Diez

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El dolor que podía sentir un omega ante una voz de mando era intenso. Y Jungkook lo odiaba, también porque fracturaba su orgullo, más cuando se esforzó para demostrar que pese a su casta podía conseguir lo que se propusiera. Pero esa maldita voz le recordaba el porque en los frentes de lucha no se aceptaban omegas, el porque se ha tenido que ocultar durante casi diez años de su vida.

Jungkook sintió un escalofrío partirle la espalda y cada fibra del cuerpo le dolió al obligarle a detenerse ¡En medio de la lucha! Por muy diestro que fuera con la espada, era difícil que lograra esquivar un ataque al quedar paralizado unos cuantos segundos, con la dignidad latiendole en cada vena del cuerpo para no caer al suelo como un par de omegas que no tenían un lazo y cedieron ante el poder implacable de la voz.

El omega sintió una ráfaga cortar el aire y detener el ataque que iba a alguna parte de su rostro o mejor de su cuello, en donde la hoja de la espada lo cortó de forma leve. Taehyung logró interceptar la trayectoria de la espada que se dirigía al príncipe. El alfa entró en pánico cuando escuchó esa gruesa voz alfa entre los choques de metal y supo que tenía que cubrir al príncipe, la reverberación de los metales al chocar finalizó con el gruñido de Jungkook que apretó la espada con todas sus fuerzas para que no se le resbalara de los dedos.

—Yo me encargo—declaró el príncipe apenas pudo desentumecer sus músculos asumiendo nuevamente a ese intruso como su contrincante. Una de las razones para desarrollar un estilo de lucha tan veloz en el caso de Jungkook fue por cosas como esta, un segundo y podían quitarle la cabeza de un tajo.

Omegas ataquen al rey.

Uno de los intrusos al ver cómo sus hombres eran dados de baja a una rapidez que podría considerarse asombrosa utilizó lo que a su parecer sería una estrategia desesperada. Esta nueva orden provocó que el príncipe se paralizara una vez más y apenas logrará mantener la espada sujeta, pero Taehyung estuvo atento para bloquear el ataque que recibía Jungkook con su brazo, en lo que bloqueaba el de su propio contrincante con la espada.

El príncipe en esta ocasión se demoró unos segundos más en volver en sí, su lobo más resentido por haber recibido dos órdenes en un tiempo tan cercano, le dolían los músculos, los huesos y el orgullo. Para Taehyung dos contrincantes de ese nivel no eran un problema muy grande. Por lo que se percibía no eran personas que hubieran recibido una preparación en lucha muy extensa o detallada. Por lo que pudo derribar a uno de una patada y clavar su espada en el costado del que estaba luchando con Jungkook en su momento.

Los otros guardias terminaron por derribar al resto de los intrusos, que lograron hacerle daño al rey más que por su habilidad por su número.

—Su alteza, ¿Se encuentra bien?—ni bien el hombre con el que combatía cayó al suelo, Taehyung dirigió sus ojos preocupados al príncipe que aún mantenía la espada empuñada en posición de ataque.

—Asegure la salud de mi padre, a él era a quién iba dirigido el ataque—respondió en su lugar. Jungkook no necesitaba que se preocuparan por él, sabía perfectamente cómo defenderse por su cuenta. Le era difícil reconocer que su vida estuvo en auténtico peligro a razón de su casta, esta era la segunda vez que recibía la voz de mando en una situación en la que su vida estaba en riesgo, con la diferencia de que en esta ocasión no iba salir del embrollo "pidiendo el favor".

Taehyung volvió el rostro hacia el padre de Jungkook que yacía en el suelo recibiendo el torniquete de alguno de los soldados, al parecer era su brazo izquierdo el que había recibido el mayor daño—¡¿Cómo es posible que hayan llegado hasta aquí sin que se dieran cuenta?!— bramó el soberano quien atenuaba el dolor con la ira que sentía, sus ojos refulgían en un impresionante púrpura.

—Generaron una distracción en un sector a las afueras del palacio, parte de la guardia se dirigió a ese lugar, aprovecharon el movimiento de los guardianes para entrar y en definitiva tenían conocimiento de donde estaban apostados los guardias al interior por la forma en la que se movieron. Es casi seguro afirmar que alguien les entregó información desde dentro—afirmó Taehyung que como comandante general se enfrentaba a lo que sería la primera y más peligrosa incursión de los rebeldes en contra de la familia real.

Limerencia. [Vkook] Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora