Mis Ángeles hermoses espero hayan leído el anuncio de ayer sobre las dos opciones para su fic con Glen 😜 pues entre mas pronto se decidan mas pronto podre comenzar a escribirlo.
Y en el cap de hoy tal vez habrá muerte 🔪😜
Disfrútenlo Ángeles.
Al día siguiente Wilhelm despertó con dolor de cabeza, se sentó lentamente y algo desorientado miro a su alrededor.
-Buenos días rubia.
Dijo una voz burlona a sus espaldas y el se levanto de inmediato del sillón en el que al parecer habia dormido.
-Mierda.
El se volvió a sentar cuando un horrible mareo le invadió y se sujetó la cabeza con ambas manos.
-Tranquilo.
Tom se acercó hacia el y dejo las tazas de café sobre la mesa de centro.
-¿Dónde estoy?.
Preguntó con la voz rasposa sin dejar de masajearse la cabeza.
-Estas en mi casa ya que yo no se donde vives así que te traje a rastras hasta aquí antes de que esos tipos te partieran la cara.
Explicó Tom muy rápidamente obteniendo una mirada confundida de Wilhelm.
-¿Qué tipos? ¿De que hablas?.
Preguntó casi temiendo la respuesta y el de trenzas sonrió.
-¿Qué no lo recuerdas?.
Preguntó divertido y el rubio bufó impaciente.
-Dime que paso.
Exigió y Tom asintió.
-Anoche nos fuimos a un bar, ese nuevo que esta en el centro de la ciudad, cuando llegamos tomamos tranquilos hasta que comenzaste a hablar de _______, ahí te saliste de control, te bebiste hasta el agua de los floreros, después salimos de ahí y tu comenzaste a echarle bronca a unos tipos afuera y le rompiste las ventanas del auto con un tubo de metal.
Wilhelm apenas y podia creer lo que Tom le estaba diciendo, el no era taan problemático pero bajo el efecto del alcohol uno es capaz de hacer tanta estupidez.
-Joder ya ni para emborracharme sirvo.
El rubio se lamento y Tom solo suspiro asintiendo.
-Creéme que nunca más te dejare beber así, ahora toma tu café y vamos a la cocina a desayunar.
Ambos chicos se levantaron del sillón y entraron a la cocina, Wilhelm se percato de que habia algo calentándose en la estufa.
-¿Sabes cocinar?.
Preguntó desconfiado.
-Claro que no, la vecina me trajo comida ayer ¿Y que hay de ti? ¿Sabes cocinar?.
Ahora preguntó Tom mientras tomaba los platos y servía la comida.
-Obvio no ¿Y que es eso?.
Preguntó curioso el rubio al tomar el plato y mirar el contenido.
-Son chilaquiles.
Respondió con simpleza y Wilhelm lo miro raro.
-¿Chila? ¿Qué?.
Pregunto estúpidamente y tomó la cuchara que Tom le tendió.