Diecinueve

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Al momento en el que Jungkook terminó de realizar las curaciones en el maltrecho cuerpo de su alfa que también se encontraba herido en el costado, las lágrimas de su rostro se secaron, se mantuvo en silencio y Taehyung respetó aquello.

—¿Te puedes mover?

Taehyung afirmó con el rostro y procedió a tratar de incorporarse, no se quejaba pero por la manera en la que su cuerpo temblaba el omega se percató de que sentía mucho dolor,lo que era obvio a la luz de sus heridas, el menor esperó a que el alfa se pusiera en pie para acuclillarse en frente de él—¿Qué haces?

—Te voy a cargar.

Una risa suave se escuchó a las espaldas del omega—sigamos.

—Taehyung—y el omega le dedicó una mirada rencorosa por encima del hombro que le hizo justicia al tono que empleó con el contrario—dijiste que te sujetarías a mis órdenes y esta es una, vamos, sube a mi espalda.

El alfa no tuvo como argumentar en contra de ello por lo que reprimiendo una mueca de inconformidad se echó sobre la espalda del omega que lo tomó de la parte trasera de los muslos y lo cargó para adentrarse en la montaña a un paso rápido.

—Lo lamento, no pensé que terminaría siendo una molestia para ti—expresó el alfa después de unos veinte minutos de caminata en silencio, Jungkook había elegido un camino algo pedregoso para que no pudieran seguir el rastro de sus huellas. No tenían idea de dónde salieron los lobos que les atacaron, pero lo más seguro es que cuando sus camaradas encontraran los despojos de los mismos, emprendieran su búsqueda, por lo que el plan del omega era adentrarse en la parte alta de la montaña paralela a la que usaron como camino para llegar hasta allí, buscar un escondite para dar sutura y tiempo de recuperación para las heridas del alfa.

—Yo no hubiera podido hacerle frente a seis lobos alfa.

Lo cierto era que el omega aún no comprendía como dieron con ellos, se aseguraron de salir con sigilo, de no ser vistos, pero pese a eso fueron víctimas de un ataque, si hubiera estado solo quizá habría sido el fin de su vida, algo de conmoción le recorría el cuerpo al percatarse de que sus cálculos fallaron.

—Yo creo que sí, eres el lobo más fuerte que conozco.

—No Taehyung, apenas pude enfrentarme a dos, gracias por insistir en venir conmigo—y el tono del menor no era cálido y afable como el que proponía el alfa, al contrario estaba cargado de un aire resolutivo y tenaz.

El alfa apretó el agarre que tenía alrededor del cuello y hombros del omega—siempre estaré para ti.

Después del beso que Tae dejó en el cabello del menor continuaron su trayecto en silencio, pasaron unas cuatro horas hasta que el omega encontró lo que buscaba, una gruta pequeña en la que podrían resguardarse ese día que recién iniciaba con los primeros rayos de sol colándose entre las ramas.

—Déjame ver—Jungkook dejó al alfa sobre la nieve en frente de la gruta y comenzó a buscar los implementos que tenía para sutura.

—¡Tu pierna!—el alfa se percató que la pantorrilla del chico tenía una mancha de sangre importante sobre el improvisado torniquete que la ajustaba.

—Está bien, ya la reviso, primero la herida en tu cuello, ven.

El alfa quiso debatir pero al ver la expresión de angustia en el rostro del más joven cooperó y se deshizo del vendaje que cubría su hombro y cuello, Jungkook como un semblante de concentración le dio unas puntadas al igual que la herida del alfa en el costado. Este no se quejó, pese a que eran grandes y profundas.

—Déjame ver tu pierna—Jungkook hizo una mueca y siguió guardando los implementos como si no hubiera escuchado—Jungkook—el tono del alfa se engrosó lo suficiente como para que el menor elevara su rostro—déjame ver tu pierna.

Limerencia. [Vkook] Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora