CAPITULO X

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El pelinegro se distrajo por un momento al escuchar la voz de la niña demonio, maldijo por ser interrumpido.

Volteo a ver a Zenitsu quien se giro a la dirección de dónde venia la  voz de Nezuko.

Después de volver a cortar las extremidades del tren Kaigaku perseguía con la mirada cada movimiento del rubio, quien tenía perfecto control de la primaria postura.

Al estar los tres en un solo vagón les era más difícil moverse, para desgracia del pelinegro tuvieron que separar.

"Un momento, ¿No quiero separme de Zenitsu?" Se quedó quieto al darse cuenta que si, no quería separar del rubio.

En un movimiento rápido y recto muy preciso, Zenitsu corto la extremidad que se aproximaba a Kaigaku quien se avía quedado quieto.

_Debes tener cuidado_dijo el rubio aún con los ojos cerrados.

_tsk_chasqueo la lengua, luego camino a un lado del rubio para ir al vagón contrario sin antes darle un pequeño y suave golpecito en cabeza, asiendo que el rubio se sonrojara leve.

Al estar ya separados una sensación extraña lo invadía era demasiado angustiante como si presintiara algo.

Atacaba una y otra vez esas cosas parecían que no tenían un fin, muchas veces fue acorralado pero se pagaba a no usar la catana.

Por otro lado el rubio estando en un estado extraño de inconciancia, seguía atacando con la misma postura, aunque era la única que sabía la manejaba a la perfección.

Estando en ese extraño estado con los ojos cerrados para el era mucho más fácil detectar de dónde lo atacarían.

De pronto el tren templo moviéndose bruscamente de un lado a otro, al mismo tiempo que se escuchaba una voz muy enérgica.

En el primer vagón el de cabellera rojo oscuro y el jabalí estaban luchando y buscando la forma de cortarle el cuello al demonio.

Tiempo después de estar en una exhaustiva batalla con el tren todos estaban en un estado de cansancio extremo, además que Tanjiro e Inosuke no encontraban la manera de cortar el cuello del demonio debido que este, se había fusionado con el tren poniendo aún más dificiles las cosas.

Ya pasadas unas cuantas horas el tren no dejaba de temblar como si quisiera descarrilarse, unos cuantos tambaleos más y el tren cayó, junto con todos los que estaban en el.

Los cuatro cazadores y los dos demonios junto con los pasajeros cayeron provocando que la mayoría de las personas tuvieran heridas múltiples pero sin que estás fueran de gravedad.

Estaba cortando las extremidades extrañas que lo atacaban, pero al estar en un muy horrible tren que no dejaba de temblar cayó al suelo golpeándose la cabeza y así evitando ser atacado, al querer ponerse de pie tembló un más el tren provocando que se descarrilara, escuchaba muchas cosas además que el chiriante sonido de las vías le aturdió bastante no dejando que coordinarar sus movimientos, Zenitsu quedó inconsciente después de que el tren se descarrilara.

En la casi escasa oscuridad el pelirrojo estaba en el suelo, sus extremidades le pesaban cómo nunca, estaba perdiendo mucha sangre, hace poco había sido apuñalado por una persona del tren bajo las órdenes del el demonio que acababa de exterminar.

Al estar casi a punto de desmayarse escucho una voz muy enérgica.

_Puedes mantener la respiración de concentración total, me tienes muy impresionado!_

_Señor Rengoku?!_dijo impresionado y aliviado al verlo ileso.

El pilar ayudó al pelirrojo a controlar el sangrado hablaron de eso hasta que de un momento a otro alguien hizo presencia, con la tan poco luz y un leve enpolvadero se visualizo una silueta, tan pronto como esa persona apareció el pilar se agachó a lado del pelirrojo.

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