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—¿Entonces vives con tu mamá? —Pregunté, mirando a Sal, habíamos estado hablando bastante, ya que, era mi pareja y a cada juego, aunque nos subíamos todos, íbamos juntos. Así que, empezamos a conocernos.

—Ajá, a veces me quedo con mi papá. ¿Y tú? ¿Viven juntos o...?

—Ah, no, no. Se separaron, vivo con mi papá, hermanastra y madrastra, a mi mamá la veo algunas veces al mes.

—Uh, suena bien, ¿No?, digo, si es que te gusta.

—En realidad si, no es desagradable vivir así, es cool.

Supongo, solo he tenido una madrastra, y aún no vive con ella.

—¿Eso te molesta? Suenas fastidiada.

—No en realidad, simplemente es algo raro, ella me agrada, pero... ya sabes, eso.

—Entiendo. Al tiempo te acostumbras.
Ella se encogió de hombros y miró hacia el suelo, con una sonrisa en su rostro, Diane corrió hacia a nosotros, tomé de la mano a Sally y la detuvo por un momento, seguí caminando y miré a Calum a mi lado.

—Oh, amigo. Esa chica es tan..., especial. Me invitó a salir la próxima semana.

—Ehh, hermano, que suerte, podría ser tu novia. —Le di un codazo y reí levemente.

—Calla, que tú también vas por ahí.

—¿Yo? Que dices, Calum, para nada.

—¿Ah no? Pues yo los veo muy bonitos. —Iba a responderle, pero Diane lo jaló de la mano, y Sal, por otro lado, me dio un pequeño codazo, para llamar mi atención. La mire y sonreí.

—Hey.

—Hey.

Continuamos nuestra plática, hasta que, Ashton nos interrumpió, dijo que subiríamos a un juego que nos llevaba muy alto, y luego nos dejaba caer, ambos accedimos y empezamos a caminar hacia allá. Ronnie y Luke no aceptaron, decidieron ir a comprar recuerdos y esperarnos.

—Eso me da miedo, ah.

—¿Si? Nunca me subí a uno.

—Ni yo, pero he visto reels de estos juegos.

—Esperemos no morir.

—Uh-huh.

Pasamos directo al juego, por los brazaletes que teníamos, nos subieron a los seis, dos y dos, de nuevo en parejas, nos dieron unas indicaciones y acomodaron nuestros cinturones, puse mi mano en el tubo que impedía que o Sally, o yo, saliéramos volando, el juego empezó, subía lento, y durante ese momento, fue lindo ver la ciudad.

—Era mentira cuando dije que no tenía acrofobia.

—¿Eso qué es? ¿Miedo a los juegos mecánicos? —Ella carcajeó negando.

—A las alturas.

—Uh, a mi solo me dan miedo las muñecas, y el amor.

—A mi también. —Arqueó una ceja. —¿El amor? ¿Por qué te da-

Un pequeño tronido hizo que ella no pudiera terminar su pregunta, me miró, asustada, y a la vez ansiosa de saber que pasaría, y oh, dios, no estaba listo para aquello.

—¡AAAAAAAAAHHHH! —Ambos gritamos cuando el juego y el "carrito"donde íbamos nos soltó hacia abajo, íbamos cayendo, miré a Sal, ella gritaba y reía al mismo tiempo, quizá por los nervios. Acomodé mi mano en el tubo, y ella puso su mano sobre la mía, la mire confundido y busqué como aferrarme a sus dedos, mientras seguíamos cayendo. Todo lo que podía escuchar eran gritos, aire, y risas.
Nuestros dedos estuvieron juntos un par de minutos, hasta que llegamos, ella se dió cuenta de mi tacto, quitó la mano y se bajó de su asiento cuando pudo hacerlo, me esperó a un lado.

End Up Here || Michael CliffordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora