mi hermano.

Tenía las manos metidas en los bolsillos.

Me solté del agarre de Eric.

- Solo serán unos minutos.

El suspiró y se fue.

Me giré para encarar a mi hermano.

- Me ha gustado que vinieras hoy.

Asentí con los brazos cruzados.

- Val, lo siento. Eres mi hermana pequeña y siempre te he cuidado. Pensé que debía seguir haciéndolo y se me fue de las manos.

Suspiré.

- Entiendo que no me quieras ni ver, pero necesito que sepas que te voy a apoyar y me alegraré si decides tener algo con Eric.

Asentí.

Después me di la media vuelta y me marché.

Salí hacia la zona de los aparcamientos donde Eric me esperaba.

Después bajó del coche y me abrazó.

- Lo acepta. -dije.

A él se le iluminaron los ojos, después nos fundimos en un beso.

Cuando nos separamos entré en su coche y nos pusimos rumbo a la cita.

Llegamos a un rato Sira té precioso, con una decoración bastante extravagante.

Eric me contó que había ido varias veces a comer con su familia en el restaurante.

Nos dieron una mesa y miramos la carta.

La camarera que nos atendía no dejaba de mirar a Eric.

A mi a penas me prestó atención.

- Yo quiero una botella de agua.

- Genial. -dijo la chica.

- ¿Amor, tú que quieres? -dijo Eric cogiéndome de la mano.

- Un agua también.

- Está bien, les dejó solos. 

La chica se retiró bastante roja de la vergüenza.

No se si porque no sabía que Eric tenía algo conmigo o porque él le mandara una indirecta.

Sonreí como una tonta cuando Eric se llevó mi mano a la boca.

Dejó un casto beso en ella y después entrelazó nuestros dedos.

Las bebidas llegaron poco después.

Eric me hablaba de su hermana.

- Ahora está en Irlanda estudiando, pero en Navidad seguro que viene. Me gustaría que os conocierais.

Asentí.

- Me encantaría conocerla.

Entonces Eric me cambió radicalmente de tema.

- ¿Y lo de Milán como va?

Evité mirarlo.

- Estoy en ello.

Él suspiró.

- Val, me da igual si vienes a vivir a Barcelona hoy o el año que viene, solo quiero que lo nuestro no acabe porque tú estés en un país y yo en otro.

Algo me gusta de ti | ERIC GARCÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora