Fanboy Draco Malfoy Convinces Harry Potter to Marry Him

Capítulo 42: Velas y chaperón: ¡El precioso hijo de Lucius quiere ser como él!

Harry se miró en el espejo por tercera vez. Esta era su última noche en Francia y estaba llevando a Draco a su cena sorpresa. Fleur había venido a ayudarlo a prepararse y ella lo había pronunciado "hermoso 'Arry! ¡No sabrá qué hacer una vez que te vea!" Todavía se sentía bastante inseguro después de los comentarios de esa chica sobre su cicatriz. Por lo general, se olvidaba de eso, pero ahora no podía evitar pensar que tal vez era desfigurante. Cuadró los hombros y se sacudió esos pensamientos inútiles. A Draco le gustaba su cicatriz y eso era todo lo que importaba. Su cabello le llegaba hasta los hombros y Fleur había rizado las puntas. En lugar de una diadema, tenía una cinta que sostenía la mitad. Llevaba pantalones ajustados con un suéter ligero para mantenerse caliente en la fresca noche.
"Muy bien Harry. ¡Puedes hacer esto! ¡Vamos a romance con Draco!" Se dio una pequeña charla de ánimo y escuchó a alguien aclararse la garganta. Se volvió para encontrar al Sr. Severus en la puerta. Se sonrojó y aclaró "¡no sus pantalones reales!" El Sr. Severus resopló y dijo: "Espero que no. Creo que Sirius en realidad tendría un ataque al corazón". Harry estuvo de acuerdo con él. Después de que Sirius los vio besarse, tuvo que acostarse porque se sentía muy débil. Su padrino era tan dramático a veces.
"Te ves muy guapo, Harry". Dijo el Sr. Severus, extendiendo la mano para acariciar su cabeza. Harry le dio una sonrisa tímida y respondió: "¿No crees que mi cabello se ve tonto?" Harry había querido dejarse crecer el pelo y Fleur sabía un hechizo, así que lo ayudó a encontrar el mejor estilo.
"¿Tonto? ¡Nunca! ¡Padre piensa que te ves impresionante!" La voz del Sr. Malfoy los interrumpió mientras venía corriendo por el pasillo, con una cámara en la mano.
"Gracias. Pensé que te veías muy bien con el pelo largo, así que quería probarlo". Harry admitió al hombre rubio. El Sr. Malfoy agarró su corazón y tropezó hacia atrás.
"Mi hijo pequeño quiere ser como yo. ¡Mi corazón no puede soportar esas palabras!" Sollozó cuando la Sra. Malfoy se acercó detrás de él y le golpeó la parte posterior de la cabeza.
"¡Lucius, cállate! Vas a despertar a Sirius y si lo haces, ¡estarás durmiendo en el sofá! Los chicos están tratando de tener una velada romántica y todos sabemos que Sirius sería, bueno, Sirius". La Sra. Malfoy dijo suavemente, haciendo que la boca del Sr. Malfoy se cerrara.
"Sí, cariño". El Sr. Malfoy dijo obedientemente.
"¡Te ves maravilloso, Harry! ¡Espero que tú y Draco se diviertan!" Ella besó sus mejillas mientras arrastraba al Sr. Malfoy. El Sr. Severus le dio otra palmadita antes de seguirlos. Harry marchó hacia las escaleras donde Draco estaba esperando con Remy. Iba a acompañar a su cita ya que el Sr. Severus se quedaría atrás en caso de que Sirius se despertara. Draco llevaba pantalones con una camisa negra abotonada. Se veía tan guapo que Harry se desmayó. En ese momento, levantó la vista y sus ojos se cerraron.

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"Gracias por aceptar ser nuestro chaperón, Sr. Lupin". Draco estaba feliz de no ser Lord Black. Después de que Harry lo besó, Lord Black se había callado aterradoramente. Draco iba a comenzar a cerrar sus puertas por la noche porque estaba bastante seguro de que el padrino de Harry lo iba a matar.
"Draco, no me importa si me llamas Remus". Dijo el hombre lobo. Draco lo pensó. Adhiriéndose a sus lecciones de etiqueta mientras crecía, se dirigió a todos los mayores que él con los honoríficos adecuados, pero si se le daba permiso, tal vez podría salirse con la suya abandonando la formalidad.
"¡Está bien Remus!" Le sonrió al otro hombre. Era una pena que lo hubieran despedido de Hogwarts, le gustaba bastante el hombre gentil. Escuchó pasos y se volvió para ver a Harry bajar los escalones. Dejó de respirar mientras lo acogía. Harry tenía el pelo largo. ¡Harry tenía el pelo largo! Merlín, parecía la perfección dada forma, un dios entre los hombres.
"¡Draco, te estás olvidando de respirar!" Remus le murmuró y aspiró aire para no volver a desmayarse.
"Harry, mi corazón, te ves impresionante, ¡no hermoso! Las palabras no son lo suficientemente fuertes como para describirte. Si alguien me preguntara cómo era el paraíso, les mostraría una foto tuya". Draco balbuceó, sus ojos nunca abandonaron a su prometido. Honestamente, no le importaba a dónde fueran, este ya era el mejor regalo que había recibido.
"Te ves muy guapo, Draco". Dijo Harry, su rostro de un atractivo color rosa. Tuvo tanta suerte, pensó soñadoramente.
"Gracias, mi tesoro".
"Muy bien, muchachos, si han terminado de mirarse el uno al otro, vamos a llegar tarde". Remus dijo y Harry rápidamente sacó una venda de sus ojos del bolsillo.
"¡No mires Draco!" Harry se lo ató alrededor de los ojos y lo llevó afuera. Felizmente siguió a su amor mientras el sonido de París resonaba a su alrededor.

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Remus no pudo evitar arrullar la cantidad de trabajo que su cachorro había puesto en su pequeña cita nocturna. Se había negado a decirle a nadie dónde estaba para que no derramaran los frijoles a Draco. Remus personalmente pensó que también quería asegurarse de que Sirius no interrumpiera, el viejo perro. Mientras Harry los arrastraba hasta la Torre Eiffel, saludó al asistente que custodiaba una puerta.
"¡Hola Sr. Potter! ¡Todo está configurado tal como lo pediste!" Dijo el hombre y les abrió la puerta. Remus no pudo evitar su jadeo mientras miraba alrededor del pequeño balcón. Las velas ardían por todas partes y una mesa para dos estaba colocada en el medio. Dominaba la ciudad mientras las estrellas brillaban intensamente sobre ellos. ¡Su cachorro era tan romántico! ¡James habría estado tan orgulloso de él por esto! Él también había ido más allá con Lily. Harry extendió la mano hacia adelante y desató la venda de los ojos alrededor de los ojos de Draco. El chico rubio miró a su alrededor antes de agarrar a Harry por la cintura.
"¿Esto es todo para mí? ¡Mon amour, no deberías haberlo hecho!" Draco gritó mientras salpicaba la cara de Harry con besos. Remus siguió su ejemplo y dejó a los dos tortolitos solos para disfrutar de su noche. Mientras se sentaba en uno de los bancos disponibles para el público, sus pensamientos se dirigieron a los de Delacour. Sabía que estaban interesados en él románticamente, tendría que ser un idiota para no darse cuenta. Fleur ya había comenzado a llamarlo pater, una variación de la palabra padre. ¡Ni siquiera había aceptado su noviazgo todavía! Tendría que contarles sobre su pequeño problema peludo antes de siquiera considerarlo. Mientras miraba el cielo nocturno, se permitió esperar que tal vez todo funcionara. Tal vez él también podría ser feliz.

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Lucius vio a su hijo suspirar por centésima vez, sus ojos se desviaron hacia donde estaba Harry. Estaban esperando a que llegaran los Delacour antes de salir de Francia.
"¡Oi! ¡Mocoso, deja de suspirar o te daré algo por lo que suspirar!" Sirius dijo mientras se ataba el pelo en un moño. Estaba un poco molesto porque había dormido durante la cita de los chicos anoche. Lucius no iba a decirle al hombre que Cissy había drogado su té para que no "fuera un aguafiestas".
"¡Lo siento, Lord Black! Estoy tan molesto que no pude obtener una buena imagen de lo encantador que se veía Harry a la luz de las velas". Su hijo tenía la sonrisa más grande en su rostro. Lucius no pudo evitar acicalarse. Había conseguido un montón de fotos de los chicos y no podía esperar para ir a casa y comenzar a hacer álbumes de recortes.
"¡Hola! ¡Esperamos que no hayas esperado demasiado!" Claude dijo cuando llegó su familia. Fleur inmediatamente comenzó a susurrar con Harry cuando Draco y Gabrielle se metieron en una pelea de miradas.
"¡Estamos listos cuando tú lo estés, Polly!" Cissy dijo brillantemente. Ella se llevó bien con Apolline y él se estremeció al pensar en qué travesuras se meterían una vez que Andy se uniera a ellos.
"¡Pater, me gusta tu capa!" Fleur dijo mientras tomaba la mano de Remus. Observó al hombre lobo darle una cálida sonrisa antes de decir "gracias, querida. Draco me compró un vestuario completamente nuevo antes de irnos de vacaciones". Apolline estaba hablando rápidamente con Draco, su francés demasiado rápido para que el encanto de la traducción lo descifrara. Pensó que era lindo lo mucho que los niños Delacour ya se aferraban a Remus. No veía por qué Remus no había encerrado a la pareja francesa todavía. Si no estaban juntos antes de que los niños fueran a la escuela, él decidió que ayudaría. ¡No lo habían llamado Love Guru Lucius en sus días escolares por nada!