nineteen

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╰►—¿¡VAMOS a casa de tu madre!? —pregunto algo alterada.

Este para el coche y gira a mirarme. —Sí, ¿pasa algo? —lo pregunta algo asustado, lo noto por sus ojos que están ligeramente más abiertos de lo normal.

—E-Es que, no sé si voy bien vestida. —bajo el espejo del coche para mirar no tener ninguna imperfección en la cara. —Espera, ¿tu madre no es a quién di en la clase de yoga? O, no, por dios... qué vergüenza. ¿Me odia? —este parece más aliviado al verme nerviosa.

—No te preocupes, estás muy guapa. —dice volviendo a arrancar el coche.

Mis mejillas toman un color rosado, pero lo disimulo poniendo música. ❝Way Back Home❞ de ❝SHAUN❞.

Muevo la cabeza al ritmo de la música un rato. —Pero no me has dicho si me odia. Seguro que golpe que le di le dolió.

—Qué va, apenas y le diste, fue como un empujón. —gira a la derecha.

—Eso espero...

—Me pregunta como estás siempre que la veo, así qué mal no le caes. —me acaricio la frente.

Tarareo un poco la canción y lo observo conducir.

—¿Pasa algo? —pregunta al sentir mi mirada.

—Me gusta como te queda el uniforme, estás muy sexy. —digo sin pelos en la lengua.

Su mano derecha va a mi rodilla y la aprieta ligeramente antes de frenar un poco y aparcar.

Hemos llegado a una casa muy bonita. Esta es blanca y parece tener dos plantas. Tocamos la puerta y un minuto después se abre la puerta.

Ella es bajita y tiene el pelo lacio y de color negro, le llega hasta la cintura, y sus ojos son también del mismo color. Es muy delgada y tiene la piel tan bonita como la de una muñeca.

—Hola. —saludo nerviosa.

Ella sonríe, pero muestra también algo de sorpresa. —¡Hola! ¿Tú eres la que se golpeó en yoga? ¿Cómo te encuentras? Pasad. —se hace a un lado.

Primero pasa su hijo y después yo. Nos guía hasta el salón con una sonrisa. —¿Queréis té negro? Acabo de hacer un poco. —esta va hacia su hijo y le revuelve el pelo con amor.

La escena se me hace tierna.

En su acento se le nota un poco el francés, pero aun así habla superbién. —Yo sí, un poco. —gira a mirarme.

—Yo también si no le importa. —digo algo nerviosa.

—Para nada. —esta mantiene su sonrisa mientras se marcha.

Levi nota mi nerviosismo desde que dije «Hola», pero ahora que estamos a solas aprovecha para preguntarme. —¿Nunca te has presentado a los padres de tu novio? —parece que le he puesto yo también algo nervioso.

enchanted to meet you - levi ackermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora