Limerencia. [Vkook] Omegaverse.

Veinticinco.

—¡En una relación!—los ojos de Hoseok iban a estallar de la incredulidad—¡p-pero son alfas!—y ese era el menor de los problemas, con total razón el rey quería acabar la vida de Taehyung.

Yoon blanqueó los ojos una vez más—cada quien elige como vivir, ¿te arrepientes de la decisión que tomaste?—su mirada era oscura, si el contrario se retractaba le mataría, la vida de un soldado era así, o estaba en un bando o en el otro y Yoongi no tenía el tiempo ni la paciencia para perderlos con alguien desleal a mediastintas, su príncipe no necesitaba eso.

Hoseok se centró en el cuerpo de Taehyung para limpiarlo con los girones de la ropa despedazada que rodeaba el cuerpo del alfa—No, es sólo que me tomó por sorpresa, quiero decir, ¿cómo hace uno para lidiar con un alfa como su alteza? Mira aquí—agregó al ver una herida profunda a la altura del omoplato y comenzar a sacar su kit de costura.

—No creo que sea difícil, su alteza es alguien noble.

Hoseok no discutía eso, a lo largo de los días que el príncipe compartió con la unidad en medio de una situación que los llevó al extremo, se mostró poco interesado por resaltar su estatus de noble, y evidenció su piadoso corazón con genuinas muestras de cuidado por los soldados a su cargo, estaba inclusive dispuesto a pelar animales de ser necesario, eso hizo que un sentimiento de profundo aprecio se instalara en el corazón de muchos de los soldados que ya le respetaban por sus habilidades y estatus, incluido el que en el momento inspeccionaba una de las heridas de Taehyung para poder cerrarla, eso sin mencionar que les salvó la vida.

—Pero es un príncipe, además de un guerrero excepcional, yo... no tendría idea de cómo lidiar con algo así—la voz de Jung se apagó en lo que examinaba sus recuerdos, si bien notó una preocupación marcada de su alteza por el comandante, nada más allá de eso, lidió como cualquier líder con su equipo y los guió a salvo hasta que llegaron los refuerzos—igual... esto quiere decir que el comandante no puede retornar.

SeokJin llegaba con un tazón de agua limpia en sus manos y HyungSik detrás de él para escuchar la voz del alfa pálido—ninguno de nosotros puede regresar—quiso aportar ante el abatimiento en el rostro de Jung.

Si Hoseok era honesto consigo mismo, al estar de parte del príncipe esperaba obtener algo de indulgencia, pero con algo así entre manos, tendría que ponerse a pensar, que iba a hacer de ahora en adelante pues era claro que ya no podría hacer parte del ejército, por el momento trataría las heridas de Taehyung.

[...]

Al rey se le partió el corazón al notar la sonrisa en los labios de su hijo, ¿tan fácil era renunciar a su reino por un...?

—Sobre el comandante-

—Calla—bramó el rey envainando su espada que era filosa al igual que su mirada—mi indulgencia se remite exclusivamente a mi hijo, poco me importa lo que suceda con ese alfa, igual es claro que no va a morir porque— el hombre sintió como un sentimiento poco definido le estrujó el pecho—tu vida depende de la suya, si quieres la gracia para él has de ganarla, resuelve lo del amotinamiento y dedicate a finalizar esta guerra conmigo, si ese hombre es en algo digno de ti—no contuvo la expresión de asco que le marcó el rostro— resolverá su vida por sus propios medios. Esto es lo máximo que voy a ceder.

Jungkook hizo todo lo que estuvo en sus manos para reprimir una queja, era cierto que estiró su suerte hasta el punto de casi reventarla, por lo que se consoló en el pensamiento de que su alfa estaba en manos de Min y Kim y en lo intacto de su lazo para que le encontrara. Ahora quedaba salir victorioso de esa batalla para regresar con él, ya sin el peso del reinado sobre sus hombros este proceso podía ser más rápido.