La Candidata (Swanqueen)

Capítulo 7

21 de abril

51 días hasta las elecciones internas

Emma se había metido en el dormitorio y había salido con la camisa que había insistido en llevar a la lavandería. Regina no comenta sobre eso más allá de un arco de su ceja que hace que Emma pique mientras salen de la casa. "Todo este giro, todos los medios," dice Emma, ​​deteniéndose en el auto de Regina. Regina lo abre y se dirige al asiento del conductor, pero Emma levanta un dedo. En cambio, abre la puerta trasera, saca las cajas de folletos y agarra dos montones de ellas. "Todo eso le da poder a los medios cuando no lo necesitamos. Al diablo con los medios".

"Emma, he crecido hasta en esto. Necesitamos los medios ". Pero ella se apresura junto con Emma, ​​manteniéndose al día mientras le duelen los pies en los talones. "Esa es la primera regla de una campaña política exitosa".

"Es una mierda", responde Emma, ​​dirigiendo el camino más allá de Main Street hacia donde el bosque baja hacia la playa. "Los medios no votan. La gente vota. Olvídate de los medios".

Y una parte de Regina, la parte que ha estado resolviendo esto durante días, está lo suficientemente exhausta como para intentarlo.

Los días sin Emma habían sido una avalancha de actividad frenética, de discusiones y idas y venidas y todos luchando por hacer algo. Pero nada había funcionado, y Regina se había agotado hasta las lágrimas más de una vez, viendo cómo su campaña se desvanecía en polvo.

Y Emma no había estado allí. Había descargado sus frustraciones con Neal, que había sido un idiota y se lo merecía. Ella se estremeció de ira cuando finalmente le dijo la verdad de lo que había sucedido. Que había estafado y engañado a una menor, Emma había tenido diecisiete años cuando Neal la había conocido, que es un conjunto de segunda conversación que ella no va a tener: tomar la caída por su crimen. En que tipo de imbécil masculino se ha convertido.

Ahora se pregunta sobre las chicas que ha traído a casa desde Emma, ​​si cada una de ellas solo ha sido un marcador de posición mientras él ha estado lidiando internamente con las consecuencias de Portland. Si ha estado pensando en esto durante años sin siquiera compartirlo con ella. Tal vez ha estado cubriendo a Emma a su manera, con cuidado de que Regina nunca lleve su furia hacia una chica que no se lo habría merecido.

Regina había estado ausente cuando Neal finalmente regresó a casa, con el padre de Neal en Italia durante un año completo después. Había vuelto a casa, a una casa aún más opresiva que antes, ahora con Gold merodeando y Madre desaprobando. Neal había sido el único que se había alegrado de verla, que la había dejado quedarse en su apartamento hasta que llegó el momento de irse a Yale, que había escuchado mientras ella desempaquetaba cada interacción con madre y luchaba por encontrarla. Él le había hablado de su viaje por el país y lo había hecho sonar como una gran aventura, y ella nunca había pensado que podría estar escondiéndole algo tan vergonzoso.

Se había puesto furiosa al enterarse ahora, herida y un poco conmocionada. Ha pasado tanto tiempo admirando a Neal, viendo todas las cosas de él que había envidiado, su buen carácter y su despreocupado encanto y la forma en que él lo mataría absolutamente como el candidato político de los sueños de madre, si tan solo hubiera el impulso, que esta crueldad y cobardía los ha hecho caer a la tierra. Emma nunca había sido la villana. Su hermano lo había hecho, y tan silenciosamente como él aceptó su ira, todavía puede sentirla palpitar a través de ella.

Y Emma no había estado allí.

Es sorprendente lo diferente que había sido la oficina sin Emma Swan, haciendo comentarios sarcásticos y haciendo más cosas por pura fuerza de voluntad que cualquier otra persona presente. Hay una energía que Emma trae a la habitación, un fuego tan poderoso como cualquiera de las órdenes agudas de Regina. Los demás habían hecho lo que podían, habían reunido sonrisas y habían fingido que no estaban perdiendo la esperanza. Pero había miradas al asiento vacío del escritorio de Ruby, un extraño silencio alrededor, como si Emma se hubiera ido para siempre en lugar de esconderse de los medios intrusivos a unas pocas cuadras de distancia, y solo Tamara se había atrevido a decir lo que todos sabían.