Narra Vanea
-No le entiendo- susurré. Todo daba vueltas y me sentía confundida.
-Vanie, vámonos ya- rogó Elloy como por decimacuarta vez.- Ya pasó, ¿sí?, es hora de irnos, Vanea- negué con la cabeza.
-Maldición- susurré.- Yo... Ella... ¿Por qué lo hizo?- no entendía nada. Todo pasó tan rápido.
*****
Me senté en una silla del comedor tratando de relajarme.
-Srita. Francine- miré en dirección al guardia.
-¿Si?
-El Rey Javier la solicita en su habitación- asentí.
Tomé aire, para llenar mis pulmones de la fresca brisa, y avancé.
Toqué la puerta y solo escuché un leve <<pasa, Vanea>>.
-¿Necesita algo, Majestad?- estaba mirando hacia la ventana.
-Sabes que puedes tutearme, Van. Realmente el título de Rey no hace diferencia en nuestra pequeña relación- suspiré.
-De acuerdo. ¿Pasó algo, Javier?- me miró.
-Quiero hablar de lo que sucedió hoy- sentí un nudo en el estomago.- Creo que, si Alerim quería acabar con su vida, fue su decisión. No puedes sentirte mal por algo así, ¿sabes?- negué la cabeza.
-Ella sabía cosas que necesitaba saber... Era... Mi última opción, ¿sabes?- dije seca.- Alerim conocía bien los secretos de muchos, y yo necesitaba saberlos- frunció el ceño.
-¿Secretos?- preguntó cómo si no supiera de qué hablaba.
-¡No finjas que no sabes, Javier!- alcé la voz.- Tú sabes lo que hiciste con ella... Tú sabías de lo que era capaz... Tú, tú...- cerré los ojos.
-Vanea, cálmate, por favor- se acercó a mí.- Si. Se lo que hice... Pero hasta ahora me di cuenta de lo que era capaz de hacer- asentí tratando de tranquilizarme.
-Javier, ¿no lo entiendes?- negó con la cabeza.- Alerim era la clave de todos mis problema, y ahora que se ha ido...- me abrazó.
-Shh... Entiendo que estés así. Solo que recuerda que la clave de tus propios problemas eres tu misma- le sonreí.
-Gracias, Javier.
*****
Si. Alerim se había suicidado. ¿Por qué? No lo sé. ¿Qué haría ahora? Verle el lado positivo.
Además, ahora tenía un problema menos del cual preocuparme.
Tendría más tiempo para estar con Elloy y Darío. Y también preocuparme por el pueblo sin que mis planes se vieran afectados.-¿En qué tanto piensas, Vanea?- esa voz.
-¿Qué haces aquí?- evadí su pregunta.
-Solo vine a verte- sonrió.
-Vete, Ilhia- chasqueó la lengua.
-¿Es por Alerim? Creí que tú la odiabas- la miré.
-No es por ella.
-Hmm... Recuerda que hay problemas más grandes que ese- fruncí el ceño.
-¿Cuáles?- sentí nauseas.
-La seguridad del chico guapo de los ojos cafés- abrí los ojos como platos.
-Ni se te ocurra acercarte a él- dije entre dientes.
-¿O qué, linda? ¿Vas a matarme?- dijo provocándome.
-Pruébame- la reté.
-Ya veremos, niña. Ya veremos- soltó una risita y como siempre, se esfumó.
-Que así sea- susurré.
-¿Sabes algo? A veces pienso que estoy loco, no se... Escucho voces y realmente siento que necesito ayuda- era Dario.
-¿Qué tipo de ayuda?- reí.
-No lo sé. Creo que, no es normal escuchar voces,¿o sí?- lo miré confundida.
-Pues... No sé qué tipo de voces escuches- yo igual las oía.
-Una voz de mujer... A veces está en mi cabeza y trata de decirme qué hacer o a donde ir...- se encogió de hombros.
-Creo que estás loco- reí.
-Que tristeza- fingió una voz grave.
-Sr. Jeltron, usted tiene problemas- soltó una carcajada.
-Ni mencionemos los suyos, Srita. Francine- arrugué la nariz.
-¡Oye!- la di un leve golpe en el hombro. Aún que, siendo sincera, debió sentir una leve caricia de amor.
-¿Qué? ¿Acaso me estás acusando de algo?- fingió indignación.
-¿Yo?- asintió.- Nunca.
Se acercó a mí y me miró.
-¿Qué?- no decía nada.- ¿Tengo algo en la cara?- sonrió.
-No. Solo que... No recordaba que fueras tan hermosa- plantó un beso en mi mejilla y se fue.
Hola a todos mis bellos lectores😂
Si, si. Sé que me retrasé un poco con el capítulo pero, he tendido alguna complicaciones tanto con Wattpad como con mi existencia.
En fin, no los aburriré con cosas que no les interesan así que, cuénteme...
¿Están listos para el final de UHPE❤️?
Dedicado a: ManicomioParaCuerdos
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Una heroína para el corazón
FantasíaEn el Reino de Treneville, el rey y sus colaboradores decidieron que era conveniente nombrar un defensor de los derechos y libertad de su pueblo y de los reinos vecinos; así que nombró uno muy en particular. Que tendrá aventuras a lo largo de esta h...