Capítulo 51: Testimonio Becker

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♫ I found - Amber Run

Daren

No sabía cómo sentirme luego de saber la identidad del investigador.

Lo veía y no lo creía.

Pensé que esto era otra de mis pesadillas jugándome una mala pasada porque de todas las personas en el mundo, nunca imaginé que él estaba detrás de todo. Aunque si lo pensaba fríamente, jamás tuve contacto directo con el investigador, solo me comunicaba a través de su asistente, informes y cartas.

La carta.

Ahora entendía por qué la letra se me hacía tan familiar, porque era la misma letra perfectamente redonda que vi desde que éramos niños, solo que fui demasiado estúpido para no notar que era la letra de Hansel.

Él, mi ex mejor amigo y el más grande traidor, sabía mejor que nadie que lo odiaba tanto o más que al culpable de la muerte de mi padre, pero, aun así, estuvo ahí desde las sombras ocultándose detrás de un seudónimo. Enviaba casi una vez al mes un informe detallado de los avances, dándome esperanzas de encontrar al responsable. Por su puesto que su ayuda no era gratis, cobraba una generosa cantidad por su sabiduría, pero de alguna forma me estaba ayudando.

Mi madre al darse cuenta de mi asombro se mantuvo en el estrado tan seria como llegó. Aún recordaba nuestra pelea.

—¡Te estás volviendo loco! —gritó negándose a lo que había escuchado.

—¡Tienes que creerme, ella y su padre lo hicieron, mataron a papá, lo planearon todo!

—¡Eso es imposible, ella jamás haría algo así! —dijo dándose vueltas de un lado a otro—. ¡Tienes que sacarla de ahí, es tu esposa!

—Mamá entiéndelo —le dije en un último intento de que comprendiera la situación—. Tenemos que hacer que paguen por lo que hicieron.

—Escúchame bien, no voy a arruinar la vida de Gabi y ni sueñes que voy a ir a declarar en su contra. ¡No lo voy a hacer nunca!

Ella no quiso creerme y se negó rotundamente a que Gabriela, se había prestado para algo tan macabro como planear un asesinato a sangre fría.

La voz gruesa de la jueza me trajo de vuelta de los recuerdos.

—Así que usted señor Becker, es la mente que estuvo trabajando detrás de esas siglas —dijo la jueza mirando a Hansel que se mantuvo imperturbable—. ¿Qué lo trajo hasta aquí para declarar a favor de los Rangel?

—Si he venido hoy a poner en riesgo mi identidad es porque vengo a exonerar a Gabriela, ha sido acusada injustamente.

—¿Qué hay del señor Rangel?

—Lamento decir —dijo mirando a Gabi—, que no puedo decir nada a su favor.

—Explíquese.

Si hubiera sabido quién era el investigador, nunca le habría creído nada de lo que decía, pero ahora era diferente, estaba en medio de un juzgado y no podía mentir aquí. Por primera vez en su vida Hansel Becker iba a decir la verdad, únicamente la verdad y sin omitir nada.

—El informe que se le entregó a Daren De Villiers fue manipulado antes de que él lo viera.

—¿Cuándo se dio cuenta de eso?

—Hace un par de semanas noté que mi asistente y mano derecha, estaba saliendo muy seguido con una persona, dicha persona siempre iba escondida bajo un sombrero y ropa ancha. Pero, no me di por vencido y continué siguiéndolos hasta que un día Pablo bajó la guardia y logré poner un micrófono oculto en su maletín.

Hasta que el contrato nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora