10| ᴇʟ ɢᴀꜱ

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A la mañana siguiente, me despiertan Carol y Vicky, Cayetano ya no está. Nos vestimos y bajamos antes que nadie a cumplir nuestros castigo, limpiar.

Empezamos por el comedor. Roque, Cayetano y yo, nos quedamos mirando a Carol y Marcos que no paran de lanzarse miradas. Marcos me mira curioso y para disimular, les doy una colleja amistosa a cada uno y me voy a la biblioteca con Vicky e Iván y me pongo a limpiar.

—Si te sirve de consuelo, Carol está tan jodida como tú. —Le habla Vicky a Iván después de lanzarse más miradas.

—Pues no sé de qué me hablas. No te iba a preguntar. —Veo que Iván se para en la mesa que limpiaba hasta que se acerca a Vicky—. ¿De verdad está jodida?

—Iván, el mundo no se acaba en ella. —Vicky le pide que la suelte indirectamente.

—Tienes que seguir adelante. No te hace ningún bien. —La apoyo.

Iván se va al baño con los ojos llorosos y nos deja a las solas limpiando, pero Vicky tira el cubo del agua.

—Naia mira. Esta pared está hueca. —Me incita a verlo.

—Corre. Vamos a buscar a los demás. —La agarro de la muñeca y salimos de la biblioteca.

Primero, buscamos a Iván en el baño, pero al entrar, vemos que no está. Me acerco a la puerta para salir, pero no se abre.

—Vicky la puerta no se abre. Está atascada. —Le digo intentando abrirla.

—¿Tienes la horquilla de la otra vez? —Se acerca a ayudarme.

Busco en mis bolsillos, pero no la encuentro.

—Joder, la dejé en el cajón de mi mesa. —Maldigo al recordarlo.

—¿Y ahora qué hacemos? —Ella sigue intentando abrir la puerta.

—Vicky no me encuentro... muy bien. —Le comento con la voz entrecortada al empezar a marearme y me siento en el suelo apoyándome contra la pared.

Se sienta a mi lado y apoyo mi cabeza sobre su hombro antes de perder la consciencia.

Al abrir los ojos, lo primero que veo es a Cayetano y a Héctor tocándome la cara. Empiezo a toser y Caye me sujeta en una especie de abrazo. Iván llega corriendo y me pone un paño húmedo en la nuca haciéndome sentir mejor.

Me llevan a mi habitación y me tumbo en la cama mientras los demás hablan de lo sucedido.

—Que casualidad que nos digan que nos van a matar y se rompe el tubo del gas con vosotras dentro. —Carol saca conclusiones obvias.

—Tenemos que salir de aquí cagando leches. —Dice Iván.

Justo después, escuchamos a Elsa tras el megáfono explicando las nuevas medidas de seguridad. Ahora va a ser imposible.

—Yo no puedo irme. Ahora esta es mi casa y la de mi hermana —Marcos cambia de opinión.

—Lo mismo digo. Es el mejor lugar donde puedo estar ahora mismo. —Hablo por mí y mi hermano.

—Con tu padre estarás mejor, ¿no? —Me pregunta Roque y Laian niega por mí convencido.

—Si al menos encontráramos otra entrada, podríamos demostrar que no nos inventamos todo esto. —Carol habla y Vicky y yo nos mirando al recordarlo.

Salimos corriendo de la habitación con los chicos detrás, bajamos las escaleras hasta llegar a la esquina que hay al lado de la chimenea de la biblioteca. Vicky empieza a dar golpes en aquella pared y suena hueca.

Entonces, empezamos a buscar algo por la zona, lo más mínimo.

—No es por ser aguafiestas, pero esto es una gilipollez. —Dice Iván cansado de buscar—. Que la pared esté hueca no quiere decir que haya un pasadizo por ahí.

𝐋𝐎𝐒 𝐆𝐀𝐋𝐕𝐀𝐍 - 𝙄𝙣𝙩𝙚𝙧𝙣𝙖𝙙𝙤 𝙇𝙖𝙜𝙪𝙣𝙖 𝙉𝙚𝙜𝙧𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora