TE ECHABA DE MENOS

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Lando tocó a la puerta y fui a abrirle. En cuanto lo vi lo abrace y el también a mi.

-Hola preciosa-

-Hola-

-Como estás?-

Levante los hombros -Ni yo lo se-

-Pero te encuentras mejor?-

Asentí -Yo a penas sufrí daños. Pero lo que pasó nunca se me olvidara-

-Te entiendo pero date cuenta que no fue tu culpa-

-Podriamos dejar ese tema?-

-Claro-

Fuimos a la cocina y me puse a terminar la cena.

-Te ayudo en algo?-

-Ponnla mesa si quieres-

-Esta bien-

Ambos terminamos y nos pusimos a cenar.

-Dios está buenísimo. La comida del hospital no sabe a nada-

-Estarias deseando volver-

-No te lo imaginas-

-Yo también estaba deseando que volvieras-

Sonreí -Solo estuve casi 2 dias-

-Es demasiado tiempo sin verte. Te echaba de menos-

-Eres un cursi-

-En serio. Cuando vi que era tu coche el que daba vueltas en el aire casi me salgo de la pista. Pregunte por la radio que si estabas bien y no contestaban. Estaba desesperado no sabía que pasaba ahí detrás así que a la siguiente vuelta saque el coche del asfalto apropósito, lo pare, baje y fui corriendo a ver si estabas bien-

-Lando muchas gracias por preocuparse por mi, en serio-

-No las des. Has hablado con Carlos? Estaba muy preocupado-

Negué -Mas tarde le llamaré-

Terminamos de cenar y fuimos al salón a ver una película. Nos tumbamos en el sofá. Hacia frío así que nos envolvimos en una manta, pero no era nada comparado con el calor de Lando abrazándome.

Me encantaban las películas de Disney por muy infantiles que fueran pero no sabía que a Lando también, me sorprendió, la gente dice que son para niños pequeños y cosas así pero a mí no me importa y a Lando menos.
Hicimos maratón de algunas películas de Disney. Estábamos viendo una película de Winnie Pooh.

-Yo tenía un peluche de Winnie Pooh-

-Y ahora donde esta?-

-Era mi peluche favorito, tenía un gorro como de navidad y era super suave. Lo llevaba a todas partes, hasta que un día fui al parque, me lo dejé en el columpio y cuando volví ya no estaba. Ese día volví llorando a casa, Carlos me lo regaló.
El día que lo perdí Carlos me acompañó a casa y años después Carlos me regaló la tortuga de peluche que tengo en mi habitación y me dijo que era para sustituir al otro osito. Le tengo especial cariño pero me hubiera encantado poder conservarlo-

Estuvimos hablando hasta quedarnos dormidos.

Ambos estábamos abrazados en el sofá completamente tapados hasta el cuello.

Estaba apoyada en su pecho y podia notar sus respiración calmada.

Me podría quedar así toda la vida. Cuando estaba con el lo demás me daba igual.
Me sentía segura, estar entre sus brazos era tan acogedor.

heart on wheels// Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora