Capitulo 29: ¿Misión completa?

12 2 0
                                    

Caminar por esa calle tan sola y oscura no lo asustó en lo absoluto, sólo se concentraba en poder encontrar aquel lugar en dónde el asesino se escondía.

Mirando a todos lados, escuchando el silencio e intentando pensar cuál podría ser ese lugar, dando paso a paso sin darse por vencido.

Pero detuvo su marcha al momento en que una sombra se acercaba a él lentamente.

—Veo que aún sigues con vida—dijo la sombra mientras se acercaba más, hasta que salió a la vista luciendo una mascara blanca sonriente—realmente me impresionas, Jason.

¿Cómo no reconocer esa voz?.

—¿Dónde está Alice?—cuestionó el rubio seriamente.

—Ay vaya, no te pongas tan agresivo—replicó Marcos haciéndose el inocente—primero dime, ¿Por qué luchas tanto por ella?, te recuerdo que ya no es tú paciente, ¿o acaso se trata de algo romántico?—aventuró divertido.

—Responde—insistió Jason con frialdad—¿dónde está Alice?.

—Eres tan duro conmigo, pero, yo tampoco tengo mucho tiempo—dijo esto con una pequeña risa—sígueme.

Aunque no confiaba en él sabía que lo llevaría a dónde quería llegar, así que lo siguió mientras se preparaba mentalmente para lo peor, sabía que nada bueno le esperaba.

Se detuvieron justo frente a un lugar destruido y abandonado, olía terrible y los árboles muertos rodeaban aquel lugar, dando unos cuántos pasos Marcos abrió lo que parecía un sótano y le indicó que bajará. Jason obedeció algo nervioso pero no se echaría para atrás, debía mantenerse firme.

Bajó escalón por escalón lentamente, aún no estaba recuperado completamente, y tras de él Marcos lo seguía; cuándo llegaron al final de la escalera había un letrero con las iniciales (I.M), Jason lo miró por un tiempo y caminaron un poco más, hasta llegar a una sala dónde un montón de cadáveres reposaban en el suelo, y varios monstruos se escondían en grandes cilindros llenos de una sustancia roja.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del rubio, ese lugar tan frío y sucio era aterrador.

Siguieron paseando por aquel tétrico sitio hasta que visualizaron a Alice.

Jason sintió haberse quedado sin aire en los pulmones y su corazón se agitó asustado. La chica estaba con los ojos abiertos, semidesnuda y con un montón de cortadas en todo su cuerpo, estaba pálida y las cadenas lastimaban sus muñecas y tobillos, parecía que aún respiraba, pero de sólo ver el dolor que parecía sentir lo hacía debilitarse.

—¡Alice!—gritó Jason corriendo a toda velocidad a dónde ella estaba.

—No vengas—advirtió ella lentamente, pero de nada sirvió.

Jason era muy testarudo.

Un fuerte disparo se escuchó y el rubio cayó al suelo gritando de dolor y más allá del lugar una risa surgió.

—¿Cuánto tiempo he esperado para esto?-se preguntó el hombre que se acercaba cada vez más y sé situó al lado de Marcos—al fin tengo a los dos bastardos de aquellas mujeres que jugaron conmigo en frente de mi—dijo el hombre que al igual que Marcos llevaba puesta una máscara sonriente, pero está tenía sangre en ella y su diseño era más aterrador—Atalo.

Marcos obedeció la orden y ató a Jason junto a Alice con unas esposas.

—Bien, eso es—rió suavemente el hombre mientras se quitaba la máscara-cuánto deseaba verlos.

Realmente era él, Daniel McLean, con sus ojos azules cómo el cielo, su cabello negro azabache y su piel pálida perfecta, ¿cómo aquel hombre tan apuesto puede ser un monstruo?.

Endless Nightmare Donde viven las historias. Descúbrelo ahora