End Up Here || Michael Clifford

4

—Entonces, él me invitó al parque de diversiones. Y, mencionó que irían sus mejores amigos, así que, me dijo que las invitara, así sería algo parejo. —Finalizó Fanny con una sonrisa, le dio un sorbo a su bebida.

—Yo si, necesito algo interesante en mi vida. ¿Cuándo es? —Pregunté.

—El viernes, a las cuatro y treinta tenemos que estar allá, ¿Nos vemos en mi casa?

—Uh-huh, intentaré llegar temprano. —Dijo Diane, con una sonrisa mientras mordía su baigel.

—Genial. Ahí estaré. —Respondió Ronnie jugando con su cabello. Yo solo asentí dándole a entender a Fanny que ahí estaría.

Apenas había mordido mi croissant, lo que si, ya casi me acababa mi café. Era delicioso en este lugar, al igual que el mismo lugar. me daba la tranquilidad que no solía tener en algunos otros lugares. Sentí como Diane tocó mi brazo, la mire confundida y me hizo un ademán, diciéndome que ya nos íbamos. Asentí y me levanté, tomé mi plato y me acerqué a la barra. Estaba Michael ahí, junto con un castaño, levanté mi mano para llamar su atención, pero él no lo notó, simplemente desapareció por un pasillo que no sabía a donde llevaba. Miré a Michael, estaba concentrado lavando unas licuadoras. Mi única opción era hablarle.

—Umm, Michael... —Hablé, ganándome su atención, elevó ambas cejas con sorpresa y luego relajó la cara, se acercó dejando lo que estaba haciendo, tomó un trapo y se secó las manos.

—Dime, ¿Qué necesitas? —Preguntó él,
desvío su mirada a mi plato y arqueó una ceja.

—¿Podrías darme esto para llevar?

—Si, dame un momento. —Desapareció por el pasillo unos segundos y volvió con una caja, tomó unas pinzas y tomó el croissant, metiéndolo en esa caja, la cerró y me lo dió. —¿No te gustó?

Tomé la caja y negué mirándolo. —No es eso, es delicioso, perdí el apetito, pero bueno. Gracias, Michael.

—Uh, entiendo. Por nada, ten un lindo día.

Él sonrió, unos hoyuelos aparecieron en sus mejillas, no pude evitar sentir ternura, le devolví la sonrisa y me
despedí moviendo mi mano, volví con las chicas, salimos y en cuanto caminamos un poco empecé a sentir empujones leves, Fanny y Diane hacían bulla.

—¿Y eso qué fue?

—¿Amabilidad? —Respondí a la pregunta de Ronnie.

—¿Qué nos ocultas, mi corazón? —Me dijo Di, en uno de sus múltiples apodos que me tenía.

—Les cuento todo, así que, nada. Les diría si pasa algo con alguien.

—Aay, Sal, está bien. —Dijo Fanny, pasando su brazo por mis hombros, mientras seguíamos caminando.

—Cuéntanos de tu novio, mejor.

—Sally, no es mi novio. —Ronnie rió, y Di hizo una mueca. —Aún no, estamos sólo saliendo.

—Bueno, con tu "no novio", cuéntanos cómo te va. —Di hizo unas comillas, reí levemente y mire a Fanny, quien ya estaba sonriendo, pensando en él quizá.

—Bueno, umm, él es muy lindo, me trata bien, es muy atento. Aparte de guapo, también es tierno, y se preocupa mucho por mi. Es tan lindo.

—Que bueno, Fanny, te lo mereces, mereces que alguien te haga feliz. —Le dije, mirándola. El año pasado Fanny había estado en una relación muy tóxica, todo era peleas y siempre veíamos a una Fanny deprimida, furiosa y confusa. Pero esta vez no, este chico era todo lo que ella siempre buscó, él la hacía totalmente feliz.

—Gracias, chicas. Las amo mucho. —Ella sonrió para extendernos sus brazos, las tres nos apresuramos a corresponderle el abrazo, ella besó nuestras cabezas.

—Bueno, vayamos a clase, aún tenemos... —Sacó su celular, miró la hora y elevó las cejas en sorpresa, ese gestó me había recordado a Michael.

—15 minutos, vámonos.

Ronnie tomó mi mano, y empezó a correr, me tomó unos segundos empezar a correr a su ritmo, frente nosotras, iba Fanny, de la mano con Di. Corrimos hasta llegar a nuestro salón, nos detuvimos en la puerta a tomar aire, me apoyé sobre mis rodillas y cuando estuve bien, me incorporé. Di pasó su mano por mi cabello, acomodándolo, lo hizo cuidadosa de no jalarlo o deshacer mis rizos. Nos arreglamos un poco la ropa y entramos como si nada. La clase aún no empezaba, quedaban 5 minutos solamente.

Fuimos directo a nuestros asientos, nos sentamos como siempre, Ronnie y yo frente a Fanny y Diane. Esa era nuestra formación, siempre lo había sido. Me di la vuelta apoyándome en mi silla, para no caerme.

—Tuvimos suerte, no hablemos el resto de la clase, porque, si hablamos, no aprendemos. —Las tres carcajearon al escuchar la imitación que había hecho hacia nuestra maestra.

卌

Siento que quedó muy corto, no sé ALLSKAKS, creo que voy a empezar a hacer más capítulos desde el punto de vista de Michael.

Sally C.