Más tarde, Vicky, Laian, Carol, Cayetano y yo, subimos a nuestra habitación, la de las chicas. Para enviar las pruebas del crimen antes de la noche de Santa Isabel.
—¿Y eso qué es? -—Le pregunto a Vicky al nombrarlo mientras cojo una prueba que me da Laian y la meto en un sobre.
-—Una vez al año, los alumnos, profesores y personal, nos sentamos a come todos juntos. —Vicky me lo explica mientras escribe en un papel.
—Tiene su gracia. —Sigue Carol dando a entender que no es nada del otro mundo mientras guarda más pruebas.
Presto mi atención en Caye, al verlo un poco tenso y raro, pero lo dejo pasar para más tarde.
—¿Pero a tí que te pasa? —Se queja Vicky de él al tirar una taza que hay en la mesa.
—Lo siento, de verdad. —Se disculpa limpiando su desastre.
—Desde que has hablado con tus padres estás en otro mundo. ¿Te pasa algo? —Le acaricio el brazo preocupada.
—Es que se van a separar. —Nos justifica como si nada.
En nuestras caras se nota la inesperada sorpresa y reacciono dándole un abrazo, creo que es lo máximo que puedo hacer ahora mismo y no quiero verle mal.
—Joder tío, perdón, no sabíamos nada. —Se disculpa Laian por nuestro comportamiento mientras le abraza él también al separarme yo.
—No, no pasa nada. Si estoy cansado de verlos siempre pelear. —Cayetano le resta importancia falsamente.
—¿Y has hablado con tu madre? —Le pregunta Carol.
—¿Para qué? —Caye no ve la necesidad, pero la tiene.
—Toma mi móvil y llámala, en serio. —Se lo doy y lo coge.
Se va en dirección a la puerta, pero para justo antes de salir y se da la vuelta.
—¿Me acompañas? Es que estoy un poco nervioso. —Me lo pide avergonzado mientras se rasca la nuca.
—Claro. —Le agarro la mano y salimos de la habitación.
Nos paramos en el pasillo, un poco alejados de nuestra habitación y marca el número de su madre con algo de tembleque en su pulso y espera a que de tono. Habla con ella, le pregunta qué tal está y conversan un poco más hasta que se despide y cuelga.
—¿Qué tal? —Le pregunto sonriendo al ver su humor mucho mejor.
—Todo ha salido bien. Gracias Naia. —Me abraza con una sonrisa.
Más tarde, estoy jugando al ordenador con Laian. Está apunto de ganar, pero le doy un codazo haciendo mover el ratón y eso le hace perder.
—¡No! ¿Que haces bicho? —Se queja levantándose de la silla en la que está.
—Que pena. Casi lo tenías. —Le digo sarcástica.
—¿Ah sí? Ahora verás. —Y Laian empieza a hacerme cosquillas
—¡Para Laian! —Le pido con dificultad de tanto reír.
—Dime algo bonito y paro. —Me obliga con una sonrisa.
—¡Te quiero! ¡Mucho! —Le lanzo el piropo y para dejándome respirar hasta que somos interrumpidos.
—Vamos chicos, que el de correos ya se va. —Nos avisa Roque cortándonos el royo.
Laian y yo cruzamos una mirada cómplice y vamos tras Roque y los demás para entregarle las cartas al cartero, justo a tiempo. Marcos me abraza emocionado como primer impulso y me correspondo, por fin se acaba toda esta pesadilla, pero vuelve otra al ver llegar al padre de Iván y decido irme de ahí algo asustada por la última vez. Los chicos se van a la habitación, pero yo me quedo mirando y escuchando todo desde lo alto de la escalera disimuladamente.
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𝐋𝐎𝐒 𝐆𝐀𝐋𝐕𝐀𝐍 - 𝙄𝙣𝙩𝙚𝙧𝙣𝙖𝙙𝙤 𝙇𝙖𝙜𝙪𝙣𝙖 𝙉𝙚𝙜𝙧𝙖
De TodoNaia es una niña de 16 años que ha tenido una vida difícil y más desde que nació su hermano Izan cuando ella tenía apenas 11 años. Es una niña reservada pero si la enfadan no es de las que se callan, también con muchos problemas ya que su padre no p...