A media noche me despierto al lado de mi hermano Izan. Saco mi libreta de debajo de la cama tras pasar un rato sin poder conciliar el sueño. Dejo un beso en su cabeza y me dirijo al baño para sentarme en el suelo de siempre y paso el resto de la noche ahí, pensado, comiéndome la cabeza, escribiendo, tarareando. El insomnio.
Me despierto a la mañana siguiente tras haber dormido apenas un par de horas. Dejo a mi hermano durmiendo un rato más y me dirijo a mi habitación en la que encuentro a las tres chicas. Carol, Vicky y la jodida Julia. Creo que el mundo nos une de una manera u otra a fin de cuentas.
Julia sale pitando por la puerta y la esquivo rápidamente poniéndole una mala cara.
Nosotras bajamos a desayunar y nos sentamos en la mesa de siempre al ver a los chicos allí. Saludo a Fermín con una sonrisa y este me sirve. Me siento al lado de Iván el cual deja un cariñoso beso en mi frente.
Entonces, mis compañeros dedican la hora del desayuno en contarme todo lo ocurrido mientras yo no estuve presente. La foto que publicaron en el periódico de una de las huérfanas. Y cómo llegó la jueza Susana Saavedra informando que esa pequeña era ella y que entonces la misma desapareció cuando decidió abrir una investigación sobre este gran misterio.—Naia, tienes una llamada —Escucho ser llamada desde la entrada del comedor.
Salgo extrañada y cojo el teléfono.
—¿Sí? ¿Con quién hablo? —Pregunto.
—Naia, soy yo, tú tío —Le escucho hablar con sigilo.
—¿Tío Martín? ¿Cómo que has contactado por este número? Sabes que es peligroso para tí —Susurro algo preocupada.
—Eso ahora no importa, tenemos que vernos urgentemente —Mi tío ya sabe lo ocurrido desde la última vez que nos vimos por lo que ya sabe dónde encontrarme.
—Eso es imposible. Acabo de volver tras escaparme durante semanas del internado. Estoy en el punto de mira y no puedo jugármela. Lo único que pretendo es que no me manden a mi casa —Niego rotundamente.
—Es sobre tu madre. Sobre su supuesta muerte.
Me paralizo al escucharlo.
—¿Qué sabes? —Mi voz cambia radicalmente a una tensa y entrecortada.
—Nos vemos esta noche a las afueras de tu internado —Entonces me cuelga dando por echo que apareceré.
Y claramente lo haré.
Vuelvo a la sala cuando la gente empieza a irse y veo a mis amigos esperándome.
—¿Quién era? —Pregunta Carolina pasando su brazo por mis hombros.
—Nada importante —Miento haciendo notar mi falta de ganas sobre el tema.
Vamos a clase de literatura con Héctor. Me siento junto a Cayetano en la ventana para poder distraerme un poco y conversar con él. Nos hace falta volver a estar como estábamos antes de desaparecer porque nunca he dejado de quererle.
—Naia cuando acaben las clases pasate por mi despacho —Héctor me distrae antes de comenzar la clase.
—¿Puedo ir al baño? —Pido en mitad de la clase tras levantar la mano.
—Vaya, ya pensaba que me ibas a preguntar algo interesante —Responde con falsa decepción que provoca un par de risas en el ambiente—. Anda ve.
Me levanto y al salir de clase cambio completamente de dirección. Entro en la cocina sin tocar previamente para encontrarme con mi objetivo agradecidamente sola, María.
—Naia qué susto me has dado —Pone su mano en su pecho tras el gracioso repullo al verme que me hace reir—. ¿Qué haces aquí? ¿No tienes clase o qué?
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𝐋𝐎𝐒 𝐆𝐀𝐋𝐕𝐀𝐍 - 𝙄𝙣𝙩𝙚𝙧𝙣𝙖𝙙𝙤 𝙇𝙖𝙜𝙪𝙣𝙖 𝙉𝙚𝙜𝙧𝙖
De TodoNaia es una niña de 16 años que ha tenido una vida difícil y más desde que nació su hermano Izan cuando ella tenía apenas 11 años. Es una niña reservada pero si la enfadan no es de las que se callan, también con muchos problemas ya que su padre no p...