Endless Nightmare

Capitulo 3: Hospital psiquiátrico de NY

El reloj marcaba las 8:00am.

Jason Wilson ya estaba listo para comenzar su día, ya se había montado en el vehículo y ahora seguía las instrucciones de su celular para llegar al sitio que le habían asignado.

Estaba a punto de llegar y eso lo hizo sentir nervioso, bueno más que nervioso, inseguro, no sabía que le esperaba y cómo le iría en ese lugar, pero intento tranquilizarse, seguramente no le iría mal. Cuándo ya estaba afuera del lugar salió del coche y un hombre alto, apuesto, de cabello negro y vestido con elegancia lo saludaba con ánimo ¿lo había estado esperando?.

—Señor Wilson, me alegra que haya llegado, es un placer conocerlo, Jhon Reynolds subdirector del Hospital psiquiátrico a su servicio—se presentó aquel hombre tendiendo una mano con una sonrisa de oreja a oreja.

—El placer es mio señor Reynolds— contestó Jason.

—El director de su universidad me llamo diciendo que uno de sus mejores estudiantes vendría aquí a estudiar y déjeme decirle que es algo fabuloso que un chico tan inteligente y audaz venga aquí y así obtener su titulo—dijo con orgullo.

—Oh, bueno muchas gracias señor— contestó Jason ruborizado—pero no soy tan brillante solo intento esforzarme y...

—Tonterías señor Wilson, tonterías me han dicho que es el mejor de la clase— bajo la mirada para ver su reloj de mano—pero basta de charla, será mejor que nos demos prisa, debo explicarle como es todo en el lugar, así que vamos.

Jason siguió a Jhon rápidamente.

—Déjale tu llave a Paul, él se encargara de llevar tu auto al estacionamiento—le entregó la llave a un hombre alto y fuerte que estaba afuera, le agradeció y siguió con su camino.

Cruzaron por el jardín que estaba cubierto de flores, de colores, árboles, bellas mariposas y una fuente con agua cristalina; por allí paseaban varios psiquiatras con sus pacientes mostrándoles y enseñándoles
múltiples cosas. Todo parecía tan calmado y extrañamente bello y el edificio repleto de vidrios azules que le daban un toque fantástico.

—¿Hermoso no lo crees?—le preguntó Jhon.

—S-SÍ es maravilloso—respondió Jason mirando con incredulidad el lugar.

—Esté lugar fue fundado en el año 1915, por un grupo de jóvenes increíbles con el fin de brindar ayuda a personas con problemas mentales. Querían hacer un lugar perfecto para que los pacientes se sintieran cómo en casa y no cómo en una prisión.

—Pues, bien hecho—dijo Jason admirando su trabajo.

—Sí. En ese grupo de chicos había una mujer, se llamaba Madeline y su madre estaba enferma mentalmente y en el lugar en dónde la atendían, no le daban lo necesario y eran un tanto crueles con personas cómo ella, así que Madeline estudio para ser médico psiquiatra; era un chica muy talentosa e independiente al igual que sus compañeros, esa mujer fue la que orientó a los demás chicos para hacer este lugar.
Después de eso ella trajo a su madre y empezó a cuidarla, varias personas vinieron luego y fueron atendidos por jóvenes excepcionales. Así es cómo empezó a crecer este lugar, gracias a jóvenes tan inteligentes que han llegado a salvar a muchas personas. Por esa razón es que le damos la oportunidad para ayudar, y lo hacen de una manera excelente, es algo que me alegra.

Jason escuchaba atentamente, creyó haber leído esa historia.

—Es inspirador, se lo digo sino hubiera trabajado para policía militar hubiera sido un doctor o algo parecido—dijo sonriendo—pero bueno era vigilante y ahora soy el subdirector de este precioso lugar.
Christian Adams, el dueño y director, es un hombre muy ocupado y por esa razón no les dará el recorrido y tampoco podrá darles la bienvenida hoy.