Fanboy Draco Malfoy Convinces Harry Potter to Marry Him

Capítulo 96: Bolsillos y Nargles: ¡hay un oso corriendo por Hogwarts!

Draco llamó frenéticamente a la puerta mientras esperaba que alguien respondiera a la cosa sangrienta. Un segundo año se asomó antes de gritar "Lovegood, Malfoy está aquí para verte". Pasó junto a él y la encontró acostada boca abajo en el sofá, con el pelo halo alrededor de su rostro.
"¡Hola Draco! ¿Sabías que las peras son hechas por el gobierno para controlar a las masas?" Ella le preguntó y él se detuvo a pensarlo.
"Eso tiene sentido. ¿Has comido una pera? Delicioso. Son la tercera fruta favorita de Harry". Él le dijo y ella asintió seriamente.
"Entonces, ¿qué estás haciendo aquí?" Se sentó en el sofá antes de poner la cabeza junto a ella, con los pies en el aire.
"Harry se está preparando para su túnica de boda. No puedo verlos, pero tengo muchas ganas de hacerlo. ¿Esperaba que me ayudaras a echar un vistazo?" Todo lo que Draco podía pensar era en Harry envuelto en encaje. Plagaba sus sueños, los ojos de Harry brillaban detrás de un velo. ¡Seguramente se estaba volviendo loco!
"¡Oh! ¡Te ayudaré! Los amigos ayudan a los amigos, después de todo". Ella dijo felizmente y él sabía que venir a Luna era una idea maravillosa. Ella siempre estaba dispuesta a causar una escena.
"Tenemos que tener cuidado de no ser atrapados por Herm". Él le dijo y ella sonrió.
"¡Déjame eso a mí!" Se levantó antes de cavar en su bolso. Sacó un frasco antes de agitarlo vigorosamente.
"¡Es un frasco lleno de Nargles! Todo lo que tenemos que hacer es abrirlo en su dirección y su cerebro se volverá borroso. ¡Podremos escabullirnos más allá de ella entonces!" Draco odiaba molestar a su vicepresidente, pero tenía que hacer lo que tenía que hacer.
Se arrastraron por los pasillos antes de llegar a la Torre de Gryffindor. Herm estaba de guardia fuera de la entrada con Neville a su lado.
"-¡Y luego ella dijo que yo no era femenina! ¿Puedes creer eso?" Herm estaba delirando mientras caminaba de un lado a otro.
"¿Quién dijo eso?" Siseó antes de golpearse mentalmente. ¡Se suponía que debía estar escondido!
"¡Mi primo muggle!" Herm respondió antes de mirarlo.
"No puedo dejarte entrar, Draco. Órdenes estrictas de Harry. Regla número setenta y siete: Si Harry dice que mantenga alejado a Draco, el club debe cumplir". Ella citó y él frunció el ceño. Era solo una regla porque Harry había contraído viruela del dragón durante su quinto año y Draco tuvo que ser sedado para dejar su lado.
"¡Esa regla fue solo por esa vez, Herm!" Trató de convencerla mientras Luna se colaba a su lado.
"¡Lo siento por esto, Hemione!" Dijo mientras abría el frasco. Neville eligió ese momento para tropezar con el aire mientras se estrellaba contra Luna haciendo que el frasco se abriera debajo de su nariz. Draco parpadeó antes de mirar a su alrededor.
"¿Qué estaba haciendo?"

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Sirius observó cómo Draco pasaba junto a él antes de mirar a los otros niños. Luna se reía para sí misma mientras Neville se disculpaba profusamente. Hermione tenía la cabeza entre las manos y podía oírla contar hacia atrás desde diez.
"¡Hola, chicos! ¿Dónde está mi querido hijo?" Preguntó y Luna dijo: "Harry se está preparando para su túnica de boda, Sr. Black". Ella dijo con sospecha y él la ignoró. Luna y su padre habían escrito un artículo sobre él como una estrella de rock secreta hace años y la niña estaba decidida a encontrar su "alter ego". Severus había pensado que era gracioso y le había comprado pantalones de cuero para interpretar el papel. Por supuesto, no había tenido en cuenta lo increíble que se vería en dichos pantalones. ¡Su tonto esposo no lo había dejado salir de su habitación durante tres días!
"¡Gracias, Luna! Entraré ahora". Dijo y encendió el encanto.
"Bueno, ¿no es esa la encantadora guardia de Gryfindor? ¡Oh, hola Violeta!" Saludó al amigo de la Dama Gorda mientras lo miraban.
"¡Dios mío! Sirius Black, no te he visto en años. Te ves bien". La Dama Gorda se rió y él le dio una sonrisa pícara.
"Mi esposo me mantiene joven". Violet abanicó su rostro mientras decía "¡Oh mi!"
"¿Te importaría dejarme entrar, mi señora? Estoy aquí para ver a mi dulce cachorro". Dejó que lo arrullaran durante unos minutos más antes de que finalmente lo dejaran entrar.
"¡Oh, hola!" Ginny dijo mientras llevaba un asiento de inodoro junto a él. Él la miró antes de preguntarle "¿Er, qué estás haciendo?" Ella lo miró antes de responder.
"Fred y George dijeron que extrañaban Hogwarts, así que les estoy enviando un asiento de inodoro para animarlos. Duh." Ella se fue sin decir otra palabra y él se recordó a sí mismo que debía intimidar a Sev para que le diera puntos. Eso fue sangrientamente brillante. Subió las escaleras y abrió la puerta de los dormitorios de Ron.
"Harry, mi hijo dorado, papá está aquí". Anunció y encontró a Harry comiendo una pinta de helado mientras resoplaba. Ron revoloteaba a su alrededor mientras hablaba rápidamente.
"¡Está bien, Harry! ¡Podemos arreglarlo!" Miró alrededor de la habitación y se decepcionó al ver sus túnicas de boda escondidas. Sirius había estado esperando echar un vistazo, pero Harry estaba siendo muy reservado sobre su atuendo. Solo Ron, Neville y Herm lo habían visto, para irritación de todos los demás.
"¿Qué pasa, cachorro?" Caminó sobre las camas antes de agacharse frente a su ahijado.
"Ron olvidó agregar bolsillos". Gimió y Sirius pasó el resto del tiempo tratando de consolar a su niño llorando.

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Harry sonrió salvajemente mientras se miraba en el espejo. ¡Este iba a ser el mejor día de San Valentín hasta ahora! Tal vez incluso mejor que el cuarto año cuando se vistió como un vampiro. ¡Incluso tenía colmillos! Trenzó su cabello en sus bollos característicos antes de ponerse sus zapatillas marrones. Sabía que algunas personas esperaban que se pasara de la raya durante su último año, pero simplemente no tenía tiempo. Estaba tratando de evitar ser asesinado mientras planeaba su boda. Oh, él también tenía exámenes. No estaba demasiado preocupado. Mamá dijo que todavía tenía sus contactos en el ministerio para que pudieran mentir sus resultados, si era necesario. Saltó los escalones para encontrar toda su casa esperando.
"¡Las tetas caídas de Merlín! Este es el mejor hasta ahora". Ernie gritó.
"¡Por favor, déjame abrazarte, Harry!" Justin suplicó y Harry pasó los siguientes veinte minutos mientras sus compañeros de casa lo abrazaban.
"Tan suave". Susan murmuró mientras se frotaba la cara contra su pecho. Harry puso los ojos en blanco antes de que finalmente dijera: "Tengo que irme, Draco me está esperando".
"¡aw!" Harry se fue rápidamente antes de que pudieran comenzar una sesión de abrazos. Tarareó mientras caminaba por el pasillo. Al doblar la esquina, se encontró con alguien. Rápidamente lo agarraron de los brazos para que no se cayera y se encontró acunado en los brazos de la profesora McGonagall. Ella lo miró lentamente antes de decir: "Hoy se ve muy interesante, Sr. Potter". Él le sonrió.
"¡Gracias, directora!" Sabía que ella todavía luchaba por verlo a él y no a James Potter. Probablemente ayudó que no fuera clasificado en Gryffindor.
"¿Supongo que te diriges a desayunar?" Harry asintió con la cabeza y ella tarareó.
"Bueno, vámonos. También voy a asumir que el Sr. Malfoy se excedirá este año". Harry resopló y dijo "Probablemente".
"Mientras no tengamos una repetición de la situación de la paloma", murmuró y Harry quiso decirle que Crookshanks estaría feliz de comer cincuenta palomas salvajes, pero mantuvo la boca cerrada.

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Narcissa estaba rebotando en su asiento mientras esperaba que llegara Harry. Siempre pasó San Valentín con su marido y hoy no fue la excepción. Ella había trenzado perlas en su cabello este año y él brillaba intensamente bajo la luz de las velas. Él había planeado una cena romántica anoche y ella prácticamente había mutilado al pobre hombre. ¡Su esposo podría ser tan apasionado a veces! No podía esperar para cotillear con Andy al respecto. La Casa Hufflepuff entró cuando el Gran Salón se quedó en silencio.
Hannah Abbott se paró en el banco antes de anunciar: "Este es el mejor hasta ahora. ¡Asegúrense de prepararse!" Vio a Lucius sacar su cámara a escondidas mientras el chico Creevey hacía lo mismo. Su marido había comenzado un club de fotografía con el joven Gryffindor. ¡Eran solo ellos dos, pero se llevaban mejor que un incendio en la casa!
"Apuesto a que diez galeones la mitad de los estudiantes se desmayarán". Andy susurró y Lucius le estrechó la mano.
"Estás encendido". Él le susurró y Narcissa puso los ojos en blanco con cariño. El ala del hospital estaba llena el día de San Valentín Harry había decidido vestirse como el vampiro francés de un libro muggle. Toda la escuela se había vuelto salvaje cuando Harry les mostró su sonrisa con colmillos. Su hijo había estado golpeando a otros estudiantes todo el día. La puerta se abrió lentamente cuando Minerva entró. Se dirigió a la mesa principal antes de tocar el podio.
"Demos la bienvenida a nuestro propio Harry Potter". Ella dijo secamente y los fuegos artificiales se dispararon cuando Harry entró. Se agarró el corazón mientras veía a los estudiantes caer como fichas de dominó. Harry tenía puesto un mono peludo marrón. La capucha tenía orejas de oso y una cola hinchada en la espalda.
"Soy el propio oso de peluche de Draco". Harry anunció y su hijo rápidamente lo giró mientras gritaba cumplidos.
"Harry, mi futuro esposo, no pensé que pudieras sorprenderme, ¡pero cómo estaba equivocado! Este es el mejor día de mi vida. Sé que lo digo cada Día de San Valentín, pero es verdad". Lo besó, para deleite de los estudiantes mientras vitoreaban.
"Paga, Malfoy". Andy se rió y su esposo le entregó el dinero a regañadientes.
"¡Será mejor que ustedes dos no jueguen!" Severus ladró.