FINAL

466 51 1
                                    


Zhang Hao concluyó que amaba leer y también escribir, aunque sabía que los finales de aquellos hermosos libros, tanto los felices como aquellos dramáticos, eran una completa farsa.

Zhanghao sabía que Hanbin y él no terminarían sus vidas en medio de un paraíso tropical tomando agua de coco y siendo abanicados por un par de esclavos extranjeros muy mal pagados... También sabía que ningún enemigo del pasado terminaría apuñalandolo hasta la muerte, y que Hanbin no lo vería mientras se desangrara, y que mucho menos daría sus últimos suspiros mirando los ojos llorosos de su marido, recostado sobre su pecho, susurrando sus últimos deseos, sintiendo como la sangre salía por sus múltiples heridas.

Zhanghao creía en los finales realistas, y en las vidas realistas. Gracias a esto sus dos primeros libros se habían vendido realmente bien.

Las personas adoraban la forma en la que lograba crear historias fascinantes con finales tan comunes que podían ser reales. Zhanghao sabía que lo hacían porque los lectores estaban tan acostumbrados a finales dramáticos y finales felices que se habían olvidado de los finales verdaderos.

Su trabajo como editor también estaba dando buenos frutos.

Se podría decir que, con todo su esfuerzo, Zhang Hao estaba triunfando.

Estaba entrando al auto luego de un largo día de trabajo cuando recibió una llamada de su esposo, una hermosa foto de su sonriente y perfecto rostro apareciendo en la pantalla del celular junto a la melodía de una de las canciones de Frank Sinatra.

"Hola amor." Dijo con una sonrisa. Era extraño como Hanbin, después de tres años de matrimonio, seguía haciéndolo sentir como el chico de diecisiete años que lo había visto a través de la ventana.

"Amor, sé que probablemente estás muy cansado luego de trabajar pero necesito que vengas al estudio. Mi auto se averió."

"Te dije que no compraras esa chatarra, Bin."

"Era lo único que podíamos pagar luego de comprar este estudio en Seúl, remodelar el viejo departamento de Irene y, bueno... tú sabes que otra cosa."

A pesar de que Zhanghao tenía buenos ingresos y de que el trabajo de Hanbin les proporcionaba una buena cantidad de dinero, Zhanghao estaba empezando en su carrera al igual que su esposo, lo cual no les permitía darse todos los lujos que cualquier persona querría.

"Puedo intentar repararlo si estás demasiado cansado. Estoy seguro de que moviendo un par de cables-"

"No, yo solo..." Suspiró audiblemente "Estaré allí en quince minutos ¿Bien? Solo compra un té y-"

"Lo haré" Aceptó "...¿Te entregaron los exámenes?" Preguntó después de unos segundos.

Por supuesto, Zhanghao sabía que su esposo iba a querer hablar sobre aquello.

"Sí." Admitió mientras comenzaba a conducir a través de las calles de Seúl hacia el estudio de su esposo, donde trabajaba junto a otro joven fotógrafo y un par de aprendices.

"¿Qué tal?"

"No los he visto..." Contestó en voz baja. No era como si Zhanghao esperara un mejor resultado que el de la vez anterior.

"¿Crees que funcione esta vez?"

"No lo sé. Nuestro intento anterior fue un asco, y este podría ser igual, así que realmente no sé que esperar..."

"Vamos, Zhang Hao, tienes que ser positivo. Esta vez nuestra esperma es la que está dentro. Ambos estamos esta vez, y por si no te has dado cuenta los Sung somos fuertes, así que no dudo que dentro de menos de nueve meses tengamos a un pequeño niño de ojos marrones llamado Sangeo llorando en el departamento..."

The window boy - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora