CAPITULO XlV

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Qué fue lo que paso la noche anterior? Porque el y Kaigaku despertaron bañados de lodo?

Luego de hacer memoria por un largo rato lo recordó, recordó todo absolutamente todo, su cara ardió por más que se echara agua fría al rostro no dejaba de quemar.

Se quedó mirando su reflejo en el agua perdido, ¿Porque le pasaba esto a el? No no eso era injusto.

Además ¿Qué era ese tipo de comportamiento extraño que Kaigaku hacia mié tras el hablaba?

Kaigaku ahora solo lo miraría sin pestañas y luego pensaría mucho solo para responder con más preguntas, dejando que el siguiera hablando.

En la mañana cuando despertó el pelinegro estaba sentado en la silla de alado, pero algo era diferente en el además del lodo era su mirada solo lo miraba a él, como si el rubio fuera un hermoso tesoro, era mieradae causo escalofríos en todo el cuerpo.

~Deseguro debe estar tramando cómo vengarse de mi, después de todo tiene lodo en todo el cuerpo por mi culpa~

Pensó el solo para distraerse y no dejar que los recuerdos de anoche lo atormentaran.

Después de casi meter la cabeza un sin número de veces en el pozo de agua helada miro a alguien, era posiblemente la persona que menos creria ver a estás horas de la mañana. Esa forma de actuar era sin duda Inosuke pero, ¿Porqué se veía cansado?

~¿Que demonios está susediendo aquí? Es tan raro~  pensó el rubio siguiendo con la mirada al jabalí, quien caminaba de un lado a otro.

~¿Realmente ...? ¿Cómo? Inosuke se ve ¿Avergonzado? ¿Inosuke avergonzado? Esto solo es una oportunidad para al venganza~

Sus pensamientos fueron interumpidos por una persona en particular, refunfuño y se volteo para mirar quien era.

_¿Tanjiro?¿Cuando regresaste?_dijo sorprendido pues cuando lo fue a buscar en la mañana no lo encuentro, supuso que aún estaba desaparecido.

_Hola Zenitsu, a pues desde anoche_dijo algo avergonzado al recordar cuando vio  pasar caminando a Kaigaku con Zenitsu de forma muy rara.

Por otro lado el cabeza de jabalí quien  aún estaba cambiando al rededor de la finca paro y cayó de espaldas, jamás en su vida había estado tan avergonzado, Dios esto estába mas aya de sus límites.

Agitó la cabeza de un lado a otro ententando olvidar lo hace unas horas, pero fue totalmente inútil.

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HORAS ANTES.

Eran más de las cuatro de la mañana cuando todo su cuerpo se sintió incómodo, su piel le decía que estubiera alerta que había peligro, pero realmente después de meditar por un rato se dió cuenta que solo tenía hambre.

Se levantó de mala gana y aún con un poco de sueño camino a la cocina, era demaciado temprano la oscuridad de la noche se había hido, pero aún el clima fresco prevalecía. La débil luz de la luna se friltaba por las ventanas del pasillo que daba a la cosina, una luz hermosamente azulada.

Pero eso no le inportaba no, eso era para personas tontas enamoradas, contemplar la luna si claro, no, el prefería contemplar un bufet de comida y comer hasta no poder más, he incluso salir rodando si era necesario.

Últimamente su apetito es muy bueno asi que debes en cuando va a la cocina y toma una que otro bocado, no es como si estuviera haciendo algo malo solo era tomar el desayuno por adelantado a nadie le afectaba. Exepto a alguien.

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