29. El premio a el rey del inoportunismo es para...

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Empezamos a ver la película, muy relajao todo, notaba a Yeonjun con la mano como con piquiña sobre su muslo, pero en ningún momento la movió de ahí, entonces si el no hacía nada yo iba a hacer nada.

...

Las tentaciones me ganaron mano.

No se que tiene, que me hace volver a el una y otra vez, y aún así no quererlo para más.

Yeonjun tenía su brazo alrededor de mis hombros, pasando sus dedos delicadamente por el inicio de mi brazo, mientras mi cabeza reposaba en lo que supongo era un punto entre su pecho y clavícula, y mi pierna estaba recargada sobre la suya.

Tantas vainas pasaban por mi cabeza en cada segundo que desde hace rato le había perdido la pista a la película, mis ojos seguían en la pantalla, pero mi cerebro estaba sobrevolando alguna parte del Congo.

Yeonjun movió ligeramente su cabeza para dejar un beso en la mía, donde después lo miré, moviéndome sobre el sillón para dejar un beso en su mejilla.

Q marico stop.

Desde ese día en el club hemos hablado burda, y desde hace nada para acá esta siendo más meloso que de costumbre, no se que este insinuando este guaro, pero de alguna manera logra que le siga la corriente

-¿Alguna vez te he dicho que tienes un cabello hermoso?- Dijo por lo bajo mientras yo brincaba en una pata mentalmente.

-No, pero gracias por el cumplido.

Yeonjun bajó su mano curiosa hasta mi cintura, la cual empezó a toquetear torpemente por sobre la camisa, respirando de manera ligeramente errática sobre mi cuerpo, mientras un escalofrío recorrió cada rincón de mi muy humilde cuerpo, mientras en la película soltaban algunos gritos acompañados de un mal chiste.

-¿Puedo?-Preguntó el en voz baja, dirigiendo sus ojitos hacia mi.

-La vez pasada no pediste permiso.

-Estaba seguro de que querías.

-¿Y ahora no lo estas?

-Estaba.-Corrigió el.

Acto seguido con su mano libre alzó mi barbilla y después de una sonrisa me besó, lento y tranquilo pero con su vainita, que lo hacía sentir espectacular.
Su mano empezó a acariciar mi cintura por debajo de la camisa, mientras yo me estremecía en mi lugar, con mi mano sobre su muslo contrario. En un movimiento rápido Yeonjun su separó, dejándome con una respiración agitada.

-Dios, te ves tan lindo

Ok perdón, me limité a sonreír, y dirigirme a sus labios otra vez

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Ok perdón, me limité a sonreír, y dirigirme a sus labios otra vez.

Luego de unos minutos bastante intensos sentí una vibración (no lo que piensan, puercos) a duras penas saqué el teléfono de mi bolsillo, mientras Yeonjun dejaba de lado mi boca, dirigiendo sus besos a mi cuello, mientras yo sacaba el teléfono, para revisar la notificación.

"Es que soy Australiano" Chanmin - Fic VenezolanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora