Narra Elloy
Estaba muy nervioso, porque iba a ser un día especial. Le propondría matrimonio a Vanea.
La había citado cerca del castillo de la duquesa Meredith , donde nos conocimos.
Me había arreglado un poco, quería impresionarla. Corté rosas rojas -sus favoritas- y preparé el anillo.
Ya casi llegaba, faltaban tan solo un par de minutos para el gran momento de mi vida.
Ahí estaba; parada bajo un árbol, traía puesto un hermoso vestido rosa y su larga cabellera recogida en una coleta.
-¡Acá!- agitó la mano. Creyendo que no la había visto.
-¡Ya voy!- grité de igual forma.
Ella sonrió y al llegar me dio un beso en la mejilla.- Te ves preciosa- le dije.-Gracias. También te ves muy bien- la miré.
-Vanea... ¿Sabes porque estamos aquí?- ella negó.
-Dijiste que era una sorpresa- asentí.
-Cuando nos conocimos, sentí que había una extraña conexión entre nosotros- respiré hondo.- Se que al principio tuvimos algunos problemas. Que ahora ya no importan.- asintió.- Agradezco que el destino te haya puesto en mi camino. Que me salvaras aquel día y que hasta el día de hoy... Me permita tenerte- se acercó a mí. Me dio un pequeño abrazo.- Es por eso que el día de hoy...- saqué el anillo. Me arrodillé y ella cubrió su boca con ambas manos.- Me des la oportunidad de ser mi esposa ¿aceptas?- sonreía.
-Si, si, si. Elloy... Acepto- la tomé de la cintura y la besé.
Había esperado mucho tiempo para hacerlo.Después de haber estado un tiempo ahí, decidimos ir de regreso al palacio.
-Es precioso- dijo admirando el anillo.- Me encanta- besó mi mejilla.
-Me alegra escuchar eso- suspiró.
Cuando llegamos al castillo, había un silencio sepulcral. No había "ni un alma en pena".
La tomé de la mano y sentí un hormigueo. Ella también lo notó.
Subimos hasta mi habitación en silencio. No queríamos despertar a nadie y mucho menos, que nos interrogaran.
-Elloy...-
-¿Si?- la miré.
-Te amo- no pude evitará sonreír.
-Yo también- me acerqué a ella.- Esperé mucho tiempo para escucharte decir eso-
{***}
-¡Cárgame, papi!- gritaba mi pequeña. Era idéntica a Vanea, solo que tenía el cabello lacio y de mi color.
-Ven aquí, Annie- Vanea nos miraba.
-Vamos con mami- la tomé de la mano.
Le di un beso a mi esposa y otro a nuestro bebe, el pequeño Geoff; nombre en honor al padre de Vanea.Ahora con mis dos hermosos hijos y la "dama" de mis sueños, mi vida era más que perfecta. Cada momento valió la pena.
¡Feliz año nuevo! Uh-uh.
Primero que nada quiero desearles que se la pasen muy bien y que tengan muchos propósitos para este 2016. Gracias por apoyarme con esta historia.Este "capítulo extra" fue escrito con mucho amor y con las ideas que me han dado. Por lo cual está dedicado a todos ustedes. Quiero aclarar, que este fragmento no es revelación de los próximos capítulos.
Los veo el próximo año😂
-Escritora Loca
(@DLaAutora)
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Una heroína para el corazón
FantasyEn el Reino de Treneville, el rey y sus colaboradores decidieron que era conveniente nombrar un defensor de los derechos y libertad de su pueblo y de los reinos vecinos; así que nombró uno muy en particular. Que tendrá aventuras a lo largo de esta h...