Limerencia. [Vkook] Omegaverse.

Veinticuatro

SeokJin no entendía, si sólo se trataba de un interrogatorio porque tenían que colocarle unas vergonzosas esposas de plata, pese a que algo similar le ocurrió hace poco no pudo evitar que las mejillas se le tintaran en rosa debido a la vergüenza, por su parte Min permanecía tranquilo mientras apresaban sus manos, sin quitar los ojos de la tienda donde hace unos instantes entró el rey y en el momento salía el comandante.

El joven alfa miró alrededor y estiró los brazos al verse rodeado, por lo menos una veintena de alfas lo custodiaba y le ofrecía las mismas esposas que a Min y a Seokjin. Habían varios soldados ajenos a la situación cerca, pero ninguno osaba intervenir en la diligencia de su majestad, únicamente Hoseok se aproximó al lugar muy desconcertado porque estuvieran apresando a su comandante al percatarse de la situación.

—¿Por qué están esposando al comandante?—preguntó pasando por alto el hecho de que Min y SeokJin se encontraban en la misma situación.

—Por meter las narices en donde no les corresponde—respondió el alfa que terminaba de asegurar las esposas en las muñecas de Min—Hasta nueva orden, Kim—continuó refiriéndose de Taehyung—queda relevado de sus funciones como comandante o cualquier servicio que le preste al ejército de su majestad, la unidad a su cargo será comandada por Lee ChungSok, vaya y comuniquele eso a los demás.

Hoseok le dio una mirada significativa a Min y SeokJin luchando por no mostrarse afectado por la noticia, ¿por qué estaban relevando a su comandante? ¡Él era excelente!—Señor, sí señor—se despidió con la reverencia respectiva y se alejó del lugar lo suficiente como para que pensaran que se había retirado, pero el soldado estuvo atento para verificar a dónde se llevaban a su comandante, porque en tanto Seok y Min fueron dirigidos a alguna zona al interior del campamento, Taehyung fue dirigido a las afueras del mismo.

De forma sigilosa Hoseok siguió al grupo de alfas que custodiaban a Taehyung hasta que ya estuvieron por completo fuera del campamento, hacia la zona baja de la montaña a unos veinte minutos de caminata, el alfa retuvo un jadeo de impresión al ver cómo golpearon a su comandante para noquearlo sin que él los atacara, Taehyung se mostraba cooperativo con la diligencia, pero fue noqueado de forma brutal por seis hombres, que lo dispusieron en una carreta a toda velocidad que se dirigía al interior del país.

Las piernas de Jung temblaban, ¿qué mierda estaba ocurriendo para que le hicieran algo así al comandante?

[...]

Los colmillos de Jungkook ardieron al hacerse más grandes en segundos, movió el rostro de forma violenta para retirarse del toque de su padre y se impulsó para salir de la tienda, un mal presentimiento le encogió el pecho al no recibir respuesta por parte de Taehyung, empujó al rey para dirigirse a la salida, dos pasos afuera y tenía cincuenta hombres rodeándolo, todos alfas, ninguno se movió, ni para hacerle frente, ni para darle paso.

—¿A dónde llevaron al comandante Kim?—preguntó ignorando la tensión en el ambiente mientras deslizaba los ojos entre el mar de rostros extraños, nadie respondió—¡Quitense!—ordenó, pero los soldados permanecieron sembrados en la nieve, impávidos ante las órdenes del príncipe.

DongSuk salió de la tienda con paso y expresión tranquila—Primer príncipe, será mejor que se concentre en lo que importa, acabar esta guerra—señaló con un tono formal, impropio para el huracán de emociones que el príncipe sentía.

Jungkook le entregó una mala mirada a su padre y le escupió el rostro dejando perplejos a quienes los rodeaban. El rey con toda serenidad sacó un pañuelo de entre sus ropas y se limpió el rostro en tanto daba la siguiente orden—no salió como esperé, por favor apresen al príncipe, sin hacerle daño.