034

506 80 23
                                    


Zhanghao se despertó completamente feliz, sonriendole a la vida. Muchos habrían dicho que debido a lo sucedido con Jiwoong días atrás no debería de estar haciendo eso, pero no podía evitarlo. Quería sonreír al ver la fecha indicada en la pantalla de su celular, y simplemente lo hacía.

La muerte de Jiwoong le había enseñado que la vida podía terminarse en un abrir y cerrar de ojos, así que haría todo lo que deseaba hacer sin importar qué.

Tal vez podía sonar cruel... Y ciertamente lo era, pero la vida lo era también, así que era justo.

No fue directamente a la ventana como siempre, pues sabía que Hanbin no estaría allí. Se sintió algo triste por no poder comenzar el día de esa forma, y comenzó a extrañarlo aunque sabía que volvería durante la tarde y muy posiblemente iría a buscarlo a la escuela, pues su cita con el cardiólogo había sido cambiada al sábado por razones que Zhanghao no comprendía.

Ahora entendía mucho mejor la manía de Hanbin por seguir las rutinas. Se sentía vacío si no lo veía como estaba acostumbrado.

Sinceramente, era una mierda.

Entró al baño y se dio una rápida ducha. Se colocó unos pantalones negros, una camisa del mismo color de mangas largas junto a unas zapatillas blancas.

Se colocó un baenie después, de esos que casi nunca se ponía, sonriéndole a su reflejo y se echó un poco de maquillaje en sus párpados, muy ligero, junto a su bálsamo labial.

Se vistió de esta forma por dos razones. La primera era porque le gustaba como se veía y la segunda era porque Sang-eo, el hombre que su novio más admiraba además de la filarmónica, solía vestirse así cuándo no estaba en los sets de grabación, y Hanbin siempre le había comentado que vestirse de esta forma se le vería completamente bien, y ahora, por ser el día que era, había hecho sus fantasías realidad, solo para darse cuenta de que su novio no había estado equivocado.

Bajó a desayudar en cuánto estuvo listo Entre más rápido se fuera más rápido terminarían las clases (lógica que de hecho no es cierta)

Pero él solo quería ver a Hanbin.

"Linda ropa" Le halagó su padrastro mientras le servía el desayuno, que constaba de algunos huevos revueltos y jugo de naranja para acompañar.

"Tu padre tiene razón. Te queda bastante bien." Afirmó su madre mientras intentaba arreglar el rebelde cabello de un adormilado Yujin.

"Te pareces al chico de la televisión" Susurró el pequeño entre bostezos, frotado sus ojos.

"¿Chico de la televisión?"

"Si" Asintió "El otro día, cuándo fui a casa de Yeseo por su fiesta de cumpleaños empezamos a ver la televisión cuándo llegó su hermana mayor..." Bostezó "se llama... No me acuerdo, pero dijo que necesitaba ver la televisión, así que le dió el mando porque no le gusta pelear con ella. Comenzó a ver un..." Bostezó de nuevo "vídeo musical de una banda que se llama Zerobaseone...Uno estaba vistiendo como tú, pero luego se teletransportaba a un Reality show y se vestía como un pandillero... Fue extraño."

"¿Fue bueno el video?" Quiso saber, sonriendo al imaginar el rostro de Hanbin al verlo. Seguramente había sido increíble. Y, seguramente, lo había visto junto a Sooyoung.

No es como si estuviese celoso. No, en realidad... Bien. Tal vez un poco.

"Sí, pero no pude escuchar la canción. La hermana de Yeseo estaba gritando como loca, más cuándo dijeron que vendrían a Seúl."

Esto pareció activar todos los sentidos del adolescente, quién asintió lentamente, llevándose un buen bocado de su desayuno a la boca antes de hablar.

The window boy - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora