Mi cabeza duele demasiado y me muevo sobre la cama abriendo levemente los ojos. La luz me ciega un poco, pero si soy capaz de reconocer varias siluetas a mi alrededor; dos de ellas eran de mi doctora y de mi enfermero, y también había una chica pelirroja con las manos unidas como si estuviera rogándole a Dios con una cara de drama.
—Con cuidado, cariño—me indica la doctora Müller cuando ve que intento sentarme.
Me toco la cabeza desorientada y miro a mi enfermero.
—¿Qué me ocurrió?—indago mirándolos a los 3 y haciendo una mueca cuando la pelirroja empezó a presignarse como 5 veces seguidas.
—Sufriste de un ataque de pánico—señala la doctora con una expresión preocupada.
—Gracias, Ned—musito recordando como él me ayudó.
—No hay de que, Anastasia—me sonríe manteniendo las manos detrás de su espalda.
—Anastasia, déjame presentarte a tu compañera de cuarto. Ella es Rubí—nos presenta la doctora señalando a la pelirroja.
—Es un gusto, Rubí. Soy Anastasia—me presento simulando una sonrisa.
—Debe ser una bendición de Dios. Tenía años sin tener una roomie. Según el versículo....—ella iba a seguir parloteando, pero la doctora la detuvo.
—Es hora de tus pastillas, Rubí—indica la doctora señalando el reloj.
—Claro—musita yéndose al baño.
—Anastasia, antes de que sucediera este inconveniente ¿Qué hacías?—me pregunta mi psiquiatra cuando mi roomie se había ido.
Trato de rebobinar y solo llega a mi mente recuerdos de fuego y cenizas, de esa carpa antigua y desgastada yéndose con las llamas del incendio. Todo es borroso. Muy borroso. Logro divisar ese sombrero de copa caer al suelo y quemarse junto al circo. Sólo eso. Más nada.
Alzo la cabeza y miro a mi doctora.
—No lo recuerdo, doctora Müller—musito con imposibilidad para recordar.
Ella da un sonoro suspiro y mira a Ned con una mueca.
—¿Cómo te has sentido aquí?—pregunta simulando una sonrisa.
—Eh... muy bien. Creo. Tengo 2 nuevos amigos—menciono jugando con la sábana un poco emocionada.
—Me pone muy feliz eso—se relame los labios.
Se pone de pie y mira a Ned señalando mi itinerario.
—Deja que descanse y que mañana inicie con sus otras terapias—ordena tomando sus cosas—debo irme, Anastasia. Pero prométeme no volver a darme un susto como este.
—Lo prometo, doctora Müller—sonrío de forma afirmativa.
Ella se me acerca y me da un beso en la frente antes de irse junto a Ned. Mi compañera aún no sale del baño, así que decido ponerme de pie notando que ya está anocheciendo. Escucho como la manilla del baño se mueve y prefiero salir para tomar un poco de aire y procesar lo que ha ocurrido.
Abro la puerta y miro hacia ambos lados del pasillo notándolo desolado. De seguro algunos están en sus terapias y otros hasta descansando.
Decido tomar el camino de la izquierda y avanzo entre las habitaciones frías y penumbrosas. Hay unos escasos guardias a mi alrededor y voy hacia la plaza del psiquiátrico, la cual estaba vacía para mi suerte.
Camino hacia un banco y puedo oír el sonido de las hojas de los árboles del bosque moverse a mi alrededor. Tomo asiento en él y suspiro levemente dejando que el viento del exterior juegue con mis rubios cabellos.
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The Secrets Of The Circus [Bilogía Circus #2]
Mystery / Thriller* Los ángeles lo llaman placer divino, los demonios, sufrimiento infernal, y los hombres, amor. Segundo libro de la bilogía Circus y continuación de la historia The Circus of the Forest.