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Zhanghao estaba cocinando junto a sus padres y Yujin cuando escuchó el timbre de la casa sonar. Miró a sus padres sonriendo, preguntando quien abriría con la mirada.

"Es tu turno, Cariño... " dijo su padrastro.

"No, es tu turno."

"Nop, la última vez abrí la puerta y era ese niño fastidioso que quería jugar fútbol con Yujin."

Su madre simplemente abandonó la cocina sonriendo.

A Zhanghao le gustaban los momentos así, en donde su familia usaba el segundo idioma de la casa. Su padrastro lo había recomendado para así no perder el chino, y todos habían aceptado de maravilla.

"¿Tu novio puede hablar chino, Hao?" El chico comenzó a toser. No había esperado esa pregunta de parte de su hermano. Las únicas personas de su familia con las cuales había hablando de su relación con Hanbin eran sus padres. Yujin no debía de saber eso.

"... ¿Cómo sabes eso?"

"Papá me lo dijo." Explicó encogiéndose en hombros.

Zhanghao miró de reojo fulminantemente al mayor, quien solamente comenzó a silbar y a mirar a todos lados con nerviosismo antes de echarse a reír.

"No...Él no habla chino, pero puede hablar perfectamente inglés." Respondió finalmente con una sonrisa, recordando las miles de veces que había escuchado hablar a su novio en este idioma y había muerto al instante.

"¡Hao, una chica te está esperando!" Su madre le dijo en voz alta.

"¿Chica?" Se preguntó a sí mismo, confundido. Solo conocía a Irene y ella estaba en el hospital, pues debía estar allí un día antes de la cirugía de Jiwoong para comprobar que todo estuviese bien. También conocía a Nara y a Sooyoung, pero dudaba que ellas interrumpieran en su casa.

Salió de la cocina luego de lavarse y secarse las manos.

"¿Lia?" Preguntó al ver a la chica, sonriéndole desde la puerta aún con el uniforme que usaba en la floristería.

"Y Ryujin. No lo olvides." Dijo la otra chica, detrás de la más pequeña.

"¿Qué hacen aquí?"

Aunque lo defendiesen en la escuela, sabía que no eran amigos y por eso que lo visitaran le parecía algo... ilógico.

Escuchó a su padre salir con Yujin de la cocina y volteó a mirarlo. Sus padres y hermano estaban tan confundidos como él, mirando al par de chicas fijamente.

"¿Puedes bajar las flores, amor?"
Preguntó Lia dulcemente mirando a su novia, que sonriente simplemente asintió y se dirigió al gran auto con el logo de la floristería aparcado frente a su casa, el cual, debido a la impresión de encontrarse con las chicas, no había notado.

"¿Flores?" Preguntó aún más confundido Zhanghao.

El primer ramo era de orquídeas rosadas, en el siguiente eran blancas y en el ultimo color lavanda. Luego Ryujin llevó tulipanes amarillos, morados y rosas, gardenias, lirios amarillos y blancos, margaritas blancas y naranjas, claveles rojos y blancos, girasoles, lilas azules y rosadas, azucenas blancas y calas naranjas y rosas.

Luego de quince minutos, todos los ramos estuvieron dentro de la casa del chico, perfumando y llenando el lugar, su familia impresionados en la sala de estar, que ahora parecía un jardin.

"Creo que eso es todo, Amor." Dijo Ryujin con una sonrisa, despidiéndose de Zhanghao con un beso en la mejilla que él se dejó dar y se dirigió al auto, encendiéndolo de inmediato, lista para irse.

The window boy - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora