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Pasó un mes.

Hanbin seguía viviendo junto a Zhanghao y su familia, y su madre no lo había mirado ni una vez en todo ese tiempo.  Era como si se hubiese olvidado de él. Una vez Xiaoting había invitado a su padre, Minho y Miyeon a cenar, pues estos tres no permanecían tan alejados de Hanbin como su madre. La intención de la señora había sido que Sunmi se les uniera, pero la mujer no se presentó.

Hanbin y Zhanghao seguían durmiendo juntos, a pesar de lo sucedido con Nara y su madre, pues ya no afectaba como antes al chico peliazul. En realidad, ambos debían admitir que amaban dormir juntos y despertarse de la misma forma.

Hablando de la chica, había hablado con el padre de Hanbin, diciéndole lo arrepentida que estaba y que no le comentara de esto a sus padres por nada del mundo. El señor Sung fue aparentemente comprensivo, pero con la condición de que se mantuviera alejada de la familia.

Zhanghao seguía siendo golpeado por Seokmin y Nara, aunque con menos regularidad e intensidad. Hanbin, por otra parte, ya podía subir las escaleras sin cansarse.

Sooyoung había comenzado a salir oficialmente con Mark, y esto no le daba tanto tiempo para estar con el peliazul, lo cual Zhanghao agradecía inmensamente. No es como si a Hanbin le gustase la chica, o como si él desconfiase de su novio, pero era mejor prevenir que lamentar.

Seunghwan ya no era tan insistente como antes, aunque de vez en cuando intentaba sobrepasarse, Zhanghao siempre se apartaba de él bruscamente e intentaba dejarle en claro que jamás cedería.

Gyuvin y Ricky iban bien. Eran de ese tipo de parejas que el mundo cree que no va a funcionar pero terminan estando juntos para siempre.

La hermosa Irene estaba mejor. Asistir a la iglesia la había ayudado bastante para reconfortar su dolido corazón. No es como si ya no extrañara a Jiwoong. Lo hacía. Aún lloraba al recordar... Pero se había dado cuenta de que ya no podía hacer nada, y de que, tarde o temprano, él habría terminado yéndose. Y eso la hacía sentir un poco mejor.

Hanbin y Zhanghao se divertían como nunca. Él mayor se sentía afortunado. No solo se había enamorado del más perfecto chico en el universo, se había enamorado de su mejor amigo aparentemente.

Gyuvin y Ricky también eran sus mejores amigos, pero enamorarse de ellos habría sido como incesto. Zhanghao los consideraba hermanos, y jamás habría querido arrancarle la ropa a su hermano y tener sexo, eso sería asqueroso.

Y hablando de arrancar ropa y tener sexo, eso era algo que no sucedía en la pareja. Muchas veces los interrumpían, otras no parecían estar en el lugar indicado para tener la primera vez de ambos... Una vez casi pudieron haberlo hecho, pero Zhanghao se resfrió en ese momento y el azabache no quería tener una primera vez llena de... otros fluidos. De por sí, la primera vez suele ser desastrosa. Pero aún así, podría decirse que los chicos habían llegado bastante lejos.

En resumen, había sido un buen mes.

Pero es realmente triste que lo bueno dure poco.





"¿Cuál de los dos me quedaría mejor? Le preguntó Hanbin a Zhanghao, mostrándole dos pantalones.

El chico suspiró, acostado sobre la poco usada cama del cuarto de huéspedes, deseando que su novio terminara de alistarse de una vez.

"Hao, responde rápido." Dijo serio. Lo cierto era que lo único que el chico podía mirar era su parte baja, incluyendo sus piernas y su bóxer de color azul.

"Ninguno. En realidad, ese bóxer te queda fatal. Quítatelo también." Contestó con una perversa sonrisa. Abrió sus ojos de más cuándo el chico de la ventana realmente estuvo a punto de hacerlo. "No es cierto, no es cierto." Se apresuró a advertir, Hanbin mirándolo confundido. No era como si Zhanghao no quisiera mirar un poco, pero debido al poco tiempo que tenían la distracción no sería buena para ninguno de los dos "Cualquiera de los dos te quedara bien. Sobretodo ese pantalón blanco junto a la camisa... Pero estoy seguro de que la camiseta negra me quedara bien a mi, y sabes que me encanta usar tu ropa y..." Miró a su novio, sonrojándose al ver la pequeña sonrisa que tenía en su rostro.

The window boy - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora