Entrelazados

CAPÍTULO VIII

Despues de él suceso anterior caminaron a paso lento, en todo el camino el silencio era el que reinaba.

No mucho después llegaron a la finca.

Al contrario de su primera visita, solo se quedarian por un día, pues al poco tiempo de llegar se toparon con chuntaro quién les dijo que tenían una misión.

Al pasar a la finca solo descansaron, cada quien en su respectiva habitación, ya estando en su habitación camino a la cama en un estado de chok, pues le era muy inesplicable hace apenas unas dos horas había estado fuertemente abrazado por Kaigaku en pleno bosque en medio de la oscuridad, además que el pelinegro susurro unas palabras intendible, estuvieron así por un tiempo indefinido cuando Kaigaku lo abrazó su oído quedó contra el pecho del pelinegro al estar tan sercas pudo apreciar con mayor cuidado el sonido de Kaigaku, el sonido se escuchaba fuerte y claro además que el sonido del arrepentimiento lo aturdía, nunca había visto al pelinegro llorar o mostrar debilidad nunca ahora este suseso le era extraño, sin darse cuenta en ese momento gotas de agua le cayeron en una mejilla, así fue como se dio cuenta que el pelinegro lloraba muy silenciosamente, y el tamabien había comenzado a llorar.

No obstante al día siguiente en plena ida se toparon con un problemita, resulta que algunos compañeros se reunirían con ellos, no le agradó la ida al pelinegro pero así eran las órdenes.

El pelinegro miro por la ventana esperando al rubio quien le informaría cuando partirían, y quienes los acompañarían, estado en la habitación en completa oscuridad recordó el suseso del bosque, le era vergonzoso pero sentía un peso menos al haber llorado y dicho eso, pero no le quitaba todo de encima, ahora era un poco extraño su cuerpo pues cuando abrazó al rubio no lo quería soltar, fue una sensación inexplicable como si al momento de soltarlo ya no estaría, su estado hasta ahora era de confucion, sus pensamientos fueron interrumpidos por la puerta que se abrió muy despacio.

_Kaigaku?_pregunto el rubio al otro lado de la puerta.

_Pasa_su voz era de cansancio.

_Listo, acompañaremos a Tanjiro e Inosuke, iremos en compañía de un pilar_dijo lo último con entusiasmo, pues sabía que si estaba a lado de un pilar nada saldría mal.

"Un pilar"

_Mjm_asintio con la cabeza.

La habitación quedó en un silencio profundo, después de mucho tiempo para Zenitsu hablo.

_Yo ya me voy..._camino a la puerta y salió despacio.

_Si_fue lo único que dijo.

_Hola Zenitsu, ¿Cómo te fue con tu abuelo?_pregunto el pelirojo al ver al rubio.

_Hola Tanjiro, ah pues bien el viejo no cambia aprovechaba cada ocasión para golpearme_se quejó recordando los golpes.

_jeje veo que te la pasaste bien, ¿No hubo ningún enconveninte al regresar?_

_Ahm no... Todo fue tranquilo_contesto Zenitsu.

_Ho ya veo_

_¿Inosuke no está aquí?_pregunto el rubio.

_Si, pero hace un momento me dijo que tenía hambre y luego desaparicio_

_hags ese cerdo deseguro debe de estar robándole comida a la señorita Aoi_

_Tal vez tengas razón_sonrio pensativo.

Siguieron caminando y hablando, hasta que escucharon un fuerte ruido proveniente de la cocina, rápido fueron a ver para darse cuenta que era...

_ Inosuke!! No debes robar comida!! Ben aquí, espera!!_ los fuertes gritos eran de la señorita Aoi.

_Callate!! Tengo hambre!!_ salio corriendo con la boca llena de comida y en las manos una canasta con bolas de arroz recién echas.