End Up Here || Michael Clifford

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Una noche antes de mi cumpleaños, pedí a todos los santos posibles que mis amigos y familia no me hicieran nada muy grande. Eso a mi no me gustaba y a veces me hacía sentir culpable. Tenían que gastar en mi y darse el tiempo... Era una idea que siempre había tenido pero solo hasta hace poco pude compartirla.

El día de mi cumpleaños, bien se sabe que me gustaba mucho dormir, y ese día quería aprovecharlo para dormir las horas que yo quisiera y ya luego, salir y disfrutar "mi día". Pero claro que así no fue.

Las personas más alegres de la tierra decidieron compartirme un poco de su alegría, aunque yo nunca la pedí.

15 de enero, 9:30am

Ash pasó por nosotros en su increíble camioneta. Estaba impecable. Incluso relucía. De seguro Michael había estado molestándolo con que se viera limpio todo. O pudo haberla limpiado él (entre estas dos opciones la correcta es la primera. Michael es demasiado flojo para hacerlo). Pasó por nosotros a las 8:50am. Ni Luke ni yo entendíamos el motivo de hacerlo tan temprano. Al parecer solo Ash y Mike lo hacían, y no se daban el tiempo de explicarnos. Ash comenzó a conducir hacia la casa de Sally.

—¿Tiene que ser tan temprano? ¿No podemos dormirnos 10 minutos? Digo... Es a las 9:30 cuando vamos a entrar y actuar pero... Por favor. —Suplicó Luke.

—Por favoooor. —Rogué yo. —. O sea, ¿es qué como para qué?

—A ver, tenemos que bajar las cosas de la cajuela, tenemos que esperar a que lleguen las chicas y luego hay que prender las velas, subir lo más silencioso posible... Todo eso, hermano. —Nos respondió Michael.

—Y a parte, nos va a dar tiempo de explicarle a su mamá nuestro plan de hoy.

—Es verdad, eso también. —Asintió Michael mirándolo.

—Lo intentamos, rubio, de verdad que si. —Le dije a Luke. Luke hizo una mueca triste.

—Al menos, ¿no? —Asentí como respuesta a lo que Luke había dicho.

El resto del camino —unos 10 minutos—, nos la pasamos cantando las canciones que sonaban en la radio. Llegamos a casa de Sally, pero Michael le dio un zape en la nuca a Ash. Ashton lo miró con cara de «¿Qué demonios te pasa?», Michael le explicó que entre los cuatro y con la ayuda del hermano de Sally —que Michael contactó un día antes—, bajaríamos todo, pero para no hacer ruido, dejaríamos la camioneta en la esquina. Ashton lo miró mal y estacionó la camioneta en la esquina.

—Vale, perdóname, Ash. Empecemos el trabajo.

Nos bajamos y empezamos a sacar las cosas de la cajuela. No eran muchísimas cosas, apenas eran unas cuantas decoraciones, unos regalos y unas donas. Michael no hizo nada por lo mientras, llamó a Edward y le avisó que ya estábamos afuera. Mientras, Luke y yo estábamos jugando piedra, papel o tijera. Obvio gané yo. Ash estaba avisándole a Fanny que se fueran preparando para venir.

—Hola, chicos. ¿Qué me llevo? —Apareció Edward de repente. Michael sonrió. Nosotros movimos la mano en forma de saludo. Él nos respondió con una sonrisa.

—Esto, por favor. —Michael le dio dos bolsas de regalo. Edward las tomó y empezamos a acarrear todo a la casa. Ash llevaba las donas, Luke llevaba las decoraciones y yo llevaba... nuestras chamarras y demás. Tal cual un mayordomo. Íbamos caminando tranquilos, hasta que Luke me metió el pie y me caí. Se burlaron demasiado de mi, incluso Edward. No paraban de reírse, hasta que les recordé que no podían hacer mucho ruido.