Hoy todo el mundo se va y todavía no sé cómo librarnos de mi padre. Llevo toda la noche dándole vueltas pero la ansiedad no me permite pensar con claridad. Me duele la cabeza y el nerviosismo no me trae buen cuerpo así que bajo a la cocina en busca de alguna pastilla que me ayude a calmarme.
—Buenos días Naia. ¿Qué haces aquí tan temprano? —Pregunta Fermín al verme llegar.
—Que mala cara tienes —Me asegura María.
—Por eso mismo he venido. ¿Me podéis dar alguna pastilla?
Jacinta enseguida me saca una de esos mil cajones de la cocina y Fermín me prepara un vaso de agua.
—Ya me he enterado del acto heroico que hicisteis ayer Marcos y tú. ¿Qué hacíais por allí? —Me pregunta María.
—¿No irías a escaparte otra vez no? —Insinua Jacinta con una cara amenazante.
—No, no. Es una larga historia —Que no pienso contarles.
—No sabía yo que te gustaba dártelas de héroes —Se burla Fermín y le miro con una media sonrisa tontorrona.
—Bueno, hoy por fin marchan los niños. ¿Tú qué vas a hacer Naia? —Jacinta mi pide que me siente a su lado con un gesto para charlar un poco.
—No estoy segura. Mi padre quiere que nos vayamos con él pero... —Recapacito y no termino la frase.
—¿Pero qué? —María se interesa por nuestra conversación —No te veo muy convencida.
—No lo estoy.
—No te preocupes. Seguro que pasas unas buenas navidades junto a tu hermano —Me asegura Jacinta agarrando mi mano con una cálida sonrisa.
—★—
Entro en el comedor y me siento junto a mis amigos al verlos ya allí.
—Naia. ¿Donde estabas? Te has levantado muy temprano —Curiosea Carol algo extrañada.
—Nada, solo me encontraba un poco mal —Me excuso con dicha realidad.
Marcos apoya su mano en mi hombro proporcionándome apoyo al entender la situación. Le ofrezco una dulce mirada.
Pasamos el rato hablando de cómo serán nuestras vacaciones, de las ganas que tienen de descansar de esta historia sin fin.
Me levanto de la mesa para ir a darle los buenos días a mi hermano y a las otras dos enanas. Pero algo se interrumpe en mi camino. Una voz, una niñata hablando de lo indebido.
—¿Esa es la chica esa que se escapó no? ¿La del primo muerto? No me puedo creer que le hayan dejado quedarse —Conversa con su amiga—. He escuchado que su padre le amenazó y por eso se fue.
Me paralizo al escucharla. El odio y el enfado me invade la mente así que me acerco rápidamente a la mesa de esa chica a dejarle las cosas clara si no quiere acabar con un ojo morado.
—Mira niñata, puedes hablar de mí, de mis amigos y de lo que tú quieras. Pero de mis padres, mi hermano y mi primo desde luego que no. ¿Te queda claro? —Le advierto sin más, tras apoyar mis puños bien apretados en la mesa.
—¿Pero qué dices? —Se hace la loca.
—¿Qué si te ha quedado claro? —Le repito con un tono amenzante.
—Mira chica, que tu primo _Me intenta enfrentar, pero ahí acaba su frase.
La agarro del cuello de la camisa levantándola para seguido estamparla contra la mesa y meterle un puñetazo en la cara. En cuanto intento dar el segundo, noto a alguien agarrarme por detrás impidiéndomelo. Intento zafarme del agarre de Fermín pero me resulta imposible. Noto mis ojos cristalizarse cuando veo a la gente a mi alrededor.
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𝐋𝐎𝐒 𝐆𝐀𝐋𝐕𝐀𝐍 - 𝙄𝙣𝙩𝙚𝙧𝙣𝙖𝙙𝙤 𝙇𝙖𝙜𝙪𝙣𝙖 𝙉𝙚𝙜𝙧𝙖
AcakNaia es una niña de 16 años que ha tenido una vida difícil y más desde que nació su hermano Izan cuando ella tenía apenas 11 años. Es una niña reservada pero si la enfadan no es de las que se callan, también con muchos problemas ya que su padre no p...