Fanboy Draco Malfoy Convinces Harry Potter to Marry Him

Capítulo 104: La boda (Primera parte)

Observó a su padre respirar hondo antes de estallar en lágrimas.
"No puedo creer que mi hijo mayor se vaya a casar". Su padre gimió en voz alta, sus hombros temblaban con cada grito. Él compartió una mirada con Herm y ella dio un paso adelante para frotarle la cara.
"Sr. Malfoy, se verá terrible en las fotos, si no deja de llorar". Su padre dio un olfateo final antes de que comenzara a abanicar su rostro.
"Tienes razón, Herm. Draco, has hecho que tu papá se sienta orgulloso. Te amo, hijo". Abrazó a su padre con fuerza.
"Yo también te amo, Padre". Murmuró y lo vio salir de la habitación. Había pedido a todos que vistieran de negro para su boda. Quería que su querida brillara lo más intensamente posible hoy.
"Está bien, solo estamos esperando comenzar ahora". Herm dijo a su lado mientras garabateaba notas en su papel. Llevaba un impresionante vestido de terciopelo fuera del hombro. Su cabello estaba trenzado por su espalda y perlas colgaban de su cuello. Se tiró sobre el sofá y miró al techo.
"Se ve bien, vicepresidente". Él se ofreció y la escuchó reír.
"Gracias, presidente. Gracias por elegirme como tu padrino". Ella dijo cálidamente y él resopló.
"Como si pudiera elegir a alguien más". Ella había sido su mano derecha desde que tenían once años. Por supuesto que ella sería su padrino. "Apuesto a que Harry se desmaya cuando te ve.
Pareces un príncipe". Ella se rió y él miró su atuendo. Ron lo había logrado, por supuesto. Llevaba una camisa blanca abotonada con una chaqueta blanca encima. Las runas doradas fueron cosidas en el dobladillo de todo y un lazo blanco gigante envuelto alrededor de su cuello con un broche de ópalo sosteniéndolo en su lugar. Las runas hablaban de amor y felicidad, honestidad y devoción. Era todo lo que sentía por su corazón. Sus pantalones eran blancos y sus botas eran las mismas. Solo esperaba no manchar nada antes de caminar por el pasillo.
"Todo lo que necesito es una corona". Él bromeó y ella tuvo una mirada astuta en sus ojos.
"¡Quédate aquí!" Ella salió corriendo de la habitación y él se puso de pie en un segundo. Todos lo habían mantenido separado de su querida toda la mañana y no podía soportarlo más. Sabía que Harry se estaba quedando en su habitación y no perdió el tiempo arrastrándose cuidadosamente por la ventana. Se paró en la repisa de piedra antes de deslizarse lentamente a lo largo del borde. Estaba casi allí cuando se abrió una ventana.
"Draco, ¿qué estás haciendo en las tetas caídas de Merlín?" Su tío parecía molesto mientras apretaba su agarre.
"Oh, hola, tío. Simplemente estaba disfrutando de la vista." Dijo antes de alejarse lentamente. Una mano agarró su chaqueta antes de tirar de él hacia adentro.
"Puedes disfrutar de la vista desde el interior de la mansión." Sus ojos negros se entrecerraron mientras perforaban los suyos.
"¡Solo necesito ver a Harry por un segundo!" Él suplicó y Severus suspiró.
"No quería tener que hacer esto". Antes de que Draco pudiera preguntar a qué se refería, bajó el pasillo y gritó "¡Sirius, Draco está tratando de echar un vistazo al atuendo de Harry antes de la ceremonia!" Se sintió pálido de horror cuando escuchó los pies que se dirigían hacia ellos.

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Una mano se levantó del agua y agarró un puñado de hierba. Pronto un cuerpo siguió y Bellatrix Lestrange salió de las profundidades heladas. Se tomó un momento para orientarse mientras yacía allí. Un sonido sibilante llamó su atención y sintió una llamarada de irritación cuando Barty Crouch sacó la cabeza del suelo a diez pies de distancia de ella.
"¡Vete, agacharte! ¡Gané la apuesta y lo sabes!" Ella siseó y él tuvo la audacia de sacudir la suciedad de su cabello en su dirección.
"¡Llegamos aquí al mismo tiempo, Lestrange!" Él escupió y ella deseó tener su varita. Ella lo hacía gritar, la pequeña cucaracha. Ella pensó en ahogarlo, pero el nado hasta la orilla había tomado la mayor parte de su energía. Una vez que recuperaba el aliento, al menos le sacaba uno de los ojos. Podría convertirse en el Mad Eye Moody del lado oscuro. Ella resopló ante sus pensamientos antes de que una mano agitara frente a su rostro.
"¿Estás listo? ¡Tenemos que ponernos en marcha, si queremos llegar a tiempo!" Él dijo y ella apartó su mano.
"No necesito ni quiero tu ayuda". Ella lo miró por la nariz cuando se puso de pie. Se ató el pelo y comenzó a caminar, ignorando al hombre más joven mientras la seguía.
"¿Por qué no sacaste a tu esposo de Azkaban?" Crouch preguntó mientras saltaba sobre una rama. ¡Habían estado caminando durante tres horas y el idiota no dejaba de hablar!
"¿Por qué haría eso? Es molesto". Ella resopló antes de caminar más rápido. Se había casado con Rodolfo porque su padre lo había arreglado. En realidad no le gustaba el tonto. Él se había inclinado ante todos sus caprichos y eso se volvió aburrido después de un tiempo.
"Oh. Bueno, supongo que eso nos hace amigos, ¿verdad? ¡Ambos estallamos juntos y ahora también estamos huyendo juntos!" Crouch dijo alegremente y ella quería arrancarle la lengua.
"Veo que los Demontors ya han podrido tu cerebro. No somos amigos". Dijo con firmeza antes de alejarse. Finalmente quedó en silencio y ella disfrutó de ello. Azkaban nunca estaba callado, otros prisioneros sollozaban o gritaban. Aprendiste a ignorarlo rápidamente, pero ella siempre había echado de menos el silencio. Fue agradable.
"Bueno, creo que somos amigos". Un murmullo petulante vino detrás de ella.
"¿Qué crees que usará Harry?" Crouch preguntó y ella se dio la vuelta para tirar de su cabello cuando una grieta vino de frente a ellos. Alguien comenzó a caminar hacia ellos y ella rápidamente golpeó su mano sobre su boca. No necesitaba que Crouch le preguntara a quien fuera si sería su amigo.
"Lamento molestarlos jóvenes, pero ¿dijiste Harry? ¡Me dirijo a la boda de mi nieto y me encantaría tener un compañero de viaje!" Un anciano con acento gritó. Se pellizcó la nariz cuando Crouch saltó y saludó al enemigo potencial. Cómo se convirtió en un mortífago, ella nunca lo sabría.
"¡Soy Barty y esa es Bella! ¿Cómo te llamas?" Prácticamente podía ver una cola de perro moviéndose detrás de él mientras le preguntaba al extraño.
"Ah, encantado de conocerlos a los dos. Mi nombre es Gellert Grindelwald".