Narra Elloy
-¿Sabes qué?- Darío negó con la cabeza.- Siento que algo malo va a pasar-
-¿Algo malo?- asentí.- ¿Cómo que?-
-No lo sé. Solo es como un presentimiento- admití.
-Bueno, no debes preocuparte por eso. En este momento las corazonadas son muy comunes- reímos.- Pero si es más que eso, entonces debemos de estar alerta-
-Pues si. En eso tienes razón, amigo- lo miré.- ¿Estás mejor?-
-Si, si. Creo que estoy bien- miró hacia atrás.- Alguien viene- susurro
-Hacia el árbol- señale. Corrimos hasta el y nos escondimos para no ser vistos.
-¿Qué tan difícil puede ser?- gritó una voz femenina. Alerim.
-Es complicado. Además, no seas ingenua y déjate de estupideces- replicó Ilhia.
-A mí no me hablas así- parecía una pelea.- Creí que podía confiar en ti-
-El hecho de que ya no quiera formar parte de esto es distinto- no entendíamos de que hablaban.
-¿Por qué? ¡Eh! ¿Acaso te volverás buena o algo parecido?- le gritó Alerim.
-¿Buena? No me hagas reír, Alerim. Tienes que esperar más tiempo-
-¿Cuánto?- se veía enfadada
-Como un mes-
-¿Tanto?- asintió.- Bien, esperare. Solo que si no sale...-
-¿Qué harás? ¿Me matarás?- soltó una carcajada.- No me hagas reír, niñita-
-Creo que esta charla ha terminado- ambas se fueron por rumbos contrarios del bosque.
-Ya es seguro- salimos del escondite.
-¿Qué estarán planeando?- pregunté
-Nada bueno- se quedó pensando.- Tenemos que decirle a Vanea sobre esto-
-No- sugerí.- Me gustaría que me ayudarás a averiguar esto-
-De acuerdo- sonreí.- Pero tiene que ser de forma discreta, para que ella no se entere-
-Me parece bien-
-Ahora. Hay que seguir con el recorrido- caminábamos cerca del mismo lugar, para no perdernos.
De la nada se escucharon voces y un sonido como de relinche.-Centella- susurro Darío
-¿Qué hace aquí?- pregunté intrigado
-Le dijeron a Vanea que se había escapado-
-Pues vamos a averiguar- asintió.
Al llegar vimos a un par de niños tratando de calmar a la indomable Centella.
-¡Hey! Tranquila, chica- le decía Darío tratando de calmarla.- No te haré daño ¿Lo recuerdas?-
-Chicos, creo que será mejor que regresen a su casa- les dije. Ellos no me respondieron, solo corrieron hacia los adentros del bosque entre risas.
-Ya está mejor- mire hacia mi amigo, ya estaba más tranquila.
-Genial, hay que llevarla de regreso con Van-
El camino fue silencioso, ninguno de los dos pronunció palabra alguna. Era un poco incómodo, pero a la vez relajante.
Necesitaba sentir la brisa en la cara y escuchar el canto de las aves.
Tenía miedo de saber que mis "corazonadas" podían significar algo más allá de lo que se podía imaginar.
-Llegamos- pronunció por fin.
-¿Podrías guardar a Centella?-
-Si, claro- me di media vuelta.- Suerte- gritó, cosa que me hizo sonreír.
Subí hasta la cocina para comer algo, después de un par de horas en el bosque, necesitaba comida.
-¿Se te perdió esto?- voltee.
-No, Alerim. Eso no es mío- no sabia ni que era
-¿Estás seguro?- me acerqué no cuidado hasta ella. Era un extraño camafeo de oro.- Podría asegurar que lo era-
-Te equivocas, eso no es mío-
-Bien. Te veo luego- me quedé inmóvil. No sabía qué decir o hacer.
-¿Todo bien?-
-Si, si. Encontramos a Centella- anuncie feliz
-Gracias. ¿Dónde estaba?-
-En el bosque, se veía asustada. Pero Darío logró calmarla- rió
-Me alegra que la hayan encontrado- asentí.- ¿Puedo contarte algo?-
-Por supuesto- nos dirigimos hasta el gran jardín para hablar en paz.- Cuéntame-
-Cuando fui al bosque en la mañana una voz me advirtió algo- sentí un escalofrío.
-¿Qué cosa?-
-Decía que debía proteger a los que más amaba y que nunca bajara la guardia- me quedé atónito.- Tengo una extraña sensación-
-Yo igual- trague un nudo.- Siento que algo malo va a pasar-
-Bueno, solo de una cosa estoy segura- nos miramos.
-¿De qué?-
-De que no estoy sola- sonreí.
Bueno. Primero lo siento mucho, no había tenido tiempo de subirles capítulo. Pero aquí está.
Dedicado a mi amiga la fabulosa y rara escritora KawaiiAckermanGirl50 que el día de hoy es su cumpleaños.
Pregunta:
¿Qué prefieren, tacos o tamales?
Yo tacos jaja :v-Escritora Loca
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Una heroína para el corazón
FantasyEn el Reino de Treneville, el rey y sus colaboradores decidieron que era conveniente nombrar un defensor de los derechos y libertad de su pueblo y de los reinos vecinos; así que nombró uno muy en particular. Que tendrá aventuras a lo largo de esta h...