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(Un mes después)

Hanbin recibía la visita del chico de la ventana todos los días. Verlo se había convertido en parte de su rutina.

Curarle las heridas también.

El peliazul le había aconsejado hablar con sus padres, con el director o con la policía.

"No tiene sentido, ellos seguirán haciéndolo" Decía, y Hanbin prefería quedarse callado mientras que dulcemente la ayudaba a desinfectar y cubrir sus heridas.

Zhanghao había intentado devolverle su ropa y su chaqueta durante mucho tiempo, pero Hanbin le pidió que las conservara, pues él les daría un mejor uso. Al principio se negó, pero finalmente fue cediendo e incluso terminó usando más ropa de Hanbin, como una camisa de cuadros y una sudadera blanca. Definitivamente se habían convertido en los mejores amigos.

Nada parecía poder arruinar lo que estaban viviendo.

Excepto una cosa...

Hanbin despertó tarde aquel día. Pensó de inmediato que podía ser a causa de las medicinas por lo que no se preocupó en lo absoluto. Después de unos minutos, literalmente corrió hacía la ventana, esperando verlo, pero él ya se había
ido a la escuela.

<< Estúpida escuela >> Pensó.

Pero una corriente de alegría se apoderó de todo su cuerpo al ver en la ventana un papel que decía "Buenos días, chico de la ventana. Espero verte más tarde".

Desgraciadamente, no lo hizo.

Una hora después, cuando Hanbin había desayunado y estaba en su cuarto intentando resolver un crucigrama, no lográndolo gracias a que sus pensamientos siempre eran desviados hacía Zhanghao, recibió una llamada de Irene que no dudo en responder. Necesitaba alejar de su mente al castaño si quería seguir con su rutina.

"¡Sung!"

"¡Bae!"

"Hanbin, acabo de hablar con tu cardiólogo. Me dijo que tu corazón no parece estar respondiendo al tratamiento. ¿Cuándo planeabas decírmelo?"

Vaya...

"No planeaba decírtelo" Susurró, sintiéndose triste.

Decirlo era admitir que estaba mal. Y estar mal era estar enfermo. Sung Hanbin siempre estaba enfermo y estaba cansado de esto.

"Hanbin, yo-" El menor no pudo identificar el hecho de que Irene estaba enojada hasta que finalmente explotó "¡Soy tu amiga, Hanbin! ¡¿En serio no planeabas contarmelo?! ¡¿Querías que lo supiera cuándo fueses de nuevo al hospital?!"

"Irene..."

"¡Soy tu amiga, por todos los cielos! ¡Tu mejor amiga, Sung Hanbin! ¡Decirme cosas como estas es importante!" Inmediatamente se sintió culpable. Ella tenía razón.

"Irene, yo no-"

"Yo solo... yo... yo te quiero, Hanbin y n-no soportaría perderte."

"¡Irene, estoy bien!" Exclamó exasperado. No estaba enfermo. No lo estaba.

<< Sí lo estás, idiota. >>

"¡No estás bien, Hanbin! ¡Tu corazón puede fallar en cualquier momento! Tus exámenes dicen que-."

"¡A la mierda los exámenes! Yo me siento bien, ¡No soy un puto enfermo! ¡Dejen de tratarme como un bebé!"

"Hanbin..."

"No estoy enfermo" Sollozó, cayendo al suelo y cubriendo su cabeza mientras lágrimas escapaban por sus ojos "No lo estoy."

"¿Hanbin, qué sucede?" Irene conocía al chico. Conocía cada mínima faceta de su voz. Sabía lo que estaba por venir.

The window boy - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora