Fanboy Draco Malfoy Convinces Harry Potter to Marry Him

Capítulo 37: Baking & Talks-¡Draco se desmayó y es totalmente normal!

Lucius no había visto a su hijo en una semana. Mimi le había estado trayendo ropa todos los días y Narcissa estaba visitando a su hermana. ¡Decidió que ya era suficiente! Gritó "Grimmauld Place" y pasó por el floo. Quitándose el hollín de los pantalones, pisoteó el pasillo. Fue a la cocina y encontró a Harry cavando alrededor del armario.
"Harry, mi querido hijo. ¡Te he extrañado mucho!" Gritó, recogiendo a su dulce hijo en sus brazos. ¡Harry finalmente estaba ganando algo de peso! ¡Qué maravilla!
"¡Hola Sr. Malfoy! Yo también te he extrañado". Harry lo abrazó con fuerza. Lucius estaba tan orgulloso de él. ¡Recordó cuando Harry se negó a mirarlo a los ojos y ahora lo abrazó!
"¡Te he extrañado demasiado, cariño! ¿Dónde están todos?" Se sorprendió al encontrar a Harry solo. Sabía que Draco estaba atado a la cadera con el otro niño.
"Sirius y Draco están luchando para ver quién tiene un cabello más bonito. ¡Ya han estado encerrados en el baño durante veinte minutos! El Sr. Severus y Remy están preparando pociones juntos". Harry le dijo mientras cavaba otro tazón. "¡Y vamos a hornear juntos!" Terminó, dándole una amplia sonrisa. Lucius sintió que su corazón crecía tres tamaños más grandes. Draco había heredado la habilidad de Narcissa en la cocina desafortunadamente. Después de su decimotercer pastel quemado, su hijo había decidido que hornear no era para él. Eso dejó a Lucius sin nadie con quien compartir su pasión hasta ahora. Olfateando, respondió: "¡Me encantaría!" Cinco docenas de galletas más tarde, Lucius decidió que si Draco alguna vez rompía con Harry, lo repudiaría. ¡Nunca supo que hornear con otra persona podría ser tan divertido!

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Harry tarareó mientras congelaba las galletas de azúcar. El Sr. Malfoy estaba mezclando la masa para unas galletas de limón. Ya habían llenado los mostradores con diferentes postres. Harry nunca tuvo a nadie con quien hornear antes. Para cuando era lo suficientemente alto como para llegar a la estufa, tenía la edad suficiente para leer recetas, por lo que la tía Petunia nunca se había molestado en enseñarle. ¡Fue realmente agradable! El Sr. Malfoy no le gritó ni lo golpeó con una cuchara.
"¡Algo huele maravilloso!" Dijo el Sr. Severus mientras él y Remy entraban por la puerta.
"Harry y yo hemos estado horneando juntos". El Sr. Malfoy les sonrió. Harry no pudo evitar su alegría por lo feliz que estaba el otro hombre de pasar tiempo con él.
"¡Parece que ustedes dos han hecho un gran trabajo!" Dijo Remy. Harry tomó las galletas de chocolate que hizo específicamente para Remy y se las entregó al hombre lobo.
"¡Los hicimos en forma de lobos para ti!" Remy le dio una sonrisa y le dio un mordisco.
"¡Estas son las mejores galletas que he comido, cachorro!" Harry le dio dos platos más, instándolo a comer más. La puerta se abrió dramáticamente cuando Draco y Sirius se pavonearon. Sirius tenía su cabello en ondas suaves bajando por su espalda. Draco tenía el pelo corto y afeitado en los lados. Harry no pudo detener su chillido.
"¡Draco! ¡Mira tu cabello! ¡Se ve tan bien!" Harry brotó, extendiendo la mano para tocarlo. Draco enterró su rostro en su hombro y dijo "¿realmente te gusta? Lord Black me ayudó". Harry pensó que se veía genial. "¡Sí! Creo que te ves muy guapo". Observó que los ojos de Draco se volvían suaves y se inclinó hacia adelante. Los ojos de Harry se cruzaron cuando Draco se acercó, su nariz se cepilló. La mente de Harry se quedó en blanco. Oh. Mi. Dios. Draco iba a ki- harina iba a todas partes mientras Sirius les arrojaba un puñado. Harry comenzó a estornudar mientras el Sr. Malfoy le gritaba que saliera de la cocina. Harry podía sentir su rostro sonrojado y culpó a su ataque de estornudos, negándose a mirar a Draco.

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Sirius sintió que su ojo se contraía mientras revisaba sus maletas. ¡Ese pequeño twerp había intentado besar a su ahijado justo en frente de él! Respiró hondo y lo dejó salir. Cissy lo alimentaría con los dementores si le hacía algo a su precioso hijo. Hoy se iban a Francia y él estaría en su mejor comportamiento.
"¿Todavía estás haciendo pucheros, Sirius?" Severus estaba apoyado contra la puerta. Sirius lo fulminó con la mirada.
"¡No estoy haciendo pucheros! ¡Solo me preocupa que Harry se vuelva mono!" Sirius lo había recibido cuatro veces cuando era más joven. También había besado a la mayoría de Hogwarts, ¡pero ese no era el punto!
"Cariño, déjalos en paz. ¿Qué hay de malo en que hm besen? Son solo niños". Severus se inclinó y se sentó a su lado.
"¡Lo sé, pero eso significaría que Harry está creciendo!" Severus solo esperó a que continuara.
"Ya he extrañado gran parte de su vida, pronto se mudará y se casará. Ya no me necesitará". Sirius escuchó su voz quebrarse cuando terminó.
"Sirius amor, Harry siempre te necesitará. Puede cambiar ligeramente a medida que envejece, pero siempre necesitará a su padrino". Como para probar su punto, llamaron a su puerta y Harry la abrió.
"Padfoot, ¿crees que soy raro?" Harry no lo miró como preguntó. Sirius se apresuró a levantarlo y dejarlo entre él y Severus.
"¿Por qué pensarías que ese cachorro? ¿Alguien te llamó raro? ¡Dime quién y los enterraré en el jardín!" Sirius dijo con saña. Harry se frotó las manos y dijo: "Nos encontramos con mi primo Dudley ayer y dijo que una vez que mis amigos se enteren de lo raro que soy, huirán. ¡He estado tratando de no hacer nada raro, pero a veces no puedo evitarlo!" Harry dijo apresuradamente. Sirius sintió que su corazón se congelaba. ¿Su ahijado estaba reteniendo su magia? ¡Eso no era seguro!
"Harry, mírame". Una vez que finalmente levantó la cabeza, continuó: "No hay nada extraño o extraño en ti. Por favor, prométeme que no retendrás tu magia a nadie. Podría lastimarte seriamente". Harry pareció pensarlo antes de decir "está bien. No lo retendré más".
"¿En cuanto a tus amigos que te dejan? Eso no sucederá. ¡Quiero decir que tienen un club dedicado a ti! ¡No creas que no vi a ese chico Malfoy tratando de besarte antes!" Observó que la cara de Harry se ponía roja y se puso de pie rápidamente.
"Bueno, gracias por la charla. Te quiero. Adiós". Y salió corriendo de la habitación. Regresó y dijo "te amo también, Sr. Severus". Y salió corriendo de nuevo. Severus se volvió y lo miró. "Realmente necesitamos hacer algo con esa miserable familia". Sirius tenía un plan.

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Draco era un idiota. ¡Trató de besar a Harry en una habitación llena de gente! ¡Por supuesto que estaría avergonzado! Lord Black ni siquiera había dudado en interrumpirlos, el fanático. Una vez que llegaban a Francia, él romanzaba con Harry y lo besaba bajo las estrellas. Estarían celebrando su cumpleaños en un par de días y él sabía lo que estaría deseando. El objeto de sus pensamientos entró corriendo.
"¿Qué pasa Harry?" Harry lo miró y se acercó más. "Sirius se estaba burlando de ti por tratar de besarme". Harry anunció. ¡Draco no apreciaba a Lord Black tratando de bloquearlo! Sabía que el otro hombre estaba tratando de deshacerse de él. ¿Quién más pondría polvo para picar en el cajón de su ropa interior o cambiaría su champú a acondicionador? El hombre era una amenaza y, Harry suavemente alcanzó su rostro. Draco sintió que su corazón se aceleraba y sus manos sudaban.
"¿Harry?" Susurró, su voz aún sonaba fuerte. Harry se puso de puntillas y rozó sus labios contra los suyos. El cerebro de Draco se cortocircuitó y su alma abandonó su cuerpo. ¡Harry lo estaba besando! Merlín, era todo lo que había soñado y más.
"¿Draco? ¿Estás bien?" Abrió los ojos para encontrar a Harry mirándolo. ¿Cuándo se había tirado al suelo? Rápidamente se levantó y se quitó el polvo imaginario de la camisa.
"Estoy bien, cariño. Me sorprendiste, eso es todo". No le sorprendió que se hubiera desmayado por un momento. Fue besado por un ángel.
"¿Estaba bien?" Draco agarró suavemente los hombros de Harry y dijo: "Podría pasar una eternidad besándote y nunca cansarme de eso, mi amor". Harry le dio una sonrisa tímida y dijo "¿quizás deberíamos intentarlo de nuevo?" Draco estuvo de acuerdo rápidamente. Así es como el Sr. Lupin los encontró veinte minutos después. Todos se miraron el uno al otro antes de que él dijera: "No vi nada y nunca estuve aquí. Tenemos diez minutos antes de que tengamos que irnos" y se alejó. Cuando Kreacher encogió su equipaje, Draco sabía que estas iban a ser unas vacaciones inolvidables.