La Candidata (Swanqueen)

Capítulo 18

Regina está fuera por mucho tiempo.  Conociendo a Regina, probablemente haya comprado un teléfono de quemador y esté haciendo entrevistas con Anna Arendelle en este momento. A Emma le gusta pensar que está comiendo helado de Any Given Sundae y charlando con la gente de la tienda sobre Locksley para Storybrooke. La tormenta mediática es inminente, pero sin que aparezca en el diario, su efecto en la ciudad debería ser escalonado.

Pequeños favores. Emma inicia sesión en la computadora que comparte con Ruby y se desplaza página tras página de chismes en Twitter. Hay mucha especulación sobre lo que sucedió en esa imagen. De manera abrumadora, los aspirantes a expertos masculinos con caras pálidas en sus iconos están seguros de que Regina había estado seduciendo a Robin, que había sido una especie de aventura secreta. Mira el lenguaje corporal. Mira cómo ella se inclina hacia él. Esa es una mujer llamando a un hombre indefenso. Quiero decir, ¿puedes culparlo? Ella es una cazadora

Las mujeres están menos convencidas, ya están cruzando Twitter con comentarios selectos sobre Robin y lo que un hombre en el poder puede hacer a sus subordinados. Los reporteros de ciudades mucho más allá de Maine ya están hablando sobre la imagen y sobre el debate, están escribiendo artículos de opinión sobre la hija de Cora Mills que quedó atrapada en el lado feo de la política, se preguntan qué hará la campaña con esto, el cable vivo que tienen en su sede, ya sea Regina o Robin.

Emma espera desesperadamente que Regina no vea nada de eso. Sin embargo, es solo cuestión de tiempo. Sabine ya ha recibido más de una docena de correos electrónicos de varios periódicos, solicitando un comentario, y empuja su teclado lejos de ella con disgusto. "¿Qué se supone que debo decir?" ella exige con furia. “¡Incluso 'sin comentarios' es un comentario! Y no puedo seguir el el puto plan de Regina”

"Oye", dice Neal, y Sabine lo mira con tanta fuerza que él da un paso atrás.

Emma dice: “¿Y bien? ¿Alguien tiene un plan mejor?" Silencio.

Tiene ideas, vagas que nunca cristalizan en su mente. Ella es buena con las ideas, por lo general, pero necesita que Regina esté allí para derribarlas, para exigir soluciones mejores y más específicas. Sin Regina, todos están agitándose y todos lo saben.

Se abre la puerta de la oficina y todos miran hacia arriba con repentina esperanza. Emma hace una mueca. Será mejor que Regina no vuelva ya...

Pero es peor. Es Robin, sonriéndoles a todos y luciendo decididamente alegre. "Bueno", dice, "¿Qué hacemos hoy?"

Todos lo miran fijamente. Hay muy pocas cosas tan discordantes como la fuente de su estrés al entrar tranquilamente en la oficina como si él fuera el dueño, y Jacinda responde, entrecerrando los ojos: "¿Esperando a que renuncies?"

Robin se ríe alegremente. "Graciosa", dice, y luego parece darse cuenta de que nadie se está riendo. Frunce el ceño, luciendo ofendido. “Estoy aquí porque Regina todavía cree que soy el mejor hombre para el trabajo. Un pequeño malentendido no es una razón para renunciar a Storybrooke".

Hay algo en este incidente que parece haberlo galvanizado como nunca antes. Siempre ha sido tolerante, rápido en escuchar al equipo y estar de acuerdo con lo que ellos creen que es mejor. Ahora, sin embargo, camina con nueva confianza, con una especie de seguridad engreída de que su puesto aquí es un hecho.

Emma quiere, desesperadamente, darle un puñetazo en la cara de nuevo. Neal dice, con los ojos entrecerrados: "No necesitas estar aquí hoy, Locksley". Está enojado de nuevo, más enojado de lo que Emma lo había visto antes. Neal suele ser el único tranquilo en la oficina, el que es lo suficientemente relajado como para que la mayoría de las crisis lo dejen tranquilo. El hecho de que Regina se haya lastimado lo ha convertido en alguien oscuro y furioso.