Trece

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Jungkook tuvo que escupir a un lado, la espesa saliva que le estaba llenando la boca era la evidencia de que la náusea que sentía no se la estaba imaginando, en este día salía el primer grupo de soldados hacia la frontera y se le estaba haciendo muy complejo verlos partir, desde la mañana se estaba sintiendo débil y cada hora los síntomas empeoraban, para el momento tenía hasta la visión borrosa.

—Su alteza, ¿le sucede algo?

El príncipe se sobresaltó un poco cuando la voz ronca de Taehyung lo envolvió. Para el alfa no fue complejo darse cuenta que algo ocurría con el omega, aun cuando el resto no notaba nada extraño en el príncipe, para el alfa era clara cada sutileza en el cuerpo del omega, este siempre cumplía su papel mientras otros lo observaran.

—Solo es un poco de mareo, lo puedo manejar.

—La compañía va a salir en cinco minutos—anunció para darle un margen al príncipe que parecía costarle permanecer en pie por la forma en la que mantenía el cuerpo tenso.

Los soldados fueron saliendo con lentitud en medio de la nieve y pese a las declaraciones por parte del futuro soberano, este se desplomó en el sitio.

Jungkook volvió en sí unas tres horas después, cuando despertó se encontró con el techo de su habitación, una cantidad importante de aromas que se entremezclaban en su habitación y lo hacían marearse un poco.

—¿Ya te sientes mejor?—EunMi quien hablaba, dejó una leve caricia en el rostro de su hijo cuando notó que este abrió los ojos.

—Mhn...

—Estás ardiendo en fiebre, parece que pescaste un resfriado, ¿ o sientes que tu celo comenzó?—preguntó la mujer con amabilidad y una expresión preocupada que Jungkook no podía notar.

Jungkook lo pensó, ya se iban a cumplir tres meses desde la aparición de su celo, pero nunca le dio con náuseas y esa sensación de que iba a morir joven, ¿intimar con Taehyung cambió la respuesta de su cuerpo?—No creo, no siento... no siento ganas de intimar con alguien.

La mujer dejó salir un suspiro de alivio—entonces es un resfriado, pero por precaución mande a decir que es una de tus recaídas por lo que yo seré la que cuide de ti, además de que es mejor no reprimir a nuestros lobos cuando nos encontramos mal de salud, ellos nos dan fortaleza.

El omega apretó los labios, quería protestar, quería ser un omega débil que se refugiara en el cuello de su alfa al que observaba en cada parpadeo, tenía esta corazonada de que si inhalaba el aroma de Taehyung se iba a sentir mejor.

Patético.

¿Cuándo se volvió tan débil?

—¿La compañía salió?—prefirió preguntar.

—Hace tres horas.

El joven se agitó un poco al conocer el tiempo que duró inconsciente—¿Y todo salió bien?

La mujer sonrió con ternura—¿Qué podría salir mal en solo pasar del interior al exterior del palacio? tú concéntrate en ponerte bien, esos soldados cumpliran con su deber.

Pero Jungkook no se puso bien, al día siguiente estaba sufriendo de unos cólicos agudos, que nada tenían que ver con los que sentía en su celo, estos lo hacían dejar escapar algunas lágrimas de dolor, se sentían como cuchilladas ardientes, el cuerpo le temblaba y los tendidos de su cama estaban empapados de sudor, por lo que su cuerpo prefería perderse en la inconsciencia antes de enfrentarse a la agonía que estaba viviendo.

En el segundo día de su convalecencia al fin habló—Madre, tiene que llamar al sanador real, me siento muy mal—al notar como su estado no hacía sino empeorar el omega comenzó a sentir miedo.

Limerencia. [Vkook] Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora