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Hanbin observó las facciones del chico de la ventana deformarse de inmediato, una risa desesperada y algo maniática brotando de sus labios.

"Estás jugando ¿Verdad?" Preguntó, la risa continuando.

Hanbin frunció el entrecejo. Claro que no estaba jugando.

Se levantó lentamente, colocándose frente a Zhanghao, sujetando sus manos antes de mirarle a los ojos, intentando pedirle perdón por no ser ni poder hacer lo que realmente quería.

Él quería ser libre.

Él quería besarlo.

"Lo siento..." Susurró con tristeza.

Y Zhanghao simplemente se lanzó sobre sus brazos, envolviéndolo fuertemente, escondiendo su cabeza en su cuello, sus lágrimas frías chocando contra su piel.

Esto le rompió el corazón.

No en el sentido literal, porque los corazones no pueden romperse así como así, pero el dolor que sintió fue como ese. Como el dolor que debe sentirse cuándo verdaderamente te rompen el corazón.

"¿P-por qué?" Sollozó contra su hombro.

Escuchar sus palabras ahogadas acrecentó su dolor. Si antes su corazón se había roto, ahora estaba triturado. De nuevo, no literalmente.

"No lo sé..."

"Pero solo tienes dieciocho, no pueden, no-"

"A mi madre no le interesa eso."

"Pero... tú... tú... ¿Por qué?"

"Mi madre me dio el anillo y me dijo que Nancy estaba desde hace tiempo esperando que se lo p-propusiera. Y-yo no tuve tiempo de decir nada y ella, Nancy, solo respondió que sí."

"Pudiste haberte negado" Susurró, aferrándose a la parte trasera de la camiseta negra de Hanbin con fuerzas, como si no quisiera dejarlo marchar. No es que quisiera irse a alguna parte.

"No habría valido de nada. Ellos no me escuchan, Hao... Ellos me ignoran. Es como si no estuviese con ellos."

"Podrías intentarlo..."

"No lo creo. Mi madre es tan controladora que me detendría incluso antes de pensarlo."

"Entonces... solo no-no te rindas" Casi suplicó, aún contra su cuello.

"Realmente lo siento, Jangguri..."

"No me llames Jangguri si vas a rendirte." Le reprochó, apartándolo bruscamente. Hanbin sintió el impulso inmediato de correr a abrazarlo cuándo vio sus ojos hinchados y sus mejillas húmedas, pero se detuvo cuándo su diccionario mental detectó enojo en sus facciones.

"P-Por favor, no me odies..."

<< Por favor. Por favor. Por favor. Si nos odia será tu culpa, idiota. >>

"No podría odiarte" Limpiando sus lagrimas y sentándose sobre la cama de Hanbin, mirándolo fijamente a los ojos. Este juraba que pudo sentir el dolor del chico en su interior con solo este gesto "Pero estoy decepcionado de que realmente no hagas nada para evitar esto... Ayer me dijiste que ibas a dejarla... Y hoy... ¿hoy me dices que vas a casarte con ella?"

Hanbin suspiró con tristeza y se acercó a él, arrodillándose y mirándolo a los ojos. Tal vez no lo merecía. Tal vez no merecía sus ojos sobre los suyos. Pero los necesitaba. Los necesitaba para no derrumbarse junto a él.

<< Eres un idiota, Hanbin. Míralo. Está llorando. ¡ESTA LLORANDO PORQUE NO ERES CAPAZ DE HACER NADA POR ÉL! ¡ERES UN...! >>

The window boy - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora