CAPITULO XV

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A la mañana siguiente sus pensamientos se vieron afectados por el echo que cada mañana despertaba con un brazo fuertemente rodeandole la cintura, al principio no era así pero ahora ¿Porqué? No comprendía esto cada vez se complicaba más, si no encuentra una solución no podrá levantarse de la cama en todo el día.

Después de unos cuantos intentos más logro zafarse del agarre del pelinegro.

~Esto cada día se está haciendo más difícil~ suspiro cansado.

Bajo las escaleras y lo primero que vio era que la castaña estaba apunto de subir con una bandeja de comida.

_Oh ya despertaste, veo que duermes mucho o al menos ya te dejaron bajar_rio bajo la chica susurrando lo último.

_¿Qué?_pregunto el rubio avergonzado por lo último que alcanzó a escuchar perfectamente.

_¿Qué? Yo no deje nada_le sonrió_Bueno ten puedes comer donde quieras_le entrego la bandeja y luego se fue.

Zenitsu miro por donde la chica se había ido pensando si realmente escucho bien.

Tiempo después camino afuera y tomo asiento en un banca improvisada de madera, no tenía intención de hablar con nadie no era porque no quisiera sino más bien porque sus pensamientos no lo dejaban en paz. No quería ser descortés ignorando a la persona que estaría hablando, tampoco quedar como un idiota al no prestar atención.

Tomo un sorbo de la sopa insípida y la trago sin pensar.

_wuaaj que asco!_escupio la sopa insípida haciendo un gesto raro.

Era de lo que hablaba no podía estar con una persona sino le hiva a prestar atención, sus pensamientos ocupaban todo dentro de su cabeza.

Aún con lo desabrido que estaba la sopa la comió con dificultades, al igual que el "té" que no resultó ser té sino más bien una extraña bebida viscosa y asquerosa.

_Me preocupa mucho, esto es extraño_hablo una Aoi cargando una canasta con sabanas limpias.

_¿Qué te preocupa? ¿Qué no es bueno que se termine su desayuno?_pregunto la castaña.

_Eso es lo que me preocupa_contesto Aoi siguiendo su camino.

Zenitsu miro a su alrededor no tenía más que hacer ya estaba comenzando a desesperarse al no tener noticias de su nueva misión.

Estaba ansioso no entendía el porque pero quería salir corriendo, estaba extremadamente nervioso, sacudió muchas veces su cabeza para dejar de lado todos esos pensamientos.

Ya un poco más tranquilo camino muy lento a la camilla donde descansaba el pelirrojo, era la persona más sincera que conocía y además más sencible en cuestión de sentimientos.

Tantas eran las cosas que estaba pensando que una de ellas era cambiar de habitación, no era porque no le gustará compartirla con el pelinegro, sino que era lo contrario y ese era el problema le gustaba tanto que comenzó a tener miedo, ¿miedo a qué? Ese era otro problema no sabía.

Al estar un poco más cercas de la camilla se dió cuenta que el pelirrojo no estaba, pensó por un momento hasta que se le ocurrió en que talvez estaría con el pilar.

Hablando del señor Rengoku no había tenido la oportunidad de hablar con el, bueno si tenía el tiempo pero le era difícil verlo a la cara, se sentía muy mal por no aver ayudado lo suficiente como a él le hubiera gustado.

Al sentirse inseguro decidio cambiar de rumbo, las cosas en la finca mariposa estaban muy tranquilas así que era mejor relajarse, podría preguntarle mañana o cualquier otro día al pelirrojo sobre ese asunto.

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