Capítulo 4✨

116 9 0
                                    

Narra Vanea

Estoy cansada, cansada, cansada realmente. Hoy fue un día agotador a mas no poder, desde que me desperté hasta la cena. Que por cierto todo estuvo delicioso, y bueno a causa de mi retardo tuve que sentarme con Elloy.
No fue tan malo después de todo, hasta ahora veo que la rosa que me obsequio la dejo aquí, en mi cama. Es bonita, bonita como el atardecer; es roja, mi color favorito. Antes creí sentir algo por él pero... Ahora no. Debo enfocarme en las necesidades de mi pueblo, lo que necesite mi Rey y el príncipe, pero sobre todo... Lo que necesito yo, no físicamente si no emocionalmente. Mis sentimientos y pensamientos. Lo se, lo se aveces es complicado de entender, pero esta vez no tengo opción; debo de asegurarme de que mis prioridades estén bien ordenadas y tenga en claro mis metas a partir de hoy. No mas distracciones. No mas dolor. No mas inquietud. No mas preocupación. No mas amor. Así de sencillo será desde hoy... Hay que empezar a notar de que el cambio es bueno en cualquier momento. Es mejor tarde que nunca decía mi madre; la extraño demasiado, solía leerme cuentos para dormir, hacerme peinados raros que al final terminaban gustándome, me vestía de una manera especial, cocinaba distintos platillos todos los días. Mi padre; ese hombre solía llevarme a caminar por el bosque por horas cada que podía, me compraba varios juegues para jamás aburrirme, se preocupaba demasiado por mi. Extraño a mis padres, pareciera que apenas ayer es aquella noche... En la que los perdí. Les jure en sus tumbas que encontraría a esa bruja y la haría pagar por haberme robado a los seres que mas amaba. Por otro lado me siento bien de ahora estar aquí, ser quien soy.
Tengo que vivir mi vida, aun no tengo ni 20 años y ya siento que he pasado de todo, pero no es así.
Nunca olvides que todos tenemos una misión en este mundo, por mas pequeña que sea. Nunca dejes de luchar por lo que quieras, aun que ya sientas que no puedes mas es momento de dar mas y lograr lo propuesto. Nunca esperes mucho de nadie, para que cuando recibas poco no te decepciones. Nunca confíes en nadie, porque lo sabes si esa persona confía realmente en ti. Nunca expongas lo que sientes, así nadie podrá lastimarte ya que si no lo demuestras te vuelves mas fuerte. Nunca digas "nunca" porque a veces parece que es mucho tiempo, pero no es así... A veces "nunca" es solo esperar un segundo a que pase lo justo.

Una heroína para el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora