Fanboy Draco Malfoy Convinces Harry Potter to Marry Him

Capítulo 16: Granny y Hide N Seek-Lucius consigue una nueva cocina

Griphook se sorprendió cuando recibió una llamada de Malfoy Manor. Los otros duendes lo miraron con curiosidad mientras iba a responder. Farrig, que había estado a cargo de la riqueza de la familia Malfoy durante décadas, lo miró fijamente.
"¡Esto es Griphook!" Él respondió. La cabeza de Harry Potter apareció en las llamas "¡Hola Griphook! Lamento molestarte, pero ¿te importa si paso por alto?" El último heredero de la familia Potter había logrado sorprenderlo. ¡Casi tenía una mentalidad de duende cuando se trataba del Heredero de Malfoy y Griphook aprobado! "Siempre aplasta a los que tienes para dañar tu tesoro", fue un duende diciendo que le enseñó al niño. Tesoro es un tesoro real o una persona.
"Por supuesto, heredero Potter". Vio miradas aún más curiosas. La mayoría de los magos se negaron a venir detrás de las ventanillas de los cajeros. Pensaban que su gente vivía en cuevas o algo igualmente ridículo.
"¡Gracias Griphook! Lamento molestarte justo después de Yule. Espero que hayan tenido unas buenas vacaciones". El heredero Potter estaba divagando mientras atravesaba las llamas. Griphook se sorprendió un poco al ver al Heredero Malfoy justo detrás de él. Por lo que escuchó, los dos niños estaban unidos por la cadera.
"Heredero Malfoy". Farrig dio un paso adelante.
"Hola Farrig, espero que lo estés haciendo bien".
"Por supuesto, heredero Malfoy. Tú también". Vio al heredero Potter observándolos antes de mirar a Griphook y susurrar "Griphook, pensé que decidimos llamarnos por nuestros nombres de pila". No tuvo en cuenta el eco y cada duende se volvió para mirarlos. Los magos no ofrecieron sus nombres de pila a los goblins. ¿Por qué lo harían cuando los goblins eran la raza inferior? Griphook dio un suspiro y dijo: "Harry, solo estábamos haciendo eso en privado".
"¿Pero por qué? No me importa si todos saben que me llamas Harry. Es mi nombre, después de todo". El niño dijo obstinadamente.
"Esa es una idea maravillosa, Harry. Nunca pensé en eso. Farrig, ¡me encantaría que me llamaras Draco!" El heredero de Malfoy anunció mientras miraba alrededor de la habitación. Farrig parecía que se iba a desmayar.
"¿Y cuál era la razón por la que necesitabas verme, Harry?" Habló antes de que el otro duende pudiera responder. Farrig le dirigió una mirada agradecida mientras se sentaba con los otros goblins.
"¡El director Dumbledore volvió a regalar la capa de mi padre y Sirius está preocupado de que esté maldito! Draco hizo que Dobby lo revisara, pero a Sirius le gustaría la experiencia de los goblins". Miró a su alrededor antes de decir "Sirius ha estado teniendo uno de sus sentimientos al respecto". Todos los goblins sabían sobre la intuición de la familia Black. La mayoría de la gente pensaba que era paranoia, pero los goblins sabían mejor. Después de todo, ¿era paranoia si la gente realmente quería atraparte?
"Deja la capa aquí y haré que nuestros expertos la examinen". Le dijo al niño.
"¡Muchas gracias, Griphook! ¡Oh y feliz tarde Yule!" Harry empujó la capa y un regalo en sus manos mientras los dos niños desaparecían en el suelo.
"Qué mago tan extraño". Dijo uno de los goblins. Griphook abrió el regalo para encontrar un bolígrafo hecho por duende. Había una nota pegada que decía: "Encontré esto en la bóveda y pensé que te lo devolvería. De tu amigo Harry". No pudo evitar que la sonrisa se extendiera por su rostro. El otro duende tenía razón, qué mago tan extraño.

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Harry corrió por los pasillos de la mansión Malfoy. Había convencido a Sirius y Draco de que debían jugar al escondite. Nunca antes se le había permitido jugar y parecía muy divertido. Abrió una puerta al azar y entró. Parecía una sala de estar.
"Bueno, ¿qué tenemos aquí?" Harry saltó cuando la pregunta salió de la nada. Miró a su alrededor y vio una pintura en la pared. Era una mujer de cabello oscuro con ojos pesados. Ella lo miró fijamente antes de decir "un Potter, ¿supongo?" Su voz era aguda y fría.
"¡Sí señora! Mi nombre es Harry". Ella olisqueó antes de decir "Lo sabía. Te pareces a ese chico Potter con el que mi hijo solía pasar el rato".
"¿Quién es su hijo, señora?" Harry preguntó con curiosidad.
"Su nombre es Sirius. La última vez que escuché que el niño bueno por nada se estaba pudriendo en Azkaban después de abandonar a nuestra familia". Ella escupió.
"¡Oh! ¡Sirius es mi padrino y ya no está en Azkaban!" Harry era bueno ignorando partes de una conversación. Su tía solía decirle cosas horribles, así que aprendió a concentrarse en las partes importantes.
"¿El chico está fuera? ¿Cómo? ¿Sus preciosos magos de la Luz lo sacaron?" La madre de Sirius no parecía feliz con la liberación de su hijo de la prisión.
"No, la Sra. Malfoy lo ayudó a salir".
"¿Por qué en nombre de Merlín haría eso?" Ella preguntó, sus fosas nasales se agitaron.
"Er para poder vivir con él en lugar de mis parientes muggles". Harry respondió, todavía nervioso por las acciones de la familia de su prometido.
"Siéntate chico y cuéntame todo".
Harry se encontró contándole a la Sra. Black sobre su infancia y Draco proponiéndole matrimonio. Al final, tenía una mirada pensativa en su rostro.
"Parece que le ha dado la espalda a esos sucios traidores de sangre y ha regresado con la familia. Interesante." Ella reflexionó en voz alta. Harry no estaba seguro de lo que era un traidor de sangre, pero Sirius vivía con los Malfoy, así que tal vez lo que dijo era cierto.
"Harry, me gusta lo que le hiciste a aquellos que te hicieron daño. Me muestra que devolverás el apellido Black a su antigua gloria", comenzó antes de agregar "por supuesto, tener el nombre de Malfoy detrás de ti no hará daño". Ella asintió para sí misma antes de gritar "¡Kreacher!" Apareció un antiguo elfo doméstico.
"¿Señora llamada Kreacher?" Él croó, sonando como una rana.
"¡Kreacher, Harry será el Heredero Negro, así que seguirás sus órdenes! Él será tu nuevo maestro". La señora Black exigió. Harry no quería ser el maestro de nadie y Kreacher parecía que estaba a punto de desplomarse en cualquier momento.
"mmm Sra. Black-" "
Llámame abuela, querida". Ella interrumpió. Harry miró su retrato. ¡No tenía abuela! La cosa del armario en la que podía pensar era en la tía Marge y ella hizo que su perro lo persiguiera por el patio.
Él le dio una sonrisa tímida y dijo "está bien, abuela".
"Si necesitas algo, asegúrate de llamar a Kreacher, ¿de acuerdo, cariño?"
"Sí, abuela".
"Bien. Ahora ve a jugar con tu prometida". Cuando Harry salió corriendo, Walburga Black sonrió.