La Candidata (Swanqueen)

Capítulo 25

24 de agosto

73 días hasta las elecciones generales

"Oye", dice Emma, ​​acercándose al asiento de Mulan. "¿Cómo estás?" Ella y Mulan tienen algunas cosas en común, ¿verdad? Ambas hacen ejercicio, son los dos miembros más jóvenes del equipo, ambas... hacen ejercicio...

De todos modos. No han pasado mucho tiempo juntas fuera de salir con Ruby al mismo tiempo, y Emma está decidida a cambiar eso. Mulan es bastante guay, aunque más tranquila que la mayoría del equipo, y cree que podrían ser buenas amigas.

Mulan, sin embargo, parece menos que convencida. "Marian no me ha enviado mensajes de texto en toda la noche", dice, sus cejas arqueadas hacia Emma y un destello de diversión en sus ojos, la única gracia salvadora de Emma. "Tampoco tengo idea de cómo va su noche de fiesta".

"Oh", dice Emma, ​​falsamente sorprendida, "Eso. Me había olvidado de eso. Solo estaba... ya sabes... preguntándome cómo estabas esta noche. Es extraño cómo todos trabajamos hasta tarde”, dice, señalando la habitación.

La sede de la campaña está casi anormalmente silenciosa a esta hora de la noche, cuando incluso los voluntarios que llenan sobres se han ido y han perdido a la mitad de su tripulación básica en algún club. Las últimas cuatro personas en la habitación se han quedado, reacias a irse todavía, y Emma se inquieta y vuelve a mirar el teléfono de Mulan.

Neal suelta una carcajada desde el otro lado del pasillo. "Em, si quieres estar allí, ve", le dice, sonriéndole. “No creo que hayan dejado fuera a nadie intencionalmente. A menos que sea... noche de unión latina o algo así. Además de Sabine ". Frunce el ceño, considerándolo. “¿Es latina si sus padres son del Caribe? ¿O es que...?

Emma se mueve inquieta, sintonizándolo. No, en lo que a todos respecta, Emma no fue excluida intencionalmente. Todos los demás aquí ciertamente no lo estaban, excepto posiblemente para justificar la exclusión de Emma. Lo cual es bastante injusto para Mulan, quien se ve molesta por el comentario de Neal.

"Sabine va a donde vaya Jacinda", dice Tamara, sentada en el escritorio de Neal mientras hojea una carpeta de donaciones de campaña que deben archivar. “Es la noche de los lugareños. Todos los forasteros nos quedamos en el polvo".

“Mulan y yo crecimos aquí”, objeta Neal.

Tamara pone los ojos en blanco. “Sí, y has pasado… ¿cuánto, seis meses aquí en los últimos siete años? Y Mulan tiene un pie fuera de la puerta. Esos cuatro estarán en Storybrooke para siempre". Ella considera. "Bueno, hasta que Regina se mude a esa gran casa en DC en Pennsylvania Avenue".

"Maldita sea", dice Neal con aprobación. "Ella se merece una noche de fiesta antes de que todo comience".

"Una noche, una mañana...", dice Tamara con aire de liderazgo. "Esa chica necesita echar un polvo". Sonríe a los demás y sus ojos se posan en la mueca de dolor de Emma. Sus cejas se disparan una vez, luego sonríe a Neal de nuevo.

Neal hace una mueca y Emma piensa que él se opondrá, pero en su lugar dice: "Eres tan miope". Suspira de repente, nostálgico. "Quizá haya conocido a alguien que valga la pena conservar. He estado alentándola para que encuentre el amor durante tantos años..."

"Está bien", dice Emma, ​​poniendo los ojos en blanco. “¿Podemos reducir la velocidad? Ella podría haber conocido a alguien. Ella no es sólo… no se va a enamorar de ella en el acto… si es que existe…" —Su voz suena un poco demasiado fuerte, un poco demasiado a la defensiva, se encoge de sí misma y se detiene. "Quiero decir, si eso es lo que quiere, entonces… bien…" Neal la está mirando, con las cejas arqueadas y Emma cierra la boca de golpe.