Limerencia. [Vkook] Omegaverse.

Dieciséis

Quería arrepentirse.

Quería sentirse medianamente culpable por lo que hizo, pero fue un regocijo que le llegó hasta el fondo de los huesos lo que le recorrió el cuerpo cuando se despertó y al incorporarse observó la marca fresca que cubría el hombro y cuello de Jungkook que seguía durmiendo a su lado. Fue descarado, porque le picaron los colmillos para renovarla a pesar de que fue hecha hace pocas horas. Tampoco podía culpar a su celo porque fue plenamente consciente del brillo en los ojos y el aroma de Jungkook en el momento en que hundió sus colmillos en esa exquisita piel blanca, si cierra los ojos alcanza a revivir el momento de euforia y se le hace agua la boca.

Era suyo.

Y mataría a cualquiera que se interpusiera entre ellos.

Tomó con suavidad una de las manos del omega y besó uno a uno los nudillos de esta, considerando que era una contrariedad que pese a enlazarlo esa necesidad de tenerlo a su lado no disminuyera, lo observó dormir y respirar suavemente por lo que fueron cerca de dos horas y en lo que le dejaba una nueva ronda de besos en los nudillos el omega se despertó.

Un resquemor muy leve le impactó el pecho cuando notó a los párpados del contrario despegarse, ¿se arrepentiría Jungkook? Sus labios estirándose en una sonrisa le decían que no, aunque el más joven al notar por la translucidez de la tela que ya era de día se levantó con prisa, sacudiendo la somnolencia que sentía.

—¿Qué pasa? ¿Te duele algo?

Jungkook bufó—No soy una doncella, tenemos que prepararnos para avanzar—con la mente más despejada de las gruesas feromonas de Taehyung, el omega se centró en la actividad de ese instante—¿hace cuánto avanzaron las tropas? ¿Por qué no me despertaste?

Taehyung respondió usando una voz muy tranquila—hace unas cuatro horas-

—¡Cuatro horas!—chilló el más joven abriendo los ojos y tratando de liberar su mano de los besos que le seguía depositando el alfa en los nudillos y el dorso como si no pasara nada.

—No te desperté porque para llegar hasta aquí en la mitad del tiempo debiste avanzar sin descanso, estoy de acuerdo en que no eres una doncella, pero tampoco eres un ser inmortal. Tranquilo en mi forma de lobo los alcanzamos en la mitad del tiempo.

Jungkook no logró evitar dedicarle una mirada resentida—sabes que no puedo mutar, se darían cuenta de-

—Te llevaré en mi lomo—por su puesto que no dejaría que otros alfas de porquería se deleitaran en la esencia de su omega. Su instinto estaba más intenso que de costumbre y se empezó a preocupar un poco por eso, la mayoría de los integrantes de la unidad eran alfas—¿Te estás ruborizando?—indagó al notar como las mejillas del contrario cambiaron de color.

—¿V-vas a llevarme en tu lomo?—Por el orgullo de no ser percibidos como bestias de carga los híbridos no cargaban a otros en sus lomos.

Taehyung con una sonrisa torcida tiró de la mano del menor para ubicarlo sobre su regazo—He hecho de todo contigo y ¿te preocupa que te lleve en mi lomo? eres mi omega, ¿qué problema tiene?—con posesividad el alfa estrujó los glúteos del menor.

—Tienes razón—concedió el más joven sonriendo de forma traviesa, para besar con algo de apremio los labios del alfa pero separándose cuando se tornó en algo muy intenso, ya no había tiempo—tenemos que partir—se lamentó.

—¿Por qué tienes tanta prisa?—Taehyung ya bien podía bajarle a la velocidad para cumplir la misión si iba a tener a su omega entre los brazos sin todo el molesto protocolo del palacio alrededor.

—Temo lo que pueda hacer mi madre.

La libido del alfa que ya estaba acariciando de forma peligrosa las mejillas traseras del omega se bajó—¿la reina?—Jungkook apretó los labios, una ligera vergüenza enredada con tristeza le llenó el corazón y no siguió sosteniendo la mirada del alfa—¿Qué pasó?—insistió el mayor remarcando el tono de preocupación que le dirigía al contrario.