play pretend [kooktae]

30

A la mañana siguiente, Taehyung se despierta con unas ojeras kilométricas.

No ha pegado ojo en toda la noche pensando en lo que sucedió ayer. Cada vez que sus párpados se cierran, es como si de repente volviese a estar en el sofá con Jungkook sobre él. Puede volver a sentir sus manos tocándolo, y sus labios presionándose contra los suyos. Ni siquiera tiene que forzar el recuerdo. Es tan natural como la forma en que se le aceleran los latidos cada vez que piensa en ello. Ni siquiera sabe cómo fue capaz de mantener la calma hasta que Jungkook se marchó a casa. Quizás seguía todavía en shock.

Aunque eche la vista atrás, no acaba de ser capaz de vislumbrar el momento en que sus sentimientos falsos se volvieron de lo más reales. Es consciente de que hace ya mucho que no siente absolutamente ningún tipo de interés romántico por Woobin, pero no sabe en qué momento esos sentimientos se trasladaron a Jungkook. Pero lo cierto es que no le sorprende en absoluto.

Jungkook es guapo, atento, gracioso, amable, cariñoso, bueno con los niños, carismático, sensible y jovial. Era solo cuestión de tiempo que Taehyung cayese rendido a sus pies. Sobre todo cuando se ha pasado meses abrazándolo, tomándolo de la mano, besándolo y siendo envidiado por todo el instituto debido a ello. Por Dios, hasta ha marcado territorio con la exnovia del azabache. En este punto, hace mucho que todo dejó de ser un simple trato. Al menos para Taehyung.

Necesita hablar con Jimin. Necesita sacarse todo esto de dentro ahora que por fin se ha dignado a aceptarlo. No hay nadie más con quien puede hablar de esto.

"¿Vienes a cenar?" pregunta Seokjin desde la cocina, mientras que Taehyung termina de colocarse la bufanda y cerrarse el abrigo.

"¡No lo sé!" exclama Taehyung desde al lado de la puerta, asegurándose de que su hermano lo escuche "¡Puede que me quede a dormir! ¡Ya te mandaré un mensaje!" dice, y acto seguido desaparece tras el umbral de la puerta.

Se siente un poco culpable por marcharse sin más mientras que Seokjin está en casa después de meses sin verse, pero no puede permitirse pasar otra noche en vela. Necesita hablar de esto antes de volverse completamente loco. Además, cuanto menos tiempo a solas pase con él, menos posibilidad hay de que se desmorone por completo. Con cada minuto que pasa, le cuesta un poco más mentirle.

Jimin abre la puerta con una sudadera y unos pantalones de chándal. Alza una ceja mientras observa a Taehyung, que se acurruca contra su bufanda para protegerse del frío.

"Dame una buena razón por la que debería dejarte pasar y posponer mi maratón de programas de reformas." dice Jimin. Después de tantos años de amistad, Taehyung lo siente ya como un saludo. De hecho, es de lo más amigable que ha dicho Jimin en mucho tiempo.

Taehyung no se anda con rodeos "Estoy enamorado de Jungkook." suelta sin más.

Lo cierto es que se siente extrañamente aliviado al decirlo en alto. Al menos, durante unos segundos; hasta que el pánico comienza a apoderarse de él y siente que podría desmayarse en el sitio.

Jimin abre los ojos cómicamente, haciéndose a un lado "Pasa." responde simplemente.

Taehyung hace lo pedido, y no sabe muy bien cómo. Le tiemblan tanto las piernas que teme que empiecen a fallarle.

"Mis padres están trabajando." dice Jimin, mientras caminan hacia su habitación. Taehyung no responde; tiene la garganta demasiado seca como para hacerlo.

Jimin lo obliga a tomar asiento sobre la cama, y luego se sienta frente a él. Se aparta el pelo de la cara mientras suelta un suspiro.

"Vale... Repite lo que me has dicho antes." pide, con voz calmada.