Limerencia. [Vkook] Omegaverse.

Cuatro

Taehyung no lo quería aceptar pero al parecer si se encontraban perdidos, no podía tomarles más de hora y media ascender hasta el camino desde donde cayeron, sin embargo, ya habían pasado dos horas y lo único que podían ver era la vegetación comenzando a marchitarse, lo que anunciaba la llegada del otoño. Otro punto para nada a favor del alfa era que la herida en su espalda comenzaba a doler más.

—No entiendo cómo nos desviamos, ¿podemos parar un momento?

Y Jungkook agradeció que el alfa lo solicitara, él ya se sentía agotado, pero no estaba dispuesto a mostrar debilidad y menos ante un alfa que conocía su casta—de acuerdo.

Su alteza se sentó sobre una enorme roca en tanto el joven soldado se apoyaba de costado en un árbol y sacaba una pequeña cantimplora que cargaba para ofrecerla a su alteza. Jungkook no se molestó en resentir el gesto que consideró propio para alguien que se considera inferior porque tenía la garganta seca, dio tres largos tragos y le tendió el recipiente al soldado con líquido todavía en él—tenemos que encontrar agua o el camino.

Taehyung miró hacia lo alto de las copas de los árboles que los cubrían—esos frutos de allí son bastante jugosos, el sabor es soso, pero sirven para aplacar la sed… quizá yo podría-

—¿Cuáles?

Taehyung señaló unos frutos de color naranja, de tamaño mediano que estaban en lo alto de las copas de los árboles. Jungkook inmediatamente comenzó a buscar rocas de tamaño mediano en el suelo, en un instante realizó seis tiros de los cuales cinco fueron efectivos para tumbar el fruto de las ramas.

—Debo decir que tiene una puntería asombrosa su majestad.

Jungkook omitió el cumplido y preguntó—¿Cómo se comen?

Taehyung recogió uno del suelo y lo llevó a su boca sin contemplaciones, Jungkook lo imitó, no se bebió toda el agua porque tampoco quería que el alfa muriera deshidratado pero lo cierto era que tenía mucha sed, el sabor del fruto era soso pero cumplía con el objetivo de refrescar la garganta.

—Tengo que llegar hasta la cima del árbol—comentó el alfa después de haber comido dos de los frutos—creo que va a ser la única manera en la que podamos orientarnos, si logro ubicar en qué dirección está la montaña, me voy a poder orientar hacia el palacio.

Jungkook esperó a que el joven soldado trepara por el tronco de un enorme árbol mientras trataba de no quejarse por el dolor de los músculos que muy seguramente debía tener, más si se tenía en cuenta la herida de su espalda.

—No sé cómo, pero terminamos alejándonos más del palacio, por lo que puedo calcular estamos a unas 5 horas a pie—le comento el alfa apenas bajó del árbol, ante el silencio de su majestad Taehyung siguió hablando—¿Le parece si descansamos acá? Por lo que veo solo nos queda una hora de sol, y no creo ser el único que está agotado—su alteza asintió desanimado, al igual que el alfa se sentía muy agotado.

No fue sino hasta unos 40 minutos después que el joven soldado volvió a hablar, ambos habían tomado asiento recostando la espalda en los troncos de los árboles, Jungkook parecía abstraído.

—No me molesta.

Jungkook miró al chico que observaba las hojas en el suelo—¿El qué?

—Su aroma.

Los ojos de por sí enormes de su alteza se hicieron más grandes, y un muy tenue color rosa únicamente visible gracias a la piel blanca del príncipe tintó con sutileza sus mejillas, la mano con la que que embarraba el ungüento de fuerte aroma a alcanfor y naftalina se quedó quieta en esa zona de su cuello en donde albergaba su glándula de olor.