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Sunmi no había logrado calmar naturalmente el ataque de pánico que Hanbin había sufrido.

Él había gritado, sollozado, insultado sin parar, roto cosas... había rasguñado su piel y había golpeado el suelo hasta que sus nudillos sangraron. Se había sentido tan herido. Tan estúpido. Incluso Zhanghao lo sabía. Sabía que él era un estúpido y se había alejado como todos siempre terminaban haciéndolo.

Aunque sus padres lo intentaron no lograron detener su ataque. Finalmente debieron llamar a los paramédicos, que se encargaron de administrarle un sedante. Era la primera vez que tenían que hacerlo.

Se despertó bastante tarde a la mañana siguiente a causa del sedante. En cuánto abrió los ojos se encontró con Miyeon y Minho, que estaban sentados sobre el suelo mirando absortos el portátil que estaba frente a ellos.

"Buenos días, Hanbin-ie" Dijo su hermana. Le sonrío, y luego Minho alzó la mirada y también lo hizo.

"Queríamos despertarte, pero teníamos miedo de que estuvieses de mal humor y-"

"¿No deberían estar en la escuela?" Preguntó el peliazul con su ronca voz matutina.

"Mamá nos dijo que podíamos quedarnos contigo si queríamos. No dormimos bien anoche... Aún con el sedante gritaste varias veces."

Hanbin solamente pudo asentir y mirar a su hermano, pidiéndole disculpas por algo que no podía manejar. Intentó sentarse en la cama, pero de inmediato un gran dolor de cabeza lo invadió y cayó de nuevo sobre su espalda.

"¿Por qué me duele la cabeza?"

"Posiblemente fue el sedante" Minho lo miró preocupado. "Te dieron una dosis bastante alta." Hanbin volvió a asentir, sintiendo que su cabeza dolía aun haciendo esta simple acción.

"Mamá dijo que podías tomar unos analgésicos en cuánto desayunaras" dijo Miyeon.

"¿Dónde está ella?"

"Fue a hablar con tus médicos. Quiere saber cómo pudo haber afectado el sedante a tu sistema" Informó. "Estamos a cargo ahora, Hanbin." Se burló, intentando mantenerse seria.

"¿Ustedes?" Por supuesto Hanbin no podía comprender que se trataba solo de una broma.

"Si... Por cierto, lamento lo de tu celular. Minho no quería incendiarlo."

De inmediato Hanbin se sintió alarmado y se levantó. Se apoyó contra la pared en cuanto el dolor de cabeza se hizo presente, y un leve mareo llegó a su cuerpo. Las manos de Miyeon lo llevaron de nuevo a la cama antes de que pudiera caer.

"¡¿Por qué tocaron mi celular?!" Exclamó enojado, demasiado adolorido y mareado como para gritar.

"Hanbin, tranquilo" Susurró Miyeon, acariciando su brazo. El mayor de inmediato se sintió incómodo con el contacto y se alejó lo más que pudo "Era solo una broma. Tu celular está bien. Todo está bien."

"Son unos idiotas."

"Los peores" Sonrió. Finalmente dirigió su mirada al reloj y luego le dijo a su hermano con suavidad "¿Podrías acompañarlo al baño mientras yo voy a preparar su desayuno? Procura que no se caiga" El menor solo asintió.

En cuanto Miyeon se fue Minho se acercó a Hanbin "Vas a levantarte lentamente, Hyung. ¿Está bien?" Hanbin asintió ligeramente "Si te mareas solo dilo" El chico de ojos chocolate volvió a asentir "Muy bien, hagamos esto."

Hanbin logró mantenerse de pie con la ayuda de Minho luego del tercer intento. Caminaron lentamente hacia el baño, deteniéndose a respirar profundamente algunas veces. Luego de hacer sus necesidades fisiológicas, cepillar sus dientes y lavar su rostro, su hermano decidió que no seria mal para el peliazul tomar un baño.

The window boy - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora