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Hanbin no pudo concentrarse lo suficiente durante sus clases de piano. Solo podía pensar en Zhanghao, en su casi beso, en la forma en la que él estaba dispuesto a entregarle su primer beso.

Y también gracias a ese suceso, recordó el suyo. Había sido con Youngseo. Un asco total, por cierto. La chica al parecer era una experta en ese tema y claro, Hanbin no sabía qué hacer con su boca. Fue una experiencia fea y traumática y ella no lo comprendió en lo absoluto, llamándolo un tonto por no saber besarla. Pero estaba ciego de amor en ese entonces. Había hecho locuras por ella... Pero eso ya quedaba en el pasado.

<< Al menos no tuviste sexo con ella, idiota. >> Esto era lo único que Hanbin había hecho bien durante su relación: negarse aunque ella lo pidiera mil veces.

El solo tema lo ponía nervioso, a decir verdad. Aún no se sentía listo para intimar con alguien por su compleja inseguridad.

"No, Hanbin, no... Volviste a equivocarte" Dijo la señora Kim, ayudándolo a colocar sus dedos en la posición correspondiente "Así. Concéntrate, por favor" simplemente asintió, sintiéndose enojado consigo mismo por no lograr tocar aquella pieza que llevaba semanas practicando.

Finalmente terminaron las torturantes clases de piano y estaba dispuesto a salir corriendo por la puerta cuándo la voz de Zhanghao lo detuvo.

"¿Quieres que te acompañe?" Preguntó tímidamente. De inmediato, Hanbin sintió los ojos de la señora Kim y Gyuvin, quien estaba sentado en el sofá junto al mayor escribiendo mensajes con su celular, fijos en él "Ninguno de los dos vino en auto así que... Además, vivimos cerca."

"¿Viven cerca?" Preguntó sorprendida la señora Kim.

Hanbin asintió, no consiguiendo que las palabras salieran de su boca.

"En realidad, somos vecinos" aportó Zhanghao, sonriendo poquito.

"Espera, ¿que? ¿Y Por qué no me lo habías contado, Hao?" Le reprochó Gyuvin.

"Hijo, por favor... No es como si te hubiese ocultado un novio o algo así."

Todos se quedaron simplemente callados, y Hanbin recordó, apenado, la situación tan comprometedora en la cual Gyuvin los había descubierto.

"¿Qué dices, Hanbin?" Le preguntó Zhanghao para obtener respuesta a su pregunta de hace minutos atrás.

Él simplemente pudo asentir con una tonta sonrisa en el rostro. Tomó su patineta y abrió la puerta, esperando a Zhanghao. El chico de la ventana se acercó rápidamente y, luego de despedirse de Gyuvin y su madre, salió por la puerta seguido de Hanbin.

Comenzaron a caminar en silencio, solo mirándose de vez en cuando, el peliazul sonriendo y suspirando cada vez que pensaba en él.

<< Háblale, estúpido. >>

"¿Dónde está el auto?"

<< ¡Idiota! ¡¿No pudiste encontrar nada mejor de que hablarle?!" >>

"Está en el taller ahora mismo. Se le pincharon los dos neumáticos delanteros." Dijo Zhanghao, sereno. Como si esas cosas fueran normal para él.

"¿Ambos?" Hanbin lo vio asentir "Eso es extraño."

"No cuándo SeokMin lo hace" Confesó, fingiendo una sonrisa.

"¿Es la primera vez que lo hace?"

"Hanbin, no hablemos de eso ahora" Fue lo único que dijo. El chico de la ventana simplemente asintió, sabiendo que la respuesta sería no.

Y el silencio apareció entre ambos. De vez en cuando Hanbin deseaba hablar, pero sus palabras parecían demasiado estúpidas en su mente y cerraba su boca.

The window boy - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora