Capítulo 4: Narcissa asesinará a este muggle y no, Lucius, ¡no puedes detenerme!

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Lucius no tenía palabras. Esto rara vez sucedía, por lo que no estaba seguro de qué hacer. Su esposa y su hijo estaban teniendo un concurso de miradas fijas mientras Potter observaba. Lucius sabía que su esposa había notado un comportamiento preocupante de Potter, ¡pero no podía simplemente secuestrar al Niño-Que-Vivió! Tampoco le gustaba lo flaco que era el niño, pero ¿qué podía hacer?
"Está bien Draco, puedo volver a los Dursley", dijo Harry.
"¡Pero Harry! ¡Cualquiera con ojos puede ver que no te cuidan adecuadamente!" Observó cómo los hombros de Potter se enderezaban repentinamente mientras miraba a su hijo.
"No sé de qué estás hablando", respondió Harry, con voz rígida. Draco abrió y cerró la boca como un pez. Antes de que tuvieran una doméstica y fueran expulsados del restaurante, Lucius intervino.
"Estaba pensando que podríamos hablar con tus familiares sobre recogerte para Hogwarts, Harry"
Potter se encontró con su mirada antes de mirar a Draco.
"Supongo que eso estaría bien" Podía decir que su hijo estaba furioso mientras llamaban al Knight Bus. Abordaron el autobús y miró a Potter en busca de la dirección.
"Es el número cuatro de Privet Drive en Little Whinging"
Mientras tomaban asiento, se imaginó a Dumbledore prácticamente echando espuma en la boca de un mortífago sabiendo la ubicación de su chico dorado. Permitió que una pequeña sonrisa se mostrara en su rostro cuando el autobús despegó.

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¡No era justo! ¿Cómo podrían sus padres permitir que Harry regresara? Sabía que vieron lo que hizo.
"¿Estás enojado conmigo Draco?" Draco se volvió para mirar a su amigo más preciado.
"¡Nunca podría estar enojado contigo Harry! ¡Estoy enojado porque no puedes volver a casa con nosotros!" Draco nunca quiso que Harry malinterpretara sus sentimientos. Involuntariamente causaría problemas y él no lo toleraría. Según la madre de Greg, un buen matrimonio necesitaba una buena comunicación, así que eso es lo que Draco haría. "Nos veremos en un mes,
¿verdad? ¡Y luego iremos juntos a Hogwarts!" Harry dijo brillantemente, tratando de aligerar su mal humor.
"¡Así es! ¡Y solo porque no podamos estar juntos no significa que no podamos ir y venir! Incluso podría hacer que Dobby dejara regalos". Sí, eso es lo que haría. Era el único compromiso en el que podía pensar.
"¿Más regalos?" Harry jadeó.
"¡Por supuesto que más regalos Harry, te mereces lo mejor y me aseguraré de que lo recibas!" Podía escuchar la risa de su madre detrás de él, pero la ignoró. No se avergonzaba de su devoción a Harry y le contaba a todos los que conocía sobre su próxima unión. Observó la cara de Harry mientras asentía para sí mismo.
"¡Bueno, tú también estás recibiendo regalos! ¡Un matrimonio debe ser entre iguales!" Draco podría haber muerto e irse a la otra vida. Sabía que sus amigos lo consideraban extraño por su fijación con Harry, ¡pero no importaba porque le gustaba! ¡Estaba tan feliz que sentía que podía producir un patronus!

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Petunia Dursley estaba hojeando una revista cuando escuchó el timbre de la puerta. Su querido Dudley estaba jugando en el vecindario mientras su esposo había regresado al trabajo. Ese chico extraño había causado que Vernon perdiera un día de trabajo debido a sus tonterías. A veces deseaba nunca haber abierto la puerta esa mañana. El niño no había sido más que un problema. Asegurándose de alisar su vestido, abrió la puerta. En su puerta había una hermosa pareja. Rezumaban sofisticación. Ella misma conscientemente alisó su vestido de nuevo antes de lanzar una sonrisa perfecta en su rostro.
"¡Hola! ¿Cómo puedo ayudarte?" Ella observó cómo el hombre miraba detrás de él antes de responder.
"Hola señora Dursley. Mi familia y yo nos encontramos con el joven Harry y a mi hijo le ha gustado. Espero que no te importe si entramos". Podía sentir su rostro pálido mientras miraba alrededor de la pareja para ver a su extraño sobrino escondido detrás de un niño rubio. El niño era una réplica exacta de sus padres y él le dio una mirada desagradable antes de volverse para hablar con el niño.
"¡Tú! Chico, ¿qué le has estado diciendo a estas amables personas?" Volviendo a la pareja, abrió la boca para tratar de hacer un poco de control de daños. Antes de que pudiera decirles qué delincuente era el niño, la mujer tenía un palo en la cara. No, no es un palo. Una varita. Petunia sintió que todo su cuerpo se aterrorizaba. La mujer sonrió fríamente antes de decir "Nos encantaría entrar, gracias" y se abrió paso hacia la casa de Petunia.
"Harry, ¿por qué no le muestras a Draco tu habitación mientras nosotros los adultos hablamos hmmm?" Observó al monstruo llevar al otro bo-freak arriba antes de volverse para mirar a la pareja encaramada en su sofá. Observó cómo el hombre se arremangaba lentamente y vio un tatuaje de aspecto feo en su antebrazo.

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Narcissa solo podía besar a su esposo. Había visto lo pálida que se había puesto la mujer muggle al ver su Marca Oscura. Por supuesto, tenía que haber conocido algunos detalles de la guerra y era obvio que lo sabía.
"Petunia, ¿verdad? ¿Por qué no tienes un asiento?" Echó un vistazo alrededor de la habitación y notó las muchas fotos familiares, pero Harry estaba ausente de todas ellas.
"¿Qué estás haciendo aquí?" Narcissa podía sentir su sangre rugiendo en sus oídos.
"¿Qué ibas a decir exactamente, muggle?" La vio encogerse en el sofá. ¿Cómo se atreve esta ratita a hablarles de esa manera? ¿Cómo se atreve a hablarle al pequeño Harry de esa manera? Narcissa decidió que haría todo lo que estuviera a su alcance para sacar a Harry de esta casa. Podría tomar algún tiempo, pero no dejaría que su yerno se pudriera en esta casa. Echando su cabello sobre su hombro, dijo: "Ahora Petunia, esto es lo que va a pasar".

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Harry estaba avergonzado. Nunca antes había invitado a nadie a su habitación. Nadie habría cabido en su armario y él sabía que era mejor no mencionarlo a nadie. Claro que el segundo dormitorio de Dudley era más grande que su armario, pero todavía estaba en mal estado. Las puertas de su armario estaban rotas porque Dudley las cerró demasiadas veces y su colchón estaba viejo y lleno de bultos. Por lo general, no se avergonzaba de lo que tenía porque no podía evitarlo. No tenía dinero y estaba agradecido por lo que obtuvo. Ver a Draco mirando alrededor de su habitación lo hizo sentir incómodo.
"¿Vives aquí Harry?" La voz de Draco era extraña mientras hacía la pregunta.
"Um sí, esta es mi habitación" "Está bien"

Draco agarró la mano de Harry y lo arrastró a su cama. Se sentó cuidadosamente, lo que Harry apreció porque de lo contrario se habría desmoronado.
"¡Dobby!" Con una grieta, apareció Dobby.
"¡Pequeño Maestro llamará a Dobby!" Harry pensó que Dobby era lindo. Había tomado sus maletas después de que habían recibido sus suministros y parecía que no podía dejar de sonreírles. Llevaba un botón extraño que decía "Drarry" en colores intermitentes, lo que sea que eso significara.
"Dobby, esta es la habitación de Harry. Necesito que arregles todo lo que está roto" Dobby miró cuidadosamente alrededor de la habitación antes de asentir con la cabeza y ponerse a trabajar. Diez minutos después, su habitación parecía nueva. ¡Tenía una mesita de noche con una foto de Draco y una manta con plumas reales!
"Harry, esto es solo temporal. Una vez que te mudes a la mansión, ¡tu habitación será tres veces más grande que esta! Tendrá un baño conectado y todo lo que quieras en él". Draco comenzó a murmurar para sí mismo sobre "parientes terribles" y su pobre "esposo". Abrió la boca pero la cerró cuando escuchó al Sr. Malfoy llamándolos.

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Draco siempre tuvo lo mejor de todo. Sus padres se habían asegurado de ello. Mirar la habitación de Harry lo había enfermado del estómago. ¡Hicieron que su propio sobrino durmiera en un catre! ¡Su habitación estaba llena de basura al azar y nada de eso parecía pertenecer a Harry! Estaba agradecido de que Dobby pudiera hacerlo habitable, pero se sentiría mejor una vez que Harry estuviera a salvo detrás de las salas de la mansión. Siguió a Harry por las escaleras, burlándose de lo muggle que parecía todo. Había notado que ninguna de las fotos incluía a Harry. No podía entender el hecho de que a estas personas no les gustaba Harry. ¿Cómo podrían no hacerlo? Draco técnicamente solo conocía a Harry durante cuatro horas y era muy amable. No se reía cuando Draco divagaba o cuando su madre no dejaba de cuidarlo. ¡Incluso Greg y Vince todavía se burlaban de él y habían sido amigos desde que todos estaban en pañales! Mientras abrazaba a Harry para despedirse, se juró a sí mismo que haría lo que fuera necesario para que Harry nunca más tuviera que poner un pie en esta casa.

Fanboy Draco Malfoy Convinces Harry Potter to Marry HimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora