Odié usar el autobús.
Tuve que ir parada, y aunque no me molestaba tener que estar pegada a Tara, sí era molesto ir no alcanzar a sostenerme de algo estable, además había un desagradable olor a axila sudada.
Se supone que son ricos, ¿no tienen para comprar un buen desodorante? ¿O todos los que usaban el autobús eran los becados? Tara es becada y no apesta a que no se ha bañado en dos meses.
También hacía un calor horrible, ¿en dónde estaba el aire acondicionado? Mis padres pagan al menos 200 mil pesos al año, ¿no pueden usar al menos un poco de eso para un aire acondicionado decente?
De cualquier manera, no valía la pena quejarme, seguramente terminaría volviendo a usar esta máquina de la tortura para acompañar a Tara, y afortunadamente pasar el tiempo con ella era suficiente para borrar ese mal rato de mi sistema. Tara y los lindos animales de Dayana, de los que casi llené mi galería.
Day nos dejó solas en su casa por un rato, en las que aprovechamos para ver la que Tara decía era su serie favorita, que por fortuna era una sitcom, porque era mi genero favorito.
Pero como toda sitcom, tiene sus momentos serios, pero el primero que me golpeó fue la salida del closet de la hija mayor de la protagonista. La mujer lo aceptó frente a su hija, pero le fue difícil de asimilar, al punto de que tuvo que llamar a su amiga lesbiana para poder informarse más.
Si la mujer era una buena madre, tolerante, había tenido una buena reacción, y aun así le costó aceptarlo, qué me esperaba a mí con mamá tomando en cuenta algunos prejuicios que me había dejado ver.
Mamá odiaba las cosas fuera de la perfección, cuando empecé a desarrollarme y, por lo tanto, a subir de peso, me obligó a asistir al gimnasio al menos tres veces a la semana; una nota debajo de nueve no era aceptable, porque "una persona de ochos no es capaz de llevar toda una cadena de hoteles"; y, cuando me alcanzaba a ver por las mañanas y se daba cuenta que no llevaba maquillaje, me hacía usarlo para cubrir algunas marcas de acné que tenía.
Si la heterosexualidad es una norma, entonces es probable que eso sea "perfección" para mamá y obviamente no lo soy. Aunque no sé que soy. Lo más acertado sería Tarasexual.
Hasta cierto nivel podía soportar el rechazo de mamá, ella había dejado de ser la dulce mujer que parecía feliz de tenerme desde que el trabajo aumento, pero, ¿y si mi papá me rechazaba también como le pasó a la de la serie?
No quería ni imaginarme a mi papá mirándome con decepción, asco u odio, echándome de casa, dejándome de hablar, era aterrador.
En mi cabeza no tenía sentido arriesgar a mi familia así por alguien que probablemente ni me correspondía, pero después de darse cuenta que no estaba bien y de que terminara confesando todos mis sentimientos de golpe, Tara dijo que también le gustaba.
Le gustaba a una persona tan maravillosa que estaba dispuesta a volver a esconderse solo por mí, a quien no le importaba esperar a que estuviera lista para contarle a los demás.
Podía entender de donde había salido tan perfecta, considerando que había sido educada en parte por Dayana, quien apenas nos quedamos solas mientras Tara se bañaba, se acercó a mí para asegurarse de que estaba bien, consolándome cuando le confesé mis miedos por la confianza que me daba su persona.
Me abrazó cuando empecé a llorar de nuevo, en mi defensa es la ovulación, me hace sentir todo más intenso
—Todo estará bien, bonita —acarició mi cabello con ternura, haciéndome sollozar más—. Se nota que eres una niña increíble y si a tu familia no le importa eso solo porque te gusta una chica, no te merecen, ¿entiendes? —asentí sin soltarla—. Si algún día necesitas otra familia, un hogar, las puertas de esta casa siempre estarán abiertas para ti.
ESTÁS LEYENDO
Ella: Amar y Proteger
RomanceTara había estado pasando inadvertida en la universidad durante casi un año, hasta que la repentina atención de su compañera de clases, Ella, la tomó completamente por sorpresa. En medio de una complicada ruptura con su mejor amigo, Tara encontró en...